¿Por qué es importante la actitud ante la vida?

COLUMNISTAS17/09/2023Redacción QuintaesenciaRedacción Quintaesencia
actitud positiva

Tona

Hola soy Tona Galvalíz, hoy quiero compartir con vos está nota para la revista Quintaesencia.

El tema de hoy es: ¿Por qué es importante la actitud ante la vida?  

La actitud ante la vida es sumamente importante, marca “la diferencia qué nos diferencia”, ¿para qué?, para decidir y elegir cómo afrontar o dar respuesta a la propia existencia con esas circunstancias qué trae; pudiendo al mismo tiempo, sentirse bien consigo mismo y disfrutar de todas las experiencias con armonía y equilibrio interior, vitalidad y entusiasmo.

“La vida es una cuestión de actitud” o “La actitud es todo”, habrás escuchado estas frases seguramente en algún momento. Déjeme decirte qué ambas frases son acertadas, están en lo cierto, pero…. ¿qué significan realmente? 

La actitud es una disposición y ánimo interior para afrontar las situaciones o experiencias qué nos atraviesan y qué nos tocan vivir, representan el como uno se para en la vida, de cara a los hechos y a su vez es el tipo de respuesta qué elegimos dar.

Cuando se habla de tu actitud ante la vida, refiere a cuál es “Tu actitud general”, o sea, “Tu espíritu de superación”.

Dependiendo de qué tipo de observador estés siendo, tu visión general de lo que la vida te ofrece será de oportunidades o problemas. Y esa diferencia qué marca la diferencia dependerá de tu mirada, con qué tipo de anteojos miras lo que ves y; digo esto porque, ver no es mirar, (mirar es el significado qué se le otorga a lo que se ve con los ojos / visión).

Por su parte, la actitud influye en el tipo de pensamiento qué nos habita, y a su vez estos pensamientos influyen sobre las emociones qué nos abrazan e impulsan a accionar y reaccionar o responder, sabiendo qué respuesta y reacción no son lo mismo. La reacción es impulsiva la respuesta es reflexiva.

Es sumamente importante prestar atención a todo este conjunto de habilidades concatenadas,  pues, éstas repercutirán en la calidad de tu bienestar, de tus relaciones, de tus logros, en tu mundo emocional etc.

La actitud negativa provoca infelicidad, impulsa a que te centres en lo malo, en el déficit, en lo imperfecto, en los obstáculos y que lo bueno qué sucede, te pase de largo sin que sepas advertirlo o apreciarlo. No hay peor manera de perder oportunidades que la actitud negativa.

Te comparto cuatro actitudes positivas: 

Optimismo realista, esta actitud se caracteriza por la esperanza y la ilusión. Si ante una situación determinada, tu pensamiento se enfoca en lo bueno que puede traer este cambio, esta actitud es la tuya.

Actitud luchadora, proactiva o asertiva, el dinamismo y la energía están muy presentes en todo lo que haces. Enfocas tu mente en la oportunidad que supone el cambio y te cuesta poco pasar a la acción. Tienes motivación, compromiso y seguridad de que tu esfuerzo es la clave para avanzar.

Actitud pro-social, integradora o altruista. Tu actitud ante la vida en la esfera social se centra en tener en cuenta a las otras personas. Eres considerado, muestras respeto y ganas de colaborar con los demás. Tus relaciones se caracterizan por ser sinceras y te esfuerzas por que las demás personas se sientan bien. Te alegras por ello.

Flexibilidad. Estás dispuesto a adaptarte a las circunstancias cambiantes, pones en práctica tu resiliencia y creatividad. Sabes que hay que valorar cada situación sin aferrarse a unas normas inamovibles. La vida es evolución.

Te comparto cuatro actitudes negativas:

Actitud pasiva, pesimista o resignación. Tu visión de la realidad es tan negativa que únicamente actúas para evitar el daño que estás seguro de sufrir. Te falta iniciativa, por lo que acabas dejándote llevar por las decisiones de otros. No llevas las riendas de tu vida.

Actitud antisocial, manipuladora o agresiva. Estás centrado en tu propio beneficio personal y no te preocupa en exceso si tus acciones perjudican a alguien. Defiendes agresivamente tus derechos y opiniones. En tus relaciones prima el coste-beneficio. Si es necesario, utilizas a otras personas para lograr lo que quieres.

Inflexibilidad- Riguidez. No dejas espacio a negociar ni a cambiar tu manera de actuar, aunque esta no dé resultado. Te empeñas en mantener una posición inmóvil (yo soy así) y te aferras al pasado. Terminas quedándote atrás. Los cambios te asustan o te hacen sentir mal.

Actitud hiperemocional o reactiva. Tu comportamiento depende de tus emociones, de la situación o de las opiniones de otras personas. Sueles sentir que no tienes control sobre lo que sientes y te arrepientes de tus reacciones sin pensar. Te falta autonomía y sueles conformarte.

Si al terminar de leer está nota, te visualizas más en actitudes positivas, favorecerá que tu mente interprete de manera positiva las situaciones. Por el contrario, si te centras en la queja, el victimismo y das muy poca importancia a los aspectos positivos de las experiencias, tu actitud frecuente es negativa. 

Para ir cerrando: Una actitud positiva ante la vida te aportará muchas cosas buenas, así como la disposición mental para valorarlas y disfrutarlas haciendo qué la vida valga vivirla.

Espero qué te haya servido mí aporte, sigamos juntos en esto, hasta la próxima y te mando un beso inmenso.

Tona Galvaliz es terapeuta y especialista en: Biodecodificación – Coaching Sistémico – Counselor -LogoTerapeuta- Análisis Existencial-Programación Neuro Lingüística PNL- Speaker. Instagram: @TonaGalvaliz; LinkedIn: María Antonia Galvaliz; Facebook: María Antonia Galvaliz.


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