Tres hermanas con la misión de compartir la sabiduría de Venus
GENERAL02/07/2023María del Carmen Ruiz DíazLa frase de que el uso de las nuevas tecnologías nos permitió borrar fronteras y acercarnos es, cuanto menos, ya trillada. No obstante, también nos da la oportunidad de seguir maravillándonos. Y esta entrevista es una demostración más de ello porque permitió a esta revista digital entrevistar a tres hermanas, dos de las cuales se encontraban en la ciudad de México y la tercera, en Atenas (Grecia). Sin dudas, la diosa Venus tuvo una directa injerencia que la charla se pudiera concretar porque –precisamente-, su legado era el motivo de este encuentro.
El tiempo programado para el diálogo vía Zoom con Quintaesencia estaba programado por 40 minutos, pero insumió el doble de tiempo. Cosas que pasan cuando la charla es más que ameno.
Las entrevistadas fueron Marhyam (de profesión psicóloga), Letxy (periodista) y Julieta (socióloga). Ellas, hace un par de años comenzaron a recorrer el camino del autoconocimiento y su vinculación con el linaje femenino. Por momentos, durante ese recorrido, permanecieron muy cercanas, pero en otros, tomaron distancias porque les resultaba difícil lograr puntos de acuerdo. Pero con el tiempo y en el marco de la búsqueda, conformaron el Círculo Venus, un espacio que brinda talleres, formaciones y realiza encuentros para mujeres que buscan conectar con la espiritualidad de la mano de las enseñanzas de la diosa Venus.
“Mi formación como psicóloga no me llenaba del todo, además, en paralelo, siempre tuve mucha conexión con lo espiritual, de hecho, en un determinado momento sentí que quería ser monja y estudié Teología por tres años de Teología, pero después entendí que esa forma de vida no era para mí, me di cuenta que no quería esa estructura. Así que empecé a unir lo intelectual y lo espiritual y este camino a mí me ha encantado, porque tiene las dos cosas -por un lado- la fuerza psicoantropológica a partir del concepto de diosas como frecuencias y un aspecto multidisciplinar como por ejemplo la astrología que trabaja el mito y el inconsciente”, contó Marhyam en el inicio de la entrevista.
Venus, la diosa que guía la labor de estas tres hermanas.
En esa misma línea, la mayor de las hermanas comentó que allí encontró un camino profundo de investigación, “y en paralelo las tres empezamos a tener más inquietudes. Por eso también estudiamos terapia transgeneracional y otras cosillas, como la danza”.
A su turno, Letxy aseguró que ella siempre fue la rebelde de la tríada, en especial porque siempre se sintió muy alejada de las prácticas espirituales. Su formación profesional de base es el periodismo, “pero luego me casé, tuve un hijo y esto me movilizó muchísimo, en especial me permitió entrever que creía que no me interesaban como por ejemplo maternar, esto fue como como muy fuerte para mí. Esta situación, a la vez, me llevó a tomar contacto con lo espiritual porque necesitaba encontrar respuestas porque no sabía cómo podría ser una buena mamá. Asi que inicié un camino de sanación y en ese caminar, pues mis hermanas me decían: ‘Ven, toma este curso. Vente para acá’. Y a veces quería, a veces no, pero nunca me alejé del todo y en forma paulatina una transformación en mí, que me llevó a seguir formándome”.
A su turno, Julieta comentó que estudió sociología y danza, “porque siempre sentí que danzar era mi camino para la búsqueda. Empecé con contemporáneo, entre otras, pero después el camino me ha ido llevando a encontrar las danzas sagradas y para mí es difícil explicar con palabras lo maravilloso que es la danza sagrada para mí, porque me conecta al todo y a su vez, me permite unir todas las piezas. En especial porque cuando empecé mi búsqueda espiritual e iba incursionando en la danza, entendí que allí encontraba todo porque mover el cuerpo me conectaba con lo sagrado”.
En relación a la profesión que eligió estudiar la menor de las hermanas dijo que también fue encontrando la vinculación con la diosa Venus “pues ella nos transmite mucho el estudio e investigar y nos motiva mucho a esto no, a empezar a descubrir nuevo conocimiento, entonces para mí la sociología ha sido una herramienta importante para entender cómo surgen ciertos conocimientos y cómo podemos ser creadores de conocimiento también para empezar a estructurar nuevo conocimiento, nuevos lenguajes también. Esto para mí también ha sido fascinante y lo puedo hacer aquí en Grecia, en la cuna no de la civilización”.
Estas mujeres cuentan que sus respectivas formaciones más lo aprendido y vivenciado como parte del camino espiritual, les permitió adentrarse en el mundo de la vinculación con el sagrado femenino, a conectar con la consiguiente transformación que implica. “Fuimos entendiendo que el conocimiento femenino había estado tan cerrado, tan escondido, que ahorita nos toca empezar a construir todo desde la mirada de la diosa, no desde las miradas masculinas. Este enfoque me ha dado mucho, en especial porque me permitió vincular la sociología y hacer un proceso de comprensión de sus significados para poder transmitir a otras mujeres. Y desde ahí, hemos creado las formaciones que, a su vez, están basadas en nuevas metodologías del camino de la diosa”, apuntó Julieta.
Según mencionó, esta búsqueda les permitió buscar otros sustentos “para desmitificar esa vinculación con los rituales mágicos en los bosques. Además, desde nuestra mirada, no estamos hablando de algo metafísico, sino es bien físico, está aquí en la Tierra, pero no lo vemos y pensamos que es de otro lado, de otra dimensión. Por todo esto es tan importante la investigación y la experimentación, en especial para mí que puedo estar en estas tierras, además de haber tenido la oportunidad de haber muchos otros viajes con mis hermanas”.
Los talleres y formaciones que realizan son online.
-¿Cómo surgió la iniciativa de crear Círculo Venus?
- (Marhyam) Nosotras teníamos mucha conexión con el camino femenino de las comunidades indígenas mexicanas, que tienen una riqueza impresionante y esto nos resonaba mucho. Y en el año 94 hubo un boom en el año 94 y fuimos siendo parte de esto. Después empezamos a trabajar la parte de género y nos dimos cuenta que había mucho más que esta mirada desde lo social, que también teníamos que trabajar mucho en lo personal, en lo particular y así es que hemos nos fuimos acercando a diferentes espacios de lo femenino y en distintos lugares del mundo como Grecia, Egipto y la India.
Agregó que después de ese tiempo, comprendieron que ellas necesitaban “aterrizar” y compartir lo vivenciado e investigado: “Comprendimos que, si tú hablas de lo femenino, tienes que proyectar lo femenino. Trascender el discurso. Después de este entendimiento, decidimos generar este espacio. Esto fue casi 7 años”.
Para concretar el proyecto de compartir sus vivencias y saber de la mano de Venus, Marhyam contó que debieron realizar un trabajo de transformación y limpieza individual, “traíamos muchas estructuras bastante jerárquicas desde lo patriarcal que dentro de todos nosotros. Tuvimos que crear y vivenciar otras maneras de relacionarnos en las que no hay jerarquías y así, decidimos empezar a compartir nuestra experiencia con otras mujeres y nacieron los seminarios y talleres”.
Las hermanas sienten que su misión y aporte a las mujeres, es brindar herramientas que las permita a trascender condicionamientos y jerarquías impuestas por la sociedad y que, para ello, deben atreverse a transitar el solitario camino de conexión interior. Aseguran que este es mucho más sencillo y llevadero poder hacerlo en el contexto de contención de un círculo integrado por otras mujeres, que también están realizando su recorrido. Y es que ellas lo pudieron vivenciar en carne propia, gracias a la hermandad de sangre que les permitió sentar las bases de esta hermandad guiada por la sabiduría de Venus.
Si querés saber más sobre las actividades que realizan, podés seguirlas en su cuenta de Instagram: @circulovenus.