Espacios de trabajos inclusivos para usuarios de un hospital de salud mental
HISTORIAS QUE INSPIRAN28/04/2024María del Carmen Ruiz DíazUn equipo de terapeutas del hospital de salud mental "San Francisco de Asís" de la ciudad de Corrientes, están llevando a cabo una serie de proyectos sociolaborales que tienen por finalidad, la inclusión laboral de usuarios de ese servicio En una entrevista con Quintaesencia, la licenciada en Psicología y una de las coordinadoras de estas iniciativas, Mariana Repetto, contó la implicancia de los mismos como también las distintas etapas que fueron desarrollando.
-Mariana, contanos ¿de qué se tratan estos proyectos?
-Son proyectos colectivos a cargo de un equipo de colaboradores interdisciplinario que trabajamos en el hospital de salud mental y fueron desarrollados como emprendimientos socios laborales de inclusión social para personas con alguna discapacidad, que son usuarios de este centro de salud. Estas propuestas tienen por finalidad que ellos puedan incluirse a partir de un hacer de un trabajo y desde el 2021, funciona el primero que armamos y que se llama Bibliobar y funciona en el Centro Cultural Universitario (de Corrientes capital) y el año pasado armamos otro emprendimiento que se llama Checafé que está ubicado en un espacio de coworking. En la actualidad, entre ambos hay 20 personas trabajando. Después tenemos otros proyectos, como a una tienda de mascotas donde también trabajan 10 personas más y que tiene la misma característica de emprendimientos socio laborales.
-¿Qué los impulsó a desarrollarlos?
-Al desarrollar nuestras tareas en el hospital de salud mental, nos dimos cuenta que por ese espacio, pasan personas que siempre van a ser registrados como enfermos o pasan, por ejemplo, las personas con discapacidad hacen su paso por instituciones de tipo pedagógica, donde siempre tienen que aprender algo, pero nunca pueden circular por otros espacios donde puedan mostrar o dar cuenta de lo que sí pueden hacer porque -precisamente- esos lugares en cierta medida restringen las potencias de estas personas. También debemos tener presentes que -en muchos casos-, estas personas tienen determinado padecimiento mental para lo cual toman medicaciones muy fuertes. Pero también tienen un montón de posibilidades y, una vez que siguen su tratamiento, pueden adecuarse a una a una vida social laboral. Solo se debe contemplar que los espacios estén preparados, adecuados a sus características, que en suma no es más que respetar lo que todos querríamos de un trabajo como respetar los tiempos de cada uno y demás.
-¿Cómo fue el proceso de armar estos emprendimientos?
-Fue arriesgado porque es la primera experiencia en Corrientes, entonces animarse a hacerlo, cuidar la forma, implicó un proceso. Nosotros imaginamos todo ese proceso desde un lugar de horizontalidad cooperativo, entonces fue un aprendizaje no solamente para quien va a hacer el café o quién va a estar en la cocina, si no es un aprendizaje de todo el equipo porque también hubo que definir roles diferenciados. Para eso nos fuimos capacitando, desde aprender a hacer café, cocinar, preparar un licuado; buscar gente que nos pudiera enseñar todo eso, trabajar en las habilitaciones bromatológicas, entre tantas. Mucha gente colaboró y lo sigue haciendo. Otro tanto ocurrió con el kiosco que funciona dentro del hospital y que está a cargo de gente del hospital de día.
-Sin dudas implicó un cambio de vida para quienes trabajan allí, ¿verdad?
-Y es que el trabajo es un regulador de la vida adulta. Cualquiera de nosotros organiza su circulación en función de los intercambios con otras personas. Muchas de las experiencias de gratificación, de frustración y demás, están relacionadas al trabajo y todos los trabajadores de estos proyectos, son personas a quienes se les había sustraído esa posibilidad. Si no estuvieran estos emprendimientos estarían en su casa porque no hay otras alternativas o espacios de circulación. Por esa razón, estas iniciativas tienen una rigurosidad que implica cumplir un horario, respetar las formas, pero también toda la consideración que merece cualquier persona a la hora de trabajar.
"...el trabajo es un regulador de la vida adulta. Cualquiera de nosotros organiza su circulación en función de los intercambios con otras personas."
-¿Cómo es en el día a día?, ¿cómo se organizando?
-Están divididos por turnos cada equipo tiene tres o cuatro turnos depende de las necesidades y en total, son 20 personas las que están trabajando.
-La experiencia adquirida en este tiempo, estimo que les permite ir pensando en otros proyectos más….
-Sí, siempre estamos pensando en qué más. Más allá de que espacios no son terapéuticos, pero tienen esos efectos, vemos cómo les cambia la cara porque se relacionan con el otro de otra forma, desde otro lugar. Esto nos permite identificar que este es el camino, que es por acá porque la forma en ser mirado como alguien que produce, los hace sentir orgullosos en especial porque era algo que le estaba vedado por cuestiones de prejuicio, entre otras razones, entonces tienen muchos efectos positivos para la persona.
-¿Cuáles son las primeras evaluaciones de estos emprendimientos?
-La verdad no me preocupa la evaluación por decirlo de alguna manera, me preocupa el hacer y el sostener estas propuestas en tanto y en cuanto responda a las necesidades del grupo. Me interesa hacer lo mejor posible y lo hacemos con responsabilidad, porque nos gusta y por eso lo sostenemos; el día que ya no podamos disfrutar de esto, no veo la razón de seguir sosteniéndolo.