Hola soy Tona Galvaliz, hoy quiero compartir con vos esta nota, para la revista Quintaesencia.
El tema de hoy es: ¡No te desanimes!, Confía y ten fe.
“Recuerda que lo que creemos de creencia, creamos de realidad”.
Lo único real es el cambio, vivimos en una permanente transformación; esto representa muchas veces una fuerza que nos desacomoda de lo acostumbrado y hasta nos desorienta.
Pero este impulso natural, que nos da de lleno, nos introduce en un constante proceso de re-construcción individual y colectiva, para evolucionemos y mejoremos como especie humana.
Dentro de este contexto movilizador, alguien podría hacer una lectura diciendo que, el mundo está en quiebra, en crisis, sin un norte teñido de esperanza; pero, déjame decirte que no está dicha la última palabra; porque un diagnostico no es un pronóstico y menos un veredicto.
Cuando algo comienza a no ser funcional, claramente es un indicador de que hay que buscar otras mejores maneras, y muchas veces; para ganar hay que perder.
Perder se podría entender como el desapegarnos de cosas, situaciones, maneras, practicas, personas, acostumbradas y conocidas, dejando ir lo que ya no va, lo que ya no funciona, para volver a comenzar y construir algo nuevo. ¡Hoy estamos parados acá!
Esto del desapego figurativamente sería como una especie de otoño, con sus podas y perdidas de follajes, para volver a crecer con entusiasmo y con vitalidad.
Es en ese juego dialectico del devenir, de un texto con un contexto, en que vamos recorriendo las cuatro estaciones “existenciales”, y así transcurre la vida.
Podríamos decir también que todo suma para quien sabe captar las oportunidades, y esto depende del observador que cada uno está siendo.
En este transcurrir hay que tener presente tres cosas:
“La Esperanza” es desear que algo bueno suceda.
“La Fe” es creer que va a suceder, y
“La valentía” es hacer que suceda.
Todos; vos y yo, tenemos en nuestras manos el poder de elegir, de decidir cómo actuar en consecuencia, para ir por eso que anhelamos.
Y a esta capacidad de elegir el propio destino se llama “LIBRE ALBEDRIO”, donde cada quien se asume y se hace cargo, responsabilizándose de sí mismo, tomando en las propias manos, la propia vida.
Pensar, sentir y actuar tienen que estar en la misma línea, eso vivir con coherencia, para conseguir esa realidad deseada.
Son nuestras decisiones puestas en acciones de valor la que dan vida a las circunstancias que vivimos.
Porque somos los hacedores y los protagonistas de lo que nos sucede, somos lo que hacemos que las cosas pasen.
Porque la vida se nos da para vivirla con entusiasmo, motivación y disfrute.
Estamos todos invitados a Crear esos espacios agradables, saludables, nutritivos, sustentables, haciendo de la vida un hermoso lugar donde vivir.
No permitas que el desaliento, la tristeza, el desánimo, la confusión, te quiten la fortaleza, la esperanza, la fuerza de la motivación para construir un mundo y vida mejor.
No te entregues ante las caídas, los golpes, los fracasos; levántate, seguí intentando, trabaja por tus sueños.
No bajes los brazos, no te rindas. La vida cuenta con vos y espera que te realices con plenitud.
Son tiempos de grandes cambios, en las formas, en los ritmos, en las modalidades, en las prioridades.
Y, resistir es persistir, no te aferres al pasado que ya no está.
¿Entonces como recuperar el ánimo, la confianza, la fortaleza, el entusiasmo, para caminar dando pasos seguros y confiados?
Bueno, camina más lento, en el sentido literal y simbólico, da un paso a la vez, solo existe el ahora, mira hacia adentro con fe y bucea en tu interior y detecta esos principios, tus valores que te definen, y lo que no estás dispuesto negociar.
Confía, accioná, muévete, avanzá, dá el primer paso y recorda que:
“La Esperanza” es desear que algo bueno suceda.
“La Fe” es creer que va a suceder.
“La valentía” es hacer que suceda.
¡Sigamos juntos en esto, te mando un beso inmenso y hasta la próxima!