La magia del bosque hecha sahumerios y sahumos

Sahumar, prender sahumerios, encender cascaritas, hierbas medicinales y demás, es una práctica ancestral que siempre estuvo presente en todas las culturas, pero la velocidad de “los tiempos modernos”, junto con la mala prensa que, hecha en los últimos siglos, hizo que dejara de estar presente en los hogares. No obstante, de un tiempo a esta parte comenzó a ganar espacio en distintos ámbitos y para ellos, las redes sociales se convirtieron en un trampolín para visibilizar estas prácticas. Y Quintaesencia tuvo la oportunidad de encontrar a una alquimista que se especializa en la elaboración de estos productos y aquí, compartimos un poquito de su historia.

Su nombre es Alice Favre, nació en Paso de los Libres, pero hace aproximadamente 11 años, vive en Corrientes capital. Empezó a producir y comercializar sahumos desde fines del 2021, más allá de que mucho antes comenzó de generar este tipo de alquimia. Pero la posibilidad de empezar a ocuparse más en serio cuando hace un par de años andaba de mochilera y voluntaria en hostels por Uruguay.

"Surgió la posibilidad de ir a trabajar en esos lugares, pero no me gustaba el trato que recibía, en especial en la temporada de verano. Entonces decidí empezar a vender esto que yo hacía para mi uso personal y a quienes les regalaba me decían que les gustaba mucho. Me animé y empecé a producir en mis ratos libres y los comercializaba en la playa o en algún otro lugar. Después se dio la posibilidad de seguir viajando y decidí sostener este emprendimiento", contó Alice.

-¿Cuáles son los insumos que utilizás para hacer tus productos?

-Lo más básico son las hierbas y las flores que siempre trato de comprar en distintos lugares, en especial a pequeños productores agroecológicos. Varios de ellos por ejemplo son de Chaco, quienes cultivan romero, lavanda, salvia y demás.

-¿Cómo te fuiste contactando con ellos?

-Y es el resultado de la contínua búsqueda, en especial hago foco en conseguir productos naturales y respetuosos con el medio ambiente. Ese es también uno de mis objetivos, que mis productos provengan de un ambiente amoroso y armónico con su entorno.

-¿Qué significa para vos poder llevar adelante este emprendimiento y sostenerte con él?

-Tiene un significado muy profundo porque me permite compartir con las personas, herramientas que, en más de una oportunidad, me salvaron porque me permitían generar ambientes de paz, un clima de relajación y armonía. Pero, además, porque se convierten en instrumentos en encuentros de sahumo y ceremonias, o mis clases de yoga, porque también soy profesora de yoga. Entonces, por ejemplo, cuando voy a dar una clase y siento que es necesario activar determinada emoción, utilizo un determinado aroma al cual considero como el ideal para ese momento. Además, siento que es una poderosa herramienta para cuando necesitamos anclarnos a la tierra, enraizar, estar más presentes.

-¿A qué te referís cuando decís que en más de una ocasión te salvaron?

-Porque como todos, en este tiempo, andamos corriendo de aquí para allá, estresados y con la mente a mil revoluciones, pero yo sé que llego a mi casa que enciendo un sahumito de lavanda con copal, o manzanilla, y me siento un rato a respirar, logro estabilizarme, sentirme a salvo. Entonces para mí como una llave para calmarme y lograr armonizarme.

-¿Qué te dicen quienes ya son compradores habituales?

-Al principio, para muchos era como un poco raro encontrar un puesto con estos productos en una feria, más aún porque las formas son diferentes, son muy coloridos, tienen hierbas. Más aún cuando les voy contando para qué sirven, en qué situaciones se pueden utilizar, entonces parece que se sorprenden porque entienden que no es sólo para lograr que un determinado espacio tenga un buen aroma, sino que es momento que uno se regala para estar y sentirse mejor. Por eso creo que también muchos vuelven a comprarme, algunos inclusive me dicen que cuando encienden un sahumo o un sahumerio hecho por mí, lograr equilibrarse, calmarse.

-¿Qué te genera este tipo de comentarios?

-Me lleva a tomar con mucha más responsabilidad esto que hago, me lleva a estar mejorando continuamente, de tratar de dar siempre lo mejor y estar atenta a no estancarme, ni tampoco buscar tener más volumen de producción en detrimento de la calidad. Más aún en este tiempo en que siento que más personas buscan este tipo de productos, tanto que casi ya es una necesidad, entonces siento que dejo de ser una simple vendedora y me veo en la obligación de dar lo mejor.

-¿Sentís que de alguna manera ser alquimista de estos aromas, es tu misión en este momento?

-¡Sí, sí! Creo que, si estoy logrando sostenerlo a pesar de las crisis y demás cosas que suceden alrededor, es porque está muy alineado con mi camino de vida. Siento que sin querer encontré un sostén eonómico en lo que es mi camino de vida, junto con las clases de yoga y meditación que tengo la posibilidad de dar. Pero, además, me da mucha alegría de haber seguido en este camino porque la verdad es que soy autodidacta, entonces siento que está bien lo que estoy haciendo y si genero algunos cambios en algunas de las formulas, siempre tiene que ser para mejorar.

Ante la pregunta de por qué decidió hacer referencia al bosque en el nombre del emprendimiento, comentó que vivió y trabajó bastante tiempo en la Patagonia argentina y que las montañas, siempre están presentes en ella y con ella, pero como no posee ninguna relación con nuestra geografía, decidió utilizar esa palabra.

Si querés conocer más sobre los productos de Alice, podés pasar por su cuenta de Instagram: Sahumerios La Magia del Bosque.

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