Abejas, tulipaneros y jóvenes, la agenda de los ediles capitalinos

VIDA SUSTENTABLE01/12/2024Redacción QuintaesenciaRedacción Quintaesencia
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En una ciudad marcada por la riqueza de su naturaleza y el desafío constante de preservarla, Marcos Amarilla, presidente del Concejo Deliberante de Corrientes, lidera una agenda ambiental innovadora. En una entrevista con el programa radial Mirá Corrientes, el edil comentó algunas de las acciones adoptadas por ese cuerpo legislativo para promover iniciativas que buscan el equilibrio entre sostenibilidad y desarrollo. Desde proyectos de erradicación de especies invasoras hasta el fomento del reciclaje y el cuidado de las abejas, Amarilla apuesta a una ciudad más consciente y responsable.

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Marcos Amarilla durante su entrevista en Mirá Corrientes.

La importancia de conservar el recurso

Amarilla comparte que su vínculo con la naturaleza nació de sus experiencias como pescador en el río Uruguay. “Siempre supe que los recursos naturales son mucho más valiosos vivos que muertos. Si no los cuidamos hoy, mañana no van a estar”, reflexiona. Este aprendizaje lo llevó a apoyar iniciativas como la piscicultura, una práctica que, según él, podría ser la clave para garantizar la sostenibilidad de la pesca en la región.

“La piscicultura no solo beneficia al ambiente, sino también a las familias que dependen de la pesca. Es una solución que equilibra economía y conservación. Incorporar a los pescadores tradicionales en este sistema puede marcar un antes y un después en la gestión de nuestros recursos”, explica Amarilla con entusiasmo.

Un problema silencioso: los tulipaneros y las abejas

Uno de los temas más urgentes en la agenda de Amarilla es el impacto del tulipanero africano en las abejas, una especie clave para la biodiversidad. “Sin dudas es un árbol hermoso, pero su polen en gel es letal para las abejas. No podemos darnos el lujo de ignorar un problema que afecta directamente a los polinizadores y, por ende, a nuestra producción agrícola”, alerta.

Para abordar esta situación, Amarilla impulsó un proyecto de ordenanza que propone la erradicación progresiva de esta especie arbórea y su reemplazo por especies nativas o exóticas no invasoras. “El plan es hacerlo de manera escalonada, cuidando que la ciudad no pierda sombra ni belleza. Queremos plantar árboles que no solo sean seguros, sino que también embellezcan nuestros espacios verdes”, detalla.

En relación a este proyecto, destaca la importancia de trabajar con especialistas. “Nos reunimos con biólogos y expertos que nos ayudaron a entender el problema desde una perspectiva técnica. Estas decisiones no pueden tomarse sin una base científica sólida”, afirma, subrayando la necesidad de nutrirse del conocimiento para actuar de manera responsable.

“Sin dudas es un árbol hermoso, pero su polen en gel es letal para las abejas. No podemos darnos el lujo de ignorar un problema que afecta directamente a los polinizadores y, por ende, a nuestra producción agrícola”.

Los jóvenes como motor de cambio

Uno de los momentos más significativos del año para el concejal fue el trabajo realizado con el Concejo Estudiantil, donde estudiantes secundarios presentaron propuestas legislativas. “De los proyectos que recibimos, más de la mitad estaban relacionados con temas ecológicos. Eso nos mostró que la juventud tiene una sensibilidad especial por el ambiente y que debemos tomarla como ejemplo”, comenta.

Entre las iniciativas propuestas por los jóvenes, se destacaron ideas para reducir la contaminación, mejorar la gestión de residuos y proteger las fuentes de agua. “Ellos nos están marcando el camino. Su visión fresca y su compromiso nos inspiran a seguir trabajando por un futuro más sostenible”, afirma Amarilla con admiración.

Educación, acción conjunta y el rol de la comunidad

Para Amarilla, el cuidado del ambiente no puede ser una tarea exclusiva de las autoridades. “Siempre digo que un barrio limpio no es el que más se limpia, sino el que menos se ensucia. Necesitamos que cada vecino asuma su parte en este esfuerzo”, señala.

Durante una sesión itinerante en el barrio Esperanza, el titular del Concejo llevó este mensaje directamente a la comunidad, subrayando la importancia de respetar los horarios de recolección de residuos y de utilizar los puntos verdes para reciclar materiales. “Estos pequeños hábitos hacen una gran diferencia. No solo mantienen limpia la ciudad, sino que también fomentan una cultura de respeto por el entorno”, explica.

Sin embargo, reconoce que todavía hay desafíos importantes, como la formación de mini basurales en algunos sectores. “Es un problema cultural que requiere tiempo, educación y mucha paciencia para cambiar. Pero creo que vamos en la dirección correcta”, asegura.

“Siempre digo que un barrio limpio no es el que más se limpia, sino el que menos se ensucia. Necesitamos que cada vecino asuma su parte en este esfuerzo”.

Desafíos pendientes: agua y saneamiento

Amarilla también pone sobre la mesa otros temas prioritarios para la ciudad, como la gestión de aguas servidas y cloacas. “Se ha avanzado bastante, pero todavía hay barrios donde las condiciones no son las que deberían ser. Resolver estos problemas es fundamental si queremos que Corrientes sea una ciudad verdaderamente turística y universitaria”, sostiene.

Además, señala que estos temas no solo afectan a la calidad de vida de los vecinos, sino que también tienen implicaciones ambientales importantes. “Todo lo que hacemos, o no hacemos, impacta en nuestro entorno. Por eso, cada acción cuenta”, agrega.

Construyendo el futuro

Mirando hacia adelante, el edil se muestra optimista sobre el potencial de Corrientes para liderar en sostenibilidad. “Tenemos todo para ser un ejemplo en la región: recursos naturales increíbles, una juventud comprometida y una comunidad que, poco a poco, está adoptando hábitos más responsables”, reflexiona.

Entre sus planes a futuro, menciona el fortalecimiento de los programas de reciclaje, la promoción de energías renovables y la creación de más espacios verdes que integren biodiversidad y accesibilidad. “El objetivo es construir una ciudad que sea más verde, más limpia e inclusiva, donde todos podamos convivir en equilibrio con la naturaleza”, concluye.

Una invitación al cambio

Para Marcos Amarilla, el cuidado del ambiente no es solo una responsabilidad política, sino también un compromiso personal. “Cada uno de nosotros tiene un rol en este cambio. Puede ser algo tan simple como plantar un árbol, reciclar o enseñar a nuestros hijos a cuidar lo que nos rodea. Juntos podemos marcar la diferencia”, asegura con convicción.

Desde su lugar en el Concejo Deliberante, enfatiza que continúa trabajando para transformar Corrientes en un lugar donde desarrollo y naturaleza vayan de la mano. Y, como él mismo dice, “el futuro depende de las decisiones que tomemos hoy”.

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