Pescaditos de oro, artesanos de Macondo y el legado de García Márquez
GENERAL21/03/2021María del Carmen Ruiz Díaz“‘Consiguió imponer en Macondo el ambiente de Paz Rural con que soñaba el coronel Aureliano Buendía para morirse de viejo fabricando Pescaditos de Oro. Cien años de soledad’. Esta célebre frase da inicio a nuestro proyecto Artesanos de Macondo con los simbólicos Pescaditos de Oro, hechos a mano por orfebres ubicados en regiones afectadas por el conflicto en Colombia’”.
Ese fue el comentario que días atrás dejó Wílmar Duque en una publicación en la cuenta de Instagram de Noticias Quintaesencia. Estas palabras, nos llamaron la atención y como fanáticas de las obras de Gabriel García Márquez, decidimos contactarnos con él para que nos contara de qué se trataba este proyecto. Gracias a la posibilidad de acceder a la tecnología, pudimos entrevistarlo vía zoom.
“El proyecto Artesanos de Macondo nos permitió establecer vínculos con muchos países latinoamericanos y europeos, inclusive. Esta iniciativa fue creada por la empresa que tenemos con mi hermano Carlos Alberto, que se llama PAZappORTE cuya finalidad es crear valor simbólico haciendo eje en las industrias creativas y culturales de nuestro país, en torno a dos líneas de negocios: servicios a través del turismo literario, siguiéndole la huella a los personajes reales e imaginarios de la literatura de nuestro país, que describen paisajes y lugares. Y, por otro lado, con esta propuesta ligada a las artesanías, pero específicamente contextualizadas en Macondo”, contó Wílmar a modo de introducción.
Pero la trama también está compuesta por la música, ya que posee una vinculación muy estrecha en la obra de García Márquez como en la de tantos otros autores colombianos. “Pero otro nexo también importante, que también desarrollamos, tiene que ver con la gastronomía porque por ejemplo en Cien años de soledad, aparece una amplia variedad de platos, al igual que tantas otras obras de autores colombianos”, comentó el empresario. Por lo tanto, aquel turista que decide recorrer ese país de la mano de PAZappORTE, también tiene la oportunidad de consumir esos platos típicos allí descritos.
La marca Realismo Mágico
Fue Carlos Alberto -hermano de Wílmar- quien, como un apasionado de la literatura de su país, se dio a la tarea de investigar de qué manera se desarrollaba el concepto del turismo literario en otros lugares del mundo. Una vez que reunió toda la información necesaria acercó a las autoridades nacionales de Cultura y Turismo, el concepto de Realismo Mágico, ya que el mismo estaba íntimamente relacionado a la imagen que Colombia posee en el mundo.
Esta idea viene trabajándose desde hace más de una década, tiempo en que los hermanos Duque también empezaron a darle su propia impronta y a generar propuestas de valor turístico. Eso los llevó a que se centraran en Cien años de soledad como obra insignia y base de todos los productos que podían desarrollar. Una vez adentrados en ese maravilloso mundo, decidieron trabajar una línea específica referida a las artesanías, que son parte fundamentales de las historias que allí se entretejen. “Entonces definimos que debíamos trabajar los pescaditos de oro”, puntualizó Wílmar.
El desarrollo de este proyecto requería contar con el involucramiento de artesanos, pero, haciendo gala del juego de palabras y significados en el nombre PAZappORTE, los Duque consideraron hacer su aporte de paz y construcción para quienes desarrollaban su arte en esas zonas del país que sufrieron directamente las consecuencias de la guerra contra el narcotráfico. Una guerra que dejó profundas heridas en el sentir colombiano.
“Y así descubrimos que había un sinnúmero de artistas que podían ser parte central del proyecto y llevarlo adelante. Más aún si tenemos en cuenta que en el suelo de nuestro país es tan rico en oro y esmeralda, dos de los insumos fundamentales de nuestras joyas”, apuntó Wílmar.
“El proyecto Artesanos de Macondo representa y hace un paralelismo singular con el emprendedurismo y empresarismo que se desarrolla a lo largo de la historia que transcurre en Macondo”, señaló Wílmar, al tiempo que relacionó con la trama y las distintas generaciones que transcurren en la familia Buendía, en especial en los pescaditos y las mariposas, ambos contenidos en un mismo diseño.
Por otra parte, la propuesta se ha diversificado con otras joyas en filigrana, como mariposas amarillas y llaves, así como con otras prácticas artesanales de diferentes regiones del país. Artesanos y artesanías derivadas del realismo mágico de Macondo, descritas y puestas en valor por Cien años de soledad.
El proyecto cuenta con 1.100 productos, hechos por 194 artesanos y 17 oficios tradicionales del país. Todos los involucrados viven en regiones afectadas por el conflicto que quieran aportar al país en la construcción de la paz y el sentido de pertenencia.
Y para cerrar la extensa charla mantenida vía zoom con Quintaesencia, Wílmar vuelve a recitar de memoria y con mucho sentimiento: “Consiguió imponer en Macondo el ambiente de Paz Rural con que soñaba el coronel Aureliano Buendía para morirse de viejo fabricando pescaditos de oro”. Es que el Realismo Mágico ya se ha apoderado de su ser y sentir, tanto que el sueño del coronel Buendía, también es ya su sueño.