Pellegrini, el lugar en el mundo de una mujer que soñó y creó una propuesta turística

Ella es una mujer que nació y se crió en pleno centro de la capital de Corrientes, pero hace un poco más de tres décadas se enamoró de un hombre cuya familia poseía una arrocera en Mercedes, casi en el corazón de la provincia, que cuando se casó, se fue a vivir con su compañero a Colonia Carlos Pellegrini, el pueblo próximo al emprendimiento productivo.

"Casi desde que llegué, me sentí a gusto aquí. Y ese sentimiento se fue afianzando con el paso del tiempo, tanto que siento que este es mi lugar en el mundo, aquí cerquita de la laguna Iberá, en los esteros", dijo Taty Drews a Quintaesencia, en el inicio de una charla telefónica de varios minutos, pero sin apuros, como en el pueblo.

Al tiempo de haberse instalado allí, Walter -su esposo- construyó una casa "humilde, pero con las comodidades mínimas", recordó. Con el tiempo, su familia política decidió vender la arrocera, pero la idea de irse de ese "pueblito azul", como lo bautizó el paí Julián Zini, no estaba en los planes.

"Entonces algunos amigos comenzaron a pedirme que les alquilara la casa o alguna habitación, porque venían a trabajar; también se fueron sumando algunos biológos que buscaban un lugar para instalarse mientras investigaban. Les dije que sí y ahí empecé a ver la veta porque, hasta ese momento, no había propuestas sencillas y accesibles en alojamientos en Pellegrini. Ya había un par de hosterías, pero estaban pensadas casi en exclusividad para turistas extranjeros y ninguno de sus propietarios era correntino", recordó Taty.

Al visualizar ese escenario y comprender que era necesario sumar una propuesta sencilla y accesible, empezó a adecuar la construcción e ir sumando habitaciones y servicios. Así nació la Posada Rancho Iberá. "Le pedí un préstamo a mi marido y fui juntando para empezar a armar el emprendimiento. En forma lenta y paulatina, fuimos creciendo, pero –además- instalando nuestra propuesta de brindar servicios accesibles porque hasta hace muy poco, existía el preconcepto de que venir a Pellegrini para conocer los Esteros era sólo para un determinado sector de la sociedad y con un alto poder adquisitivo. Y no es así, afortunadamente, en este último tiempo esa idea se revirtió, pero, además, hay una amplia y excelente variedad de ofertas. Lo que no es sencillo es llegar hasta acá porque no hay servicio de transporte, pero de ahí en más, hay propuestas para todos los bolsillos", contó Taty.

Taty y Walter Drews.

El emprendimiento tiene casi una veintena de años, tiempo en el que fue sumando más comodidades y servicios, como también generando fuentes de trabajo. "Porque a medida que íbamos creciendo, por supuesto, también necesitaba contar con ayuda y es así que se fueron sumando las personas que limpian, cocinan, hacen el mantenimiento del patio, como también quienes hacen las visitas, los paseos por la laguna y demás", enumeró.

Crecer en comunidad

El compromiso y la militancia por y para el mejoramiento de la comunidad y del sector turístico en particular, la llevó a ocupar la presidencia de la Cámara de Turismo de Pellegrini. "Fue un tiempo que me demandó mucho esfuerzo porque tenía que participar de muchas actividades en nombre de la entidad, lo que significaba viajar mucho pero siempre lo hice con el convencimiento de que era en beneficio de todos quienes brindamos servicios y en definitiva, para todo el pueblo", reflexionó Taty.

Y es que el crecimiento de las ofertas y alternativas fueron generando puestos de trabajo que, a su vez, demanda mano de obra local y calificada. "Así que junto con el Ministerio de Turismo se organizaron un sinnúmero de cursos y capacitaciones para los vecinos interesados en trabajar como mozos, mucamos, además de albañilería y carpintería, por ejemplo. No nos olvidemos que siempre hay mantenimientos que hacer", aseguró Taty.

Según contó, hace pocos años, muchos de los habitantes del pueblo debían emigrar en búsqueda de trabajo. "Hoy en día, esto ya casi no sucede, tanto es así que son muchos los que se fueron y volvieron para iniciar un emprendimiento para brindar servicios a los turistas, ya sea como guía o abriendo un comedor, por ejemplo", señaló.

Con entusiasmo, dijo que conoce muchas historias de parejas jóvenes que trabajando en las posadas o en otras actividades relacionadas al rubro turístico, pudieron hacer sus casas y dotarlas de las comodidades mínimas. "¿Cuántas son las personas que hoy pueden darse ese lujo entre comillas? Pero aquí, esto sucede porque el crecimiento del pueblo fue en aumento", contextualizó.

Iberá, una laguna inmensa de horizonte lejano.

Cambio cultural
Para Taty, los cambios que se dieron en Colonia Carlos Pellegrini en estos años fueron muy importantes. "En especial para las mujeres porque el crecimiento del pueblo y el desarrollo del turismo sustentable, fue fundamental porque les permitió poder trabajar, ser independientes y les fortaleció la autoestima. Hoy, ellas están en ingualdad con sus maridos, que también trabajan en alguna actividad relacionada al turismo. Esto es muy significativo porque estamos hablando de la dignidad de una persona, no sólo por lo que implica para sí misma, sino también para sus familias".

Resaltó lo importante que es este tipo de cambios desde el punto de vista de la confianza y la autoestima. "Por ejemplo, hay mujeres que armaron un comedor en su casa en el que sirven platos típicos, comida rica y abundante, con ese emprendimiento pudieron criar y educar a sus hijos, quienes en muchos casos son los que hoy están al frente del negocio", contextualizó.

A eso -según contó-, se le debe sumar que desde hace un par de años, el pueblo cuenta una escuela secundaria, además de una tecnicatura en Turismo y otra en Gastronomía. Es decir, también se fueron sumando propuestas para que los jóvenes se puedan capacitar y trabajar allí. 

Pandemia

Ante la consulta de cómo afrontó la imposibilidad de trabajar por varios meses a raíz del aislamiento social y preventivo por la pandemia del Coronavirus, Taty comentó que no fue sencillo, que junto a su marido hicieron frente a la situación metiendo mano a los ahorros, "pero no me quejo, porque sé que esta situación va a pasar, que vamos a seguir trabajando. Lo más importante para mí es que en todo este tiempo, ninguno de nosotros padeció la enfermedad, con decirte que se registraron poquitos casos y que cuando se lo diagnosticaron, se aislaron y se evitó el contagio. Eso es muy valioso para nuestra comunidad, habla también de la solidaridad entre nosotros".

En relación a qué espera para los próximos meses para ella y Rancho Iberá, Taty dijo que sueña con podr trabajar con normalidad y sin sobresaltos. "Por ejemplo, nosotros por ahora trabajamos con la mitad de la disponibilidad de camas porque creemos que es lo mejor para cuidarnos y cuidar a los turistas. Entonces mi anhelo es que, pronto, todos podamos volver a cierta normalidad, no sólo por nuestras economías, sino también porque queremos que cada vez más gente venga a conocer Iberá".

En relación a la pregunta de qué le diría a cualquier correntino para animarlo a viajar a Pellegrini, Taty dijo: "Querría que dejen de lado ese concepto de que esto sólo es para extranjeros, no es así, acá encuentran ofertas muy económicas, inclusive hay un cámping municipal que tiene todas las comodidades necesarias, asi que sólo hay que animarse a venir. Estoy segura que no se van a arrepentir, poder estar en contacto con esta belleza natural, no tiene precio", concluyó. 

Para conocer más sobre este emprendimiento, pueden visitar su cuenta de Instagram: rancho_ibera o ingresar a su página web http://www.posadaranchoibera.com.ar/.

Iberá, el lugar en el mundo de Taty.