Aire Radioteatro, la magia de contar historias para todas las edades

GENERAL22/08/2021María del Carmen Ruiz DíazMaría del Carmen Ruiz Díaz
air
Cuerpo y pasión en el ensayo de un radioteatro.

Puede ser una frase cliché, pero no por ello dejar de ser cierta: "La radio tiene magia". Y esa idea caló muy profundo en Antonella Piersalti en sus primeros años de vida allá en su Noetinger natal, en la provincia de Córdoba. Cuando concluyó sus estudios, viajó a Buenos Aires para estudiar locución en el Instituto Superior de Radiodifusión (ISER) y, en paralelo, teatro. Allí, en la capital del país, tuvo la oportunidad de vivir y disfrutar de ambas pasiones hasta que, en marzo del 2020, Argentina también declaró el aislamiento social y preventivo ante la pandemia del Coronavirus.

Esa situación lo cambió todo. Tanto que generó la oportunidad para que Anto diera riendas sueltas a Aire Radioteatro, la primera plataforma exclusiva del país para escuchar teatro y difundir las obras de nuevos autores. En una charla con Quintaesencia, la joven contó detalles de una propuesta que busca contar buenas historias.

¿Cómo se dio tu relacionamiento con la radio?

En la ciudad en la que nací, la radio tenía mucha presencia. Tanto es así que, durante toda mi escuela primaria, había mucha articulación con la radio, pero además el teatro siempre tuvo mucha presencia. Creo que esto fundamenta mi pasión por ambas disciplinas. Entonces cuando surgió la idea en mi cabeza, no era tan raro ni extraño porque la génesis del proyecto viene desde lejos.

¿Cómo surge Aire Radioteatro

Fue durante la pandemia, siento que esta situación nos atravesó a todos y ante eso, creo que nos queda sólo posibilidad de adaptarnos, no resistir porque es algo que nos trasciende. Entonces, entendiendo esto, me adapté rápidamente a la “normalidad” de dar clases de radioteatro, porque la tecnología fue algo que siempre me atrajo. A esto, le debo sumar el hecho que hacía un tiempo sentía como cierta inquietud de hacer algo más grande por el género, además de dar clases.

Y entonces surgió la idea de armar Aire con la intención de ser una herramienta que le permita a la gente encontrar mejores experiencias para la vida.

Ante esta sensación de que era por ahí y de que era lo que quería hacer, decidí empezar por la base, que es el armado de una plataforma para lo cual debía hacer una inversión porque era necesario contratar a profesionales que pudieran hacer la programación que funcione y sea, entendible y fácil para acceder para todas las edades.

antoAntonella Piersanti, fundadora
y motor de Aire Radioteatro.

¿Y qué movió a Antonella como ser humano embarcarse en este desafío?

Un poco la necesidad de aprender cosas nuevas para adaptarme a estos cambios tan disruptivos que, por ejemplo, provocaron que no fuera posible hacer mi trabajo. Es, en definitiva, la adaptación y resistencia para seguir haciendo lo que mueve, porque creo que el mundo se mejora en función de la gente que ama lo que hace.

A ello también debo sumarle mi pasión por el teatro porque como actriz y docente, siento que faltan más espacios de profesionalización del género, y eso a su vez me impulsa a llevar adelante Aire. A lo que sumo mi anhelo de crear fuentes de trabajo, por lo que decidí juntar fuerzas para hacer ese lugar que no me dan.

¿Cómo es la organización del trabajo en Aire Radioteatro?

Son varias áreas o grupos. Una de ellas es la de curaduría que tiene la misión de hacer la revisión de las obras que nos llega; otra que se encarga de la programación o sostenimiento técnico; otra que se encarga del diseño gráfico multimedia, y también está Aire en la Escuela, que tiene a su cargo el servicio de llevar el radioteatro a las aulas para ponerlo al servicio de la educación y que, les permita a los chicos conectar con otras cosas "bajando un cambio", si se quiere.

A través de la plataforma, buscan acercar la herramienta del radioteatro a las escuelas.

Una vez que diste forma a la idea, ¿cómo fue estructurarlo como proyecto económicamente sustentable?

En principio empecé a trabajarlo con el Canvas que te permite plasmar un poco la idea de cómo llevar adelante el emprendimiento y estructurar un modelo de negocios. Pero también fui entendiendo que esa es una idea de cómo desarrollarlo y que a veces, no condice con la realidad por un montón de situaciones. No obstante, es necesario contar con esta herramienta.

Más allá de eso, los lanzamientos de las obras se realizan con un mes o mes y medio de diferencia entre ellos porque el acceso a los fondos públicos y privados en los que se presentó el proyecto, aún están en concurso. Por esta razón tuve que diseñar una etapa de riesgo personal para lo cual solicité un préstamo personal para lanzarlo y empezar a andar, a mostrar lo que tenemos para dar.

Y con el tiempo, entre otras formas de sostenimiento económico, queremos desarrollar un modelo de suscripción para que los oyentes tengan acceso a más obras.

¿Cuál es el mayor anhelo a alcanzar para Antonella con Aire Radioteatro?

Poder aportar a la educación, es decir que llegue a la escuela para que sea un recurso didáctico más para los docentes a la hora de educar. Para ello es imprescindible que los chicos puedan acceder a la tecnología.

¿Es posible para cualquier persona acercarles a ustedes una propuesta para desarrollar un radioteatro?

Sí, sí. Por supuesto que sí. Es posible que cualquier persona nos acerquen obras, las evaluamos y vemos qué posibilidades tenemos para llevarlas adelante. De hecho, en este momento estamos ensayando varias obras para las distintas categorías (niños, adolescentes y adultos), porque queremos llegar al verano con una importante cantidad de trabajos ya colgados en la web y disponibles.

Así que todo aquel que quiera acercar su propuesta, no tiene más que ingresar a aireradioteatro.com y contactarse con nosotros.

En estos primeros meses recorridos de la plataforma, ¿tenés alguna devolución de parte de los oyentes que haya confirmado que van por la senda correcta?

¡Sí! En este tiempo fuimos logrando una buena interacción con los oyentes que nos dicen que escuchar las obras les permitió conectarse desde otro lugar. Una de ellas, por ejemplo, fue la de un abuelo que nos contó que escuchó dos veces la obra Mate de Luna y le había gustado tanto, que un día reunió a sus nietos y los hizo escuchar; cuando terminó, charlaron sobre la obra y él los hizo dibujar. Nos dijo que fue uno de los momentos más maravillosos que pudo compartir con ellos. Y haber aportado nuestro granito de arena para lograr eso, nos emociona. 

 Sin dudas, la voz, las palabras y las historias, mantienen intacta la magia de conmover y entrelazar sentires a través del éter. 

 

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