Recuperar nuestro poder sexual es recuperar nuestra verdadera fuerza. ¿Pero cómo saber cuál es nuestro verdadero poder sexual cuando fuimos educadas para acallarlo y silenciarlo?
Muchas veces me pregunto una y otra vez cómo sería el mundo si las mujeres pudiéramos disponer libremente de nuestra sexualidad. Llevamos siglos de represión encima que no se van con algunos años de libertades sexuales.
Juguemos y fantaseemos juntas cómo sería una sociedad donde las mujeres no reprimamos nuestros deseos sexuales… empiezo yo, pero Uds. también sigan el juego.
Me imagino una sociedad donde nadie jure amor eterno a nadie, donde las relaciones puedan ser libres, sin violencia, sin miedos, sin celos ni necesidad de poseer al otro. Si las mujeres pudiéramos disponer de nuestra sexualidad con libertad ya no sería necesario permanecer en el interior de los hogares, sino que también podríamos andar por donde quisiéramos… algunas decidirían ser madres, otras no y no importaría tanto saber quien es el padre. Si fuera bien visto que pudiéramos amar a más de un hombre o a más de una mujer, o a mujeres y hombres, o sin categorías, ya no habría competencia entre elles ni rivalidades y quizás fuera posible un modo de vida más solidario…y las relaciones de amistad entre mujeres sería también más estrechas. ¿Se imaginan una sociedad donde todes pudiéramos amarnos cuando quisiéramos sin necesidad de poseernos en exclusividad?… seguramente acabaría el pensamiento de la propiedad privada y el individualismo… cuanta fuerza desplegada en post de la creatividad y el arte… quizás allí empezó todo este meollo… porque quien iba a aceptar trabajar 14 horas diarias o más si fuera libre sexualmente… quien iba a aceptar consumir tanta basura si fuera libre sexualmente… quien iba a aceptar ser esclavo de esta sociedad si fuera libre sexualmente…
Me imagino una sociedad feliz, sonriente, alegre, vital, saludable, llena de niñes corriendo y jugando, donde todes, sin importar nuestra identidad sexual ni nuestra orientación convivieran armoniosamente … quizás así habrá sido el Paraíso…
Si así fue, como dicen muchos hallazgos arqueológicos, que antiguamente existían sociedades de estas características, es mucho el camino por desandar… muy lejos estamos de esos tiempos…
Pero nos alienta saber que los verdaderos cambios empiezan por casa, pequeños, puertas para adentro… muy lejos estamos de hacer la Gran Revolución… pero sí podemos preguntarnos las mujeres qué queremos, cómo queremos que sean nuestras relaciones sexuales, cómo queremos ser tocadas, besadas, acariciadas… cómo queremos tocarnos, besarnos, acariciarnos... qué es lo que verdaderamente nos excita, nos enciende el deseo…
Todo lo que se vende y consume en términos de sexualidad (ropa, imágenes, sueños, productos, etc) está hecho en términos masculinos y la sexualidad femenina está masculinizada (sex shops, taxi boys, streapers, pornografía, etc.)
¿Cómo es la sexualidad vista con ojos de mujer? Dar una respuesta sería impensable para esta pregunta, porque cada una de nosotras tiene una respuesta en particular posiblemente muy distinta a la de la otra… y allí reside el verdadero secreto… en que podamos afirmar que no existe una sexualidad femenina, sino que existen tantas sexualidades como mujeres. Que podamos salir de la norma, de lo correcto, para ahondar en lo sentido, en lo vivido, en lo vivenciado… nada está bien o mal en sexualidad siempre que no dañemos a otre ni a nosotres mismes… y las mujeres tenemos un largo camino por recorrer en ese sentido.
Llevamos siglos de que nos digan cómo debemos ser sexualmente, cómo debemos llegar al orgasmo, cuántos orgasmos debemos tener, si tenemos o no un punto G, si el orgasmo es de vagina o de clítoris, si debemos llegar al orgasmo simultáneo, cúales son nuestros puntos erógenos, etc, etc, etc… pero muy poco hemos hablado nosotras mismas y menos aún hemos explorado en nuestros cuerpos.
¿Sabías que es altísimo el porcentaje de mujeres que no llegan al orgasmo en una relación sexual… y peor aún, que nunca llegaron a un orgasmo porque no se les ocurre explorarlo de otra forma que no sea en una relación sexual a través de una penetración?
Algunas investigaciones llegan a decir que el 40% de las mujeres son anorgásmicas y que sólo un 70% de las mujeres se ha masturbado, aunque más no sea una vez en la vida, pero que muchas de ellas dejan de hacerlo cuando están en pareja… qué pena pensar que nuestra sexualidad se deba restringir a estar con una pareja!!!!
La sexualidad es inherente al ser humano desde su nacimiento y hasta su muerte y no necesitamos a nada más que a nosotras mismas para disfrutar sexualmente. Las mujeres somos la única hembra mamífera que no responde sexualmente al ciclo del celo. Nuestra sexualidad se independizó de la época de celo a diferencia del resto de los animales. Estos períodos donde los mamíferos buscan copular están regidos por los ciclos de la Tierra alrededor del sol (las estaciones), pero en las hembras humanas, este ciclo está regido por la luna, por lo tanto, todos los meses podemos estar activas sexualmente porque nuestro ciclo reproductivo es mensual. Además, pequeño detalle que nunca se nombra ni en los grandes tratados de medicina, las mujeres tenemos el centro de excitación sexual (el clítoris), independizado de los órganos de reproducción (vagina, útero, ovarios). Si bien están cerca para garantizar que la especia se reproduzca, no están juntos, no necesitamos tener relaciones sexuales con penetración para disfrutar del orgasmo… una comprobación más, también desde la anatómica, de que las mujeres estamos dotadas físicamente para disfrutar de nuestra sexualidad (tanto con hombres como con otras mujeres), ¡sin necesidad de reproducirnos! ¡Vaya verso que nos hemos tragado todos estos años!
Cuántos tabúes, censuras y miedos que siguen presentes hoy en relación a la sexualidad femenina… pareciera que fuera una energía que si la dejáramos vagar libremente no sabríamos a dónde nos llevaría. Por supuesto, que siempre se asoció con el Pecado, con el Mal, con Eva y la manzana. Pero es hora de que dejemos de creer en esos cuentos y nos animemos un poco más a pensar por nosotras mismas… nada en nuestro cuerpo puede ser dañino, exagerado, malo… entonces… ¿A qué tenemos miedo??? Y… a nuestra fuerza, a nuestro verdadero poder… a nuestras verdaderas emociones…
Te invito a que te mires la vulva, a que te sientes desnuda y coloque un espejo entre tus piernas… cuanto miedo, cuantas sensaciones encontradas seguramente se presentan cuando la mirás… años de decirte que no seas chancha, que no seas asquerosa, que eso no se toca ni se mira, que es sucia, que da asco… sin embargo vas a encontrar la suavidad de su textura, el color intenso de la piel, ese aroma conocido solo por vos en tu intimidad.
Cuanto se ha hablado de tu vulva, de la vulva, cuanto misterio que encierra. Anímate un poco más y recorré sus pliegues, la entrada de la vagina, los labios internos, el clítoris con su capuchón, el meato urinario. Cuanta perfección, cuanta sabiduría encerrada, guardada, cuantas sensaciones para ser exploradas…
Quizás ya lo habías hecho antes, quizás puedas hacerlo por primera vez ahora, igual nunca viene mal volver a hacerlo… mirarse también en ese rostro, en nuestro rostro oculto, en la otra cara de La Diosa. Sos vos y tu cuerpo y en esos momentos no hay restricciones, no hay censuras, no hay límites… dejá que verdaderamente las ganas te lleven hacia donde debas ir…al menos ¡¡una vez en la vida vale la pena!!
Silvana Musso es Psicóloga, Terapeuta Gestáltica, Sexóloga, Facilitadora de Círculos de Mujeres, Cantautora del cantos sagrados femeninos (Spotify, Youtube), Sacerdotisa de la Diosa y de la Luna, Coorinadora de la Escuela de Brujas Magia Circular y de Esencia desplegar y descubrir en Paraná, Argentina. Podés seguir en Instagram en silvana_musso.
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