El siempre presente recuerdo de cuando el río se hizo canto

HISTORIAS QUE INSPIRAN08/09/2020Redacción QuintaesenciaRedacción Quintaesencia
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Una profunda herida se abrió en el corazón chamamecero hace 31 años y, aún después de todo ese tiempo transcurrido, sigue doliendo, sigue siendo presente. La pena fue causada por el siniestro vial ocurrido el 8 de septiembre de 1989 en Bella Vista (Corrientes), cuando el colectivo en el que viajaba un contingente de músicos cayó al río Paraná. Allí, perdieron la vida Zitto Segovia, Jhony Bher, Chango Paniagua, Daniel “Yacaré” Aguirre, Michel y Joaquín Sheridan, junto a los dos choferes del ómnibus.

Desde entonces, muchas líneas se han escrito, muchos minutos de aire radial y televisivo, fueron ocupados para ventilar ese dolor con la silente intención de curar tamaña desgracia. Este hecho también fue el tema central de un trabajo práctico de un grupo de alumnas de la carrera de Comunicación Social, dependiente de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Quintaesencia entrevistó a Natali Zacarías, quien fue una de las productoras de este documental, para conocer los que les significó llevar adelante esta realización.

“El documental se llamó ‘Y el río se hizo canto’ y giró en torno al testimonio de los sobrevivientes y de quienes estuvieron muy cerca de esta tragedia. Nuestro objetivo fue darle voz a los protagonistas de un hecho que marcó mucho a la cultura chamamecera”, señaló la joven comunicadora durante la charla.

En relación al motivo por el cual llevaron a adelante esta producción, comentó que fue elaborado para ser presentado como trabajo práctico de la cátedra de Teoría y Técnica Audiovisual II y, dijo que podría ser considerada como una continuidad de una primera producción realizada sobre la leyenda del Yerutí. “Y desde allí, nos quedó la intención de hacer un trabajo que tuviera relación con el periodismo y la cultura correntina”, contextualizó.

Sobre el tiempo que les demandó el trabajo de producción, relató que transcurrieron dos meses. “También tuvimos que viajar a Bella Vista para recorrer el lugar y contactarnos con los responsables del Ñande Cable, quienes nos proporcionaron parte del material utilizado en el documental, lo cual también fue muy especial ya que allí fue el último lugar donde actuaron los músicos. Además, obtuvimos un sinnúmero de material gráfico que nos aportaran los diarios capitalinos”, dijo Natali.

Sin dudas, atravesar una experiencia de este tipo dejan huellas y ella, lo ratifica. “Para mí, fue una oportunidad muy importante porque me permitió conectarme con la cultura correntina y con este hecho muy trágico, muy sensible. Por otra parte, también considero que tiene mucho valor la predisposición para contar y participar del documental por parte de cada uno de los entrevistados. En especial, porque remarcaban que era una forma de homenajearlos”, puntualizó.

El documental fue declarado de interés
por
la Cámara de Diputados de Corrientes
en el año 2019.

Además del valor académico del documental, también logró trascender el tiempo y el ámbito aúlico ya que fue presentado en diversos festivales chamameceros, en especial en Bella Vista, y en el mes de septiembre de 2019, fue declarado de interés por la Cámara de Diputados de la provincia al cumplirse 30 años de la tragedia.

“Creo que la trascendencia también se logró porque es un tema muy sentido para el corazón chamamecero, más allá de que siento que quedan muchas historias en torno a este hecho. También me parece que fue muy importante que hayan sido ellos los que contaron y que nosotras, sólo nos hayamos constituido en facilitadoras o mediadoras del relato”, agregó.

En relación al trabajo de producción en sí, Natali comentó que fue fundamental el trabajo de equipo y para lo cual se definieron los roles de cada una de las integrantes. “Pero además fue un gran ejercicio a la hora de definir qué se quería contar, cómo se quería contar porque al ser un hecho trágico y a la vez sensible, nos obligó a ser muy rigurosas a la hora de llevar a cabo las entrevistas, en especial porque no queríamos provocar ninguna sensación que tenga que ver con el morbo y demás, por todo ello, fue un gran entrenamiento en lo personal, lo emocional y en lo técnico”, señaló.

Además de Natali, el equipo de trabajo estuvo integrado por Ornella Tirabosco, Celeste González, Verónica Mendelovich, Clara Martínez. La asesoría técnica estuvo a cargo de Juan Manuel Aspiazú.

Aquí te dejamos el link del documental realizado por las integrantes de la productora Quinta Pata:


 

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