El impacto de las especies exóticas en los ecosistemas correntinos
VIDA SUSTENTABLE17/11/2024Redacción QuintaesenciaEn la provincia de Corrientes, un problema medioambiental está captando la atención de autoridades, científicos y vecinos: la presencia de especies exóticas que alteran el equilibrio de los ecosistemas locales. Especies invasoras como el tulipanero africano, que perjudica la biodiversidad y las abejas, hasta animales como el jabalí y el ciervo axis, alteran los ecosistemas y generan perjuicios tanto para la naturaleza como para las actividades económicas.
El concejal de Santa Ana, Roberto Benítez Leconte, y el director de Recursos Naturales de la provincia, Agustín Portela, están al frente de distintas iniciativas que buscan controlar y mitigar estos efectos. En sendas entrevistas realizadas en el programa Mirá Corrientes, tanto el edil como el funcionario remarcaron la importancia de actuar de manera planificada, involucrando a todos los sectores afectados.
El tulipanero africano, un enemigo silencioso
En Santa Ana, la lucha contra el tulipanero africano está en marcha. Este árbol, conocido por sus vistosas flores, ha resultado ser una amenaza para las abejas, indispensables en la polinización. “Como jardinero, noté que las flores de esta especie estaban afectando a las abejas. Comenzamos a investigar con científicos como el doctor Rodrigo Cajade y la doctora Florencia Ayala, y confirmaron que es un problema grave para la biodiversidad”, explica Roberto Benítez Leconte.
El tulipanero tiene un crecimiento acelerado y una gran capacidad de adaptación, lo que lo convierte en un competidor agresivo para las especies nativas. La solución planteada en Santa Ana, mediante una ordenanza municipal, incluye la erradicación gradual de estos árboles y su reemplazo por especies autóctonas. “El plan tiene un plazo de dos años. Los vecinos están colaborando muchísimo, incluso en terrenos privados. La Municipalidad se encargará de retirar los árboles y plantar otros que sean nativos de la región”, detalla Benítez Leconte.
La educación ha sido clave para ganar apoyo. “Realizamos charlas en la Escuela Agraria, donde los estudiantes, muchos de ellos apicultores en formación, entendieron la gravedad del problema. Es fundamental que las nuevas generaciones se involucren en estas cuestiones”, reflexiona el concejal.
El mirto, la especie que daña a los cítricos.
El desafío de los jabalíes y ciervos axis
Por su parte, Agustín Portela aborda un problema igual de complejo: el impacto de los jabalíes y los ciervos axis en Corrientes. Estas especies no solo dañan los cultivos y los ecosistemas, sino que también representan un riesgo para las especies nativas. “El jabalí es una problemática que afecta a toda Sudamérica. No se puede erradicar completamente, pero sí podemos controlar su población”, señala Portela.
Para lograr esto, la estrategia incluye caza controlada y el aprovechamiento de la carne. “Estamos trabajando en la implementación de mataderos que garanticen la seguridad sanitaria de la carne de jabalí. Esto no solo ayuda a controlar la población, sino que también genera un uso responsable de los recursos”, explica.
En cuanto al ciervo axis, ya se están explorando propuestas gastronómicas en zonas como Curuzú Cuatiá. Sin embargo, Portela advierte que estas iniciativas deben manejarse con cuidado. “Es necesario establecer protocolos claros que aseguren la calidad y sanidad del producto, y evitar riesgos para los consumidores”, aclara.
Especies acuáticas, un peligro oculto en el río Paraná
El impacto de las especies exóticas no se limita a la tierra. Portela advierte sobre la presencia de especies híbridas en el río Paraná, que podrían desplazar a los peces autóctonos y alterar el ecosistema acuático. “Estas especies pueden causar daños irreparables. En Brasil, la piscicultura en aguas abiertas ha facilitado su expansión, y eso también nos afecta en Corrientes”, alerta.
El director destaca la importancia de la cooperación regional. “Estamos trabajando con otras provincias y países para unificar normativas y controles. Este esfuerzo colectivo es fundamental para proteger el ecosistema del río Paraná”, asegura.
Planificación y conciencia: la clave del éxito
Tanto Benítez Leconte como Portela subrayan que la educación y la planificación son esenciales para abordar esta problemática. “En Santa Ana, el compromiso de la comunidad ha sido fundamental. Es un ejemplo de cómo, con la información adecuada, la gente puede ser parte de la solución”, dice Benítez Leconte.
Portela, por su parte, enfatiza la importancia de la colaboración entre sectores. “Es crucial que los productores, los municipios y los científicos trabajen juntos. Este no es un problema que se pueda resolver de forma aislada”, advierte.
Ambos coinciden en que este esfuerzo debe mantenerse a largo plazo. “Cuando una especie invasora se establece, no desaparece. Solo podemos controlar su impacto y prevenir que la situación empeore”, afirma Portela.
“Cuando una especie invasora se establece, no desaparece. Solo podemos controlar su impacto y prevenir que la situación empeore”.
Un ejemplo para la región
El trabajo que se está realizando en Corrientes está inspirando a otras provincias. En Misiones, localidades como Apóstoles están siguiendo un camino similar para erradicar el tulipanero africano. “Esto demuestra que no estamos solos en esta lucha. Compartir experiencias y estrategias nos fortalece como región”, comenta Benítez Leconte.
Además, el director de Recursos Naturales adelanta que se están investigando otros problemas, como el impacto del mirto en los cítricos. “Es otro ejemplo de cómo las especies exóticas pueden afectar gravemente nuestra economía y biodiversidad. Estamos trabajando con científicos para encontrar soluciones efectivas”, concluye Portela.
Un llamado a la acción conjunta
El futuro de Corrientes depende de cómo se enfrenten estos desafíos. Tanto Roberto Benítez Leconte como Agustín Portela creen firmemente en la capacidad de la comunidad para marcar la diferencia. “Esta no es solo una lucha ambiental; es una cuestión de preservar nuestra identidad, nuestra cultura y nuestra forma de vida”, afirma Benítez Leconte.
En última instancia, la protección de la biodiversidad es una responsabilidad compartida. “No podemos bajar los brazos. Este es un esfuerzo de todos, desde el productor hasta el ciudadano común. Y juntos podemos lograr que Corrientes siga siendo un lugar donde la naturaleza y las personas puedan convivir en equilibrio”, finaliza Portela.
Escuchá aquí el extracto de las entrevistas: