Aportes de la Gestalt para conjugar un proyecto de vida desde el ser y el hacer

GENERAL16/07/2023María del Carmen Ruiz DíazMaría del Carmen Ruiz Díaz
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Magdalena Giménez Osia, o Parvati para muchos, es una joven psicóloga que abrazó el enfoque gestáltico como práctica terapéutica y desde esa mirada. Realiza talleres y sesiones de orientación vocacional para adolescentes que concluyen el ciclo secundario, pero también, a adultos que buscan en determinado momento de su vida, una guía u orientación determinada. En una entrevista realizada en el programa streaming Ellas Dicen, la profesional abordó esta temática, además de otras actividades que desarrolla en Espacio Gestalt Corrientes, junto a Karina Verdún Gaetán, y la compartimos en Quintaesencia.

-Ante todo, ¿a qué se le llama Gestalt?

-Es un enfoque humanista, surge después de los años 50, integrando muchas corrientes espirituales corrientes del budismo. Surge a partir de Fritz Perls, quien fue médico neuropsiquiatra y psicoanalista, y creador, junto con su esposa Laura Posner, de la Terapia Gestalt. Este enfoque apunta al encuentro con otros, es decir no sólo como terapia individual, sino también como como una hermosa invitación a la psicoterapia grupal. Ese momento histórico, también fue importante porque muchos terapeutas empezaron a mirar Oriente, encontrando así con muchas disciplinas de meditación, muchos maestros que lo llevan a este terapeuta a correrse del psicoanálisis y comenzar a integrar todas estas teorías y estos enfoques que privilegian el sentir. 

En relación a este punto, la terapeuta reforzó el concepto de que en cierto modo tuvo lugar una revolución del pensamiento pero privilegiando la primacía de la experiencia, “es decir del sentir, pero no para dejar de lado el pensar, sino para integrarlo”. Y de esa manera, según indicó, “dar lugar a aquello que está más acallado en nosotros, que es el cuerpo. Muchas veces en las sesiones, invitamos a los consultantes a que identifiquen qué siente y dónde lo siente porque hay mucho desarrollo intelectual. Entonces, es una invitación a enfocar, a que aprendamos a pensar aquí y ahora para no estar separados, es decir por un lado la cabeza y por otro el cuerpo, porque el equilibrio no se logra por separado. Por lo que, tarde o temprano, el cuerpo expresa aquello a lo que muchas veces no damos lugar”. 

Privilegiar el sentir sin dejar de lado el pensar.

Orientación vocacional

En relación a cuál es la mirada que se al tema de la orientación vocación, Parvati comentó que en muchas familias está presente el mensaje –aunque quizás no tan explícito- de que un hijo debe ser médico o alguna otra profesión “bien vista” desde el punto de vista social, en especial cuando es mirado desde lo económico o ciertos estatus. “Esa información muchas veces es reforzada en forma implícita en una propaganda televisiva, en una conversación familiar, al observar qué mira con buenos ojos mi mamá, mi papá. Esto me va dando indicios acerca de por dónde debo ir como hijo adolescente si quiero pertenecer”, puntualizó.

Según indicó, en ocasiones los jóvenes eligen y estudian una determinada carrera no porque les hayan dicho sino en respuesta a esa necesidad de pertenecer y, “muchas veces ocurre que están a la mitad de una carrera y se dan cuenta que no la disfrutan, que no los hace felices. Y es duro darse cuenta de que esta carrera tenía que ver con el deseo de mi papá, mi mamá, que estaba bien visto por ellos, que ellos consideraban de que esto era lo mejor para mí y me dieron la libertad para elegir fui libre de elegir y elegí esto teniendo en cuenta, estos valores y teniendo en cuenta que mi necesidad era la búsqueda de su aprobación de su afecto de su mirada”, enfatizó.

En esa línea, indicó que muchas veces tanto los padres como los hijos consideran que asistir a una sesión les va a permitir satisfacer esa necesidad de resolución inmediata, “y no se dan el tiempo para mirar qué es lo que está ocurriendo, qué es importante para la familia”. 

“A veces tampoco no es tan importante el proceso de elección de una carrera, sino ver qué cosas son importantes para los chicos, cómo las pueden llevar adelante, entonces son muy interesantes los procesos que se van abriendo”, remarcó. 

-¿Cómo se da un proceso de acompañamiento en orientación vocacional? 

-Ante todo hay que aclarar que no hay una receta para todos. Sí es un proceso muy artesanal donde vamos viendo, qué se necesita, cuál es la necesidad del que viene y también hasta dónde está dispuesto él o ella y la familia. Vamos mirando diferentes aspectos. No trabajo con test, sino empieza una etapa de hablar con los padres o con los adultos que estén acompañando, saber preguntar cuál es la el motivo, en qué está el clima familiar, entre otros aspectos. 

En suma, se trata de un abordaje integral que requiere el aporte y el compromiso familiar para sentar las bases de un proyecto de vida en la que ser y hacer se conjuguen en coherencia desde el sentir.

Si querés conocer más sobre las actividades desarrolladas por esta terapeuta, podés pasar por su cuenta en Instagram: magdalenagimenezosia.


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