Canas, estilo y bienestar, una propuesta integral en la estética femenina
HISTORIAS QUE INSPIRAN09/12/2024Redacción QuintaesenciaEn el corazón de Resistencia, Chaco, Marcelo Cristhian Smal ha construido un espacio único donde el cabello no solo es un aspecto estético, sino una expresión de identidad, emociones y cambios de vida. Con más de dos décadas de experiencia en peluquería, este estilista y productor de moda propone un enfoque integral que combina arte, empatía y autoconocimiento. En una entrevista con Quintaesencia, cuenta cómo ayuda a sus clientas a redescubrirse y a conectar con su esencia, redefiniendo el rol de la peluquería en la vida de las personas.
Un viaje hacia la belleza desde el arte
Los inicios de Marcelo en el mundo de la peluquería están marcados por su amor por el arte. “Antes de dedicarme al cabello, estuve inmerso en el teatro y la danza. Eran mis formas de expresarme y conectar con el público”, recuerda. Sin embargo, la vida lo llevó por otro camino cuando, en el año 2000, decidió estudiar peluquería. “Fue un cambio importante, pero también una oportunidad para explorar otra forma de creación”, comenta.
Desde entonces, entendió que la peluquería no era solo un oficio, sino un espacio de arte y transformación. “Siempre vi mi trabajo como algo más profundo. No es solo cortar o peinar; es entender a la persona que está enfrente, interpretar lo que busca y ayudarla a reflejar eso en su imagen”, explica.
“Siempre vi mi trabajo como algo más profundo. No es solo cortar o peinar; es entender a la persona que está enfrente, interpretar lo que busca y ayudarla a reflejar eso en su imagen”.
“El cabello es el marco del cuerpo”
Para este estilista, el cabello tiene un poder especial: es una herramienta para expresar quiénes somos y cómo nos sentimos. “El cabello es el marco del cuerpo y, en muchos casos, del alma. Cuando alguien decide cambiarlo, suele haber una historia detrás, una necesidad de mostrarse de otra manera o cerrar una etapa”, reflexiona.
En su salón, él presta atención a estos detalles. Escucha las historias de sus clientas y trabaja con ellas para encontrar el estilo que mejor refleje su personalidad. “No se trata solo de seguir tendencias. Es encontrar lo que hace que cada persona se sienta cómoda, auténtica y segura de sí misma”, afirma.
La revolución de las canas: un acto de empoderamiento
Uno de los temas que más ha captado la atención de Marcelo en los últimos años es el tratamiento de las canas. “Durante mucho tiempo, las canas fueron vistas como algo que había que esconder. Pero ahora estamos viendo un cambio: cada vez más mujeres eligen dejarlas al natural, y eso es algo que celebro”, comenta.
Por otra parte, destaca que este cambio no es solo una cuestión de estética, sino también de empoderamiento. “Dejar las canas es un acto de aceptación. Es decir: ‘Esto soy, y me siento bien con ello’. Es romper con los estereotipos de belleza que nos han impuesto durante tanto tiempo”, señala.
El estilista trabaja para acompañar a las mujeres en este proceso, ayudándolas a encontrar un equilibrio entre lo natural y lo cuidado. “Dejar las canas no significa descuidarse. Hay que trabajarlas, darles forma, asegurarse de que luzcan elegantes y armoniosas”, explica.
Estas imágenes forman parte de un ensayo
fotográfico de la propuesta de Marcelo.
Peluquería holística: un enfoque que conecta cuerpo y alma
Más allá de los cortes y los colores, Marcelo ha desarrollado una visión holística de la peluquería, donde la estética se combina con el bienestar emocional. “Muchas veces, las personas llegan al salón buscando algo más que un cambio de estilo. Quieren sentirse mejor, cerrar un ciclo o iniciar uno nuevo. Mi trabajo es acompañarlas en ese proceso”, comparte.
Este enfoque lo llevó a convertir su salón en un espacio de escucha y conexión. “A veces, el momento en el que lavo el cabello se convierte en una pequeña terapia. Las personas se relajan, se abren, y eso me permite entender mejor lo que están buscando”, comenta.
Marcelo considera que la peluquería puede ser una herramienta para sanar. “No soy psicólogo ni terapeuta, pero creo que el simple acto de escuchar puede marcar una diferencia. Cuando alguien siente que lo entienden, que están ahí para ayudarlo, el cambio va más allá del cabello”, reflexiona.
Historias que transforman
A lo largo de su carrera, el elitista ha vivido experiencias que han dejado huella en él. Una de ellas fue la historia de Mabel, una clienta que decidió dejar crecer sus canas durante la pandemia. “Ella llegó con muchas dudas, pero también con una determinación increíble. Fuimos trabajando juntos, probando diferentes estilos, y al final encontró un estilo que la hacía sentir fuerte y auténtica”, recuerda.
Otro caso que lo marcó fue el de una joven de 20 años que decidió no teñirse las primeras canas. “Fue inspirador. Ella me dijo: ‘Quiero que mi cabello cuente mi historia’. Esa frase me quedó grabada, porque resume lo que siempre he creído: el cabello es mucho más que estética; es identidad”, comparte emocionado.
"‘Quiero que mi cabello cuente mi historia’. Esa frase me quedó grabada, porque resume lo que siempre he creído: el cabello es mucho más que estética; es identidad”.
Mirando al futuro: nuevos proyectos y desafíos
Con una trayectoria consolidada, Marcelo ya está planificando los próximos pasos en su carrera. Entre sus proyectos, destaca la idea de trabajar con clientas más jóvenes que están redefiniendo los estándares de belleza. “Hoy hay chicas de 20 o 30 años que eligen no teñirse, y eso me parece fascinante. Quiero explorar qué las motiva y cómo puedo ayudarlas a sentirse aún más seguras de su decisión”, comenta.
Además, él está interesado en incorporar prácticas más sostenibles a su salón, como el uso de productos naturales y procesos que reduzcan el impacto ambiental. “La peluquería también tiene que adaptarse a los tiempos. No podemos ignorar la importancia de cuidar el medio ambiente en todo lo que hacemos”, afirma.
Un mensaje para quienes buscan cambiar
Al cierre de la entrevista, el estilista deja un mensaje para quienes están pensando en cambiar su look o explorar un nuevo estilo. “Anímense. El cabello crece, pero las emociones que trae un cambio pueden quedarse para siempre. No se trata de seguir modas, sino de encontrar lo que las haga sentir cómodas y felices consigo mismas”, reflexiona.
Con su enfoque cercano, creativo y profundamente humano, Marcelo Cristhian Smal no solo transforma cabellos, sino también vidas. Desde su salón en Resistencia, sigue demostrando que la peluquería puede ser mucho más que estética: un espacio de conexión, bienestar y autenticidad.