Para el viaje que iniciamos necesitamos reconocer, habitar y celebrar nuestro lugar en el camino.
Hay dos formas de viajar.
El turista va en busca de lo bello, lo inspirador, lo que lo atrapa del lugar que recorre. No pierde tiempo en los lugares que no valen la pena y de seguro los hay.
El espía, sin embargo, va en busca de las debilidades, de las desnudeces del lugar, rebusca para ver dónde se quiebra, lo que falta y de qué manera vencer a ese enemigo.
Necesitamos una guía para seguir el itinerario y es certero planearlo a partir del establecimiento de objetivos y características del segmento al cual se proyecta. Debe ser entendido como un camino para ser recorrido y enriquecido con el acompañamiento de un mapa.
Estamos inundados por sugerencias sobre lugares a donde debemos ir, pero oímos poco sobre cómo hacerlo. Esto, habitualmente, sucede en lo que a nuestra nutrición se refiere.
Comencemos a trazar el itinerario en el mapa.
Hay 4 leyes fundamentales de alimentación que deseo que tengas en cuenta al comenzar este viaje:
1. Ley de la Cantidad: “La cantidad de la alimentación debe ser suficiente para cubrir las exigencias calóricas del organismo y mantener el equilibrio se su balance”.
Esta ley abarca dos conceptos:
Exigencias calóricas: Al cubrirlas surge el concepto de requerimiento calórico que se expresa como valor calórico total (diario). Es decir, el cuerpo debe reponer la cantidad calórica consumida mediante un adecuado aporte de alimentos, sobre todo energéticos.
Balance: Es la relación resultante entre las entradas y salidas, refiriéndose fundamentalmente a las proteínas, minerales, vitaminas y agua. Estas sustancias forman parte del organismo y luego de ser utilizadas, los “desechos” de las mismas, son eliminados.
Toda sustancia eliminada debe reponerse en cantidad y calidad. Un balance normal es el que permite recuperar o conservar el estado de salud.
2. Ley de la Calidad: Todo plan alimentario debe ser completo en su composición, esto es, que debe aportar hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Para mantener la salud es necesario ingerir todos los nutrientes que integran el organismo en proporciones adecuadas.
3. Ley de la Armonía: Se refiere a la relación de proporcionalidad entre los distintos nutrientes, es decir, que no deben administrarse de modo arbitrario.
4. Ley de la Adecuación: Se debe adecuar al momento biológico, a los gustos y/o hábitos de la persona, a su situación socioeconómica y a la/s patología/s que pueda presentar.
Las cuatro leyes de la alimentación están relacionadas entre sí y se complementan de modo que, llega un momento en que el abandono de una, lleva forzosamente al incumplimiento del resto.
Desde el punto de vista biológico, se puede concluir que existe una sola ley de alimentación.
“La alimentación debe ser suficiente, completa, armónica y adecuada”
La ley universal que siempre debe cumplirse es la Ley de la adecuación. Cuando no se cumple, el plan alimentario es inadecuado.
Ya abordaremos los principios nutritivos enunciados en futuras ediciones.
El itinerario del viaje que se traza en el mapa debe ser certero.
Al presente y al futuro lo recibiremos de la manera en que lo enfrentemos y miremos: como espías, como un enemigo a vencer buscando sus miserias o como turistas que se permiten disfrutar de paisajes nunca vistos.
Amigos queridos, continuemos viaje como turistas.