Ser y estar en contacto con la naturaleza, una propuesta para los bajitos

Eugenia de la Vega en una joven correntina que hace un tiempo decidió constituirse en algo así como una intermediaria, una especie de facilitadora, entre los seres humanos y la naturaleza. Lo que empezó siendo –quizás- un disfrute personal de intervenir distintos espacios con plantas, se constituyó en una oportunidad para estar al servicio de otras personas con ganas de sumar más verde vida en sus lugares. A ese disfrute se le sumó la idea de compartir con los niños las ideas el concepto de conocer y cuidar la naturaleza. Y en este punto, la crianza de sus dos hijos tiene un rol determinante. En una entrevista con Quintaesencia, contó parte de este recorrido personal y el de emprendedora. 

-¿Cómo definirías tu labor, tu servicio?

-Podría decir que busco ser un poco intermediaria entre la naturaleza y las personas porque por medio de mi trabajo, intervengo distintos espacios como balcones, terrazas, jardines y lugares comunitarios con mucho verde. Eso que hoy llaman dicen paisajismo o diseño jardines, pero la idea es llenar esos espacios de naturaleza. Creo que todos podemos vibrar naturaleza, todos lo podemos sentir y cuando estamos en contacto con ella, siento que somos mejores personas. Hay una frase que a me encanta, me entusiasma, y que dice solo se puede crear proteger y conservar aquello que se conoce.

-¿Por qué es fundamental el contacto con la naturaleza?  

-Creo que es la base para una buena vida, con calidad, porque la naturaleza es salud y no lo digo yo, está comprobado, entonces partiendo de esa base, ese es mi mayor objetivo: aportar naturaleza a los lugares. Ese es mi motor, lo que me entusiasma ya sea desde los jardines o espacios que intervengo hasta los talleres para niños, con la finalidad de concientizar y promover a que más personas tangan la oportunidad y privilegio alegría de poder tener el contacto con el mundo verde.

-¿Y cómo nace la propuesta de Selva Kids?

-La idea surgió a fines del año pasado cuando ante diversas situaciones, tuve que frenar y replantearme acerca de mi vida, cuando ante una situación fuerte en el que estuvo involucrado mi hijo más chiquitito gracias a Dios con un final feliz, pero fue el motivo por el cual tuve que frenar y replantearme mi vida laboral como madre, como todo. A partir de ahí, decidí ver esas situaciones como oportunidades para generar otra cosa porque había elegido estar más con mis hijos, entonces comencé a preguntarme cómo podía trabajar. Y teniendo en cuenta de que siempre me gustó estar en contacto con los niños y empecé a darme cuenta de que cuando mis amigas iban a mi casa con sus hijos, yo me dedicaba a ellos, les traía macetas, tierra, les enseñaba a plantar, les contaba sobre una semillita que estaba germinada en el suelo y mucho más. Todo eso me permitió vislumbrar un camino y, pensando me desde ese desde ese nuevo espacio, fue llegando información relacionado con esa idea. Después, desde el colegio de mi hija me pidieron dar una charla para empezar a armar la huerta del jardín y sentí que el universo me hablaba, lo tomé así.
Y bueno, y así surgió este camino y me encanta, más allá de que también amo lo que venía haciendo en cuanto a la intervención con plantas, crear nuevos espacios y remodelar algo que ya existe y darle otro formato. Eso me encanta y lo voy a seguir haciendo porque me encanta, pero le estoy poniendo mucho foco al espacio de los niños. Y bueno, una cosa llevó a la otra una cosa y hoy, me veo frente a una computadora diseñando taller, incorporando nuevas formas de ver la vida, de cuidar la Pachamama. Y ahí el desafío es concientizar siempre del lado del juego y estoy feliz, porque se creó este nuevo ambiente energético o no sé cómo llamarlo que empiezo a vibrar de otra forma.

-Sin dudas, la propuesta de que los chicos conecten con la naturaleza en este momento es fundamental…

-Sí, seguro. Cuando yo era chica no existía toda la tecnología que tenemos, la voracidad por estar enchufados todo el tiempo. Ante estábamos comunicados de otra manera, teníamos que crear, inventar. Y hoy, todo el tiempo al consumismo y así, estamos criando a nuestros hijos y dije, no, no, esto no puede ser, por lo menos para mis hijos no quiero esto. Eso también fue un incentivo para este nuevo proyecto en el que niño va a estar más conectado con un entorno natural, generando un vínculo social, saliendo a caminar por un lugar verde, buscando, explorando, observando lo que nos regala la naturaleza para conocerla y valorarla para ser más respetuosos con nuestra madre tierra.

-¿Cómo es la dinámica de los talleres de Selva Kids?

Vamos a estar manejando dos grupos en principio, la duración del taller son cuatro clases dos horas por clase y se van a desarrollar los días viernes por la tarde de 4 a 6 y los sábados por la mañana de 9:30 a 11. Es con cupo limitado y las clases van a ser en La Laguna Soto, Santa Ana. Quienes estén interesados, pueden contactarme por Instagram en Casa Selva.