Churros correntinos con sello propio que te llevan de viaje

HISTORIAS QUE INSPIRAN04/04/2021Josefina EchezárragaJosefina Echezárraga
Ay que Churro, equipo completo

Unas vacaciones en Brasil, pusieron a Carolina frente al primer carrito de churros donde sabores, aromas y colores conquistaron. Hoy la joven empresaria del rubro gastronómico, resume su emprendimiento como una montaña rusa de emociones donde lo único prohibido es detenerse. Quintaesencia entrevistó a Carolina Fiad, una correntina que decidió tomar todo lo aprendido en los puestos de trabajo que tuvo durante 15 años y, convertirse en su propia jefa. 

Ay! Que Churro, comenzó a andar en octubre del año pasado en un carrito y ella pensó en cada detalle. Tras varias idas y vueltas logró conseguir permiso para vender los fines de semana en la plaza Libertad, pero la historia comenzó mucho antes y ella nos la cuenta así. 

¿Cuándo te diste cuenta que querías dejar todo y comenzar tu emprendimiento de churros? 

Hace unos seis años viajé a Brasil y vi los carritos, me encanta todo de ellos, desde el primer momento que los vi dije yo quiero tener uno así en Corrientes. Al principio era un poco en chiste, después lo comencé a pensar en serio, comencé a soñar un poco y luego a capacitarme, buscar información, sobre un montón de cosas, porque había algo que tenía claro, no podía largarme a hacer algo sin antes tener un plan A, B y C y otros de reserva. Tenía que ser buena en muchas cosas, eso lo aprendí cuando era gerenta de una empresa multinacional, allí aprendí a liderar, a sacar a un equipo adelante, a ser jefa, pero saber todo. Empecé con las redes sociales inclusive antes de comenzar a vender los churros, hoy soy mi propia gerenta, community manager, limpio, tomo pedido, atiendo a los clientes. 

¿Qué hacías hasta ese momento? 

Trabajaba en empresas multinacionales, siempre en ventas y atención al cliente. En cada uno de los lugares en los que trabajé me enseñaron que siempre lo más importante es la atención al cliente. Tenía un “buen trabajo”, salario fijo, obra social, tenía todo mientras mi hija iba creciendo, así es que lo que haga tendría que estar muy bien pensando. Desde ahí partí y un día en julio del año pasado, finalmente renuncié. 

¿Qué te hizo tomar la decisión final? 

Había avanzando mucho, tenía el carrito en casa, ya comenzaba a tomar algunos pedidos los fines de semana, pero era el 2020, había pandemia, era casi una locura renunciar en medio de ese caos, pero día tras día sentía que mi trabajo ya no me llenaba algo se había apagado, soy una mujer con mucho empuje y sentía que esa chispa no estaba, hasta mi hija me pedía que sonriera porque había dejado de hacerlo. Eso me hizo tomar la decisión, eso y que mi familia me dijera “Caro metele, vos podés”. Fueron muchas noches sin dormir, miedo, de todo, pero por a fines de octubre participé en una feria en el barrio Santa Catalina, donde vivo; una amiga me dijo "vamos, yo te ayudo", y allá fuimos. Ese día la fila de personas que esperaba churros tenía más de 100 metros, mire y le dije a mi novio, "¿vos tenés miedo?" y me dijo: "No", "bueno, yo tampoco", le respondí y ese día supe que estaba lista. 

Durante la charla Caro, cuenta que su idea inicial era poner el carrito en el parque Cambá Cuá, pero el espacio ya tenía colmada la capacidad de puestos de venta así es que decidió ir a la esquina de Roca y San Martín. Entonces decidió pedir la habilitación para instalarse en la plaza Libertad, donde cada sábado y domingo llegaba a las 16 para comenzar a vender a las 16.30. “Hicimos de ese espacio, nuestro lugar y la gente nos empezó a conocer”, resume. 

La idea de tener un local, un espacio físico para Ay! Que churro, comenzó a tomar fuerza, hace algunos meses. “Siempre estoy pensando cómo innovar, me capacito, busco ideas y me di cuenta que para cualquier cosa que quería hacer necesitaba un lugar. Claro que otra vez, tuve que evaluar factores, debía pagar más cosas y contratar personal”, detalla, pero lejos de asustarla el desafío la emocionaba. 

Hace una semana, el emprendimiento abrió sus puertas en la esquina de Misiones y Junín quizá por esas cosas de la vida, el local se encuentra en el corazón del barrio Cambá Cuá. a pocos pasos de la costanera y del parque lugares en los que ella anhelaba poder instalarse. 

¿Qué sentís hoy que ya estás acá?

La verdad es que todavía no caigo, me cuesta creer que mi sueño sea una realidad, una se levanta todas las mañanas y lucha, y cuando las cosas llegan, cuesta darse cuenta creo que me va a tomar unos días asimilar todo. 

¿Cuáles son los próximos planes para tu emprendimiento? 

Yo sigo soñando y voy a soñar en grande, quiero que Ay! Qué Churro Corrientes se convierta en una franquicia. Por eso registré la marca, invertí e hice muchas cosas relacionada con esos trámites, para eso hay que tomarse el tiempo. 

¿Qué le dirías a quien está pensando en emprender? 

Qué si es su sueño que lo haga, pero que se capacite, tener tu emprendimiento requiere de que renuncies a muchas cosas, que te capacites, de que le metas todos los días, hay muchas cosas que pueden salir mal, hay que ponerle el cuerpo, pero cuando hay ganas el resultado siempre va a ser positivo. 

 El dulce emprendimiento de Caro está ubicado en Misiones y Junín y su cuenta de Instagram es Ay! que churro Ctes .

  

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