Merienda saludable en la escuela, ¿utopía o cuestión de organización?

Definir y llevar adelante una dieta saludable para toda la familia y en especial para los niños durante el ciclo lectivo, puede parecer cuanto menos un desafío difícil de conseguir. Este tema fue tratado en el programa Ellas Dicen por las conductoras Ana Laredo y María del Carmen Ruiz Díaz a Silvina Virgilio, quien posee un emprendimiento de viandas saludables, y Quintaesencia quiere compartirla con sus lectores.

-Pensar en cómo preparar merienda saludable para los niños en edad escolar, muchas veces parece imposible, ¿cuál es tu opinión?

-Me parece que podríamos empezar diciendo que, si comemos saludable en casa, armar una vianda o una merienda saludable es más fácil porque, por ejemplo, casi nunca se come toda la verdura asada o al vapor que podamos preparar. Entonces, eso que queda, puede servir para que integre la vianda. Pero, por otro lado, tenemos que tener presente que los chicos no comen el volumen que comen los adultos, entonces con poco se puede armar una propuesta interesante. A veces queda una media milanesa, se le puede agregar un huevo, un poco de verdura y podemos armar nuestra vianda, pero sin exagerar porque es preferible que coma y quede algo a que vuelva el taper limpio y vacío que no puede llevar a pensar en que el contenido terminó en algún basurero.

Silvina en Ellas Dicen.

Por otro lado, Silvina hizo hincapié en la necesidad también de que, así como la institución educativa promueve la alimentación saludable, "también debe hacer foco a lo que se comercializa en el kiosco, porque si no hay determinadas exigencias hacia los padres, pero esto se deja de lado", puntualizó.

Desde su punto de vista, esto cuanto menos es una contradicción por lo que el mensaje subyacente es que "lo contradictorio funciona igual". Consideró que esto es algo en lo que todos debemos empezar a prestar atención porque de esas situaciones, también aprenden los niños.

En otro momento de la entrevista, Silvina comentó que la comida saludable y sustanciosa, requiere de un tiempo de elaboración en contraposición de la comida rápida o chatarra. "Partiendo de esa idea, tenemos que saber que algún tiempo tenemos que dedicarle durante la semana. Además, deberíamos aprender a comer sano y esto, no se da en el ámbito escolar y si se diera, sería una oportunidad para que muchos chicos prueben algún tipo de verduras que no son consumidas en sus casas", remarcó.

Aseveró también que debemos entender que acostumbrarnos a consumir determinadas frutas o verduras que no forman parte habitual de nuestra dieta, es un proceso. "Por ejemplo, a mí me llevó casi 7 años aprender a consumir y adaptar mi paladar al sabor del pepino, entre otros. Pero me di el tiempo para probarlo en distintos menús. Además, hay tenemos que aprender a consumir aquellas frutas y verduras de nuestra zona, lo que tenemos cerca", indicó.

-¿Cuál es tu concepto de alimentación saludable?

-Siento que la conceptualización de lo saludable es una construcción que en forma paulatina vamos construyendo, entonces sería injusto decirle a alguien esto es o no es saludable cuando quizás todavía siquiera empezó a preguntarse cómo es su alimentación. En mi caso particular, el concepto de lo saludable se fue construyendo y ampliando con el paso del tiempo. Además, es algo que nos tiene que resultar agradable porque si no, nos resulta muy difícil ponerlo en práctica. Ahora, si pudiéramos hacer como una lista básica de cómo podría ser una dieta saludable diría que comiendo menos harinas o variar el consumo distintos tipos de harina, incorporar frutas y verduras frescas crudas.

Agregó que resulta interesante considerar que tenga estén presentes los hidratos, las proteínas y las fibras.

-También resulta interesante identificar a aquellos productos procesados o ultraprocesados que forman parte de nuestra dieta y que los consumimos pensando que son saludables...

-Sí, tenemos que aprender a leer las etiquetas e identificar que si tiene más de cinco ingredientes que no son "naturales" y que ni siquiera las conocemos ni tenemos en nuestras casas, esos son aditivos y conservantes que no son saludables, los que a la larga son todos componentes químicos artificiales, de ser posible evitarlos. Por otra parte, la industria alimenticia comenzó a incorporar cada vez más azúcar o sodio a sus productos, ¿por qué? Porque ambas generan adicción y tenemos ganas de seguir consumiendo más de eso.

-Un argumento muy utilizado por todos ante la pregunta de por qué se opta por la comida rápida, es el del tiempo, ¿cuál es tu opinión?

-El tiempo es una construcción humana, no es algo que uno vaya a comprar, somos los seres humanos los que pensamos en esos términos. Además, es una estrategia de la industria alimenticia porque si nos ponemos a observar las publicidades de la década del 50' y las de ahora, el mensaje sigue siendo el mismo. Solo ha variado la marca, la música, el vestuario, pero lo demás, es igual. Por lo tanto, creo que nos tenemos que preguntar en qué gastamos u ocupando nuestro tiempo porque, por ejemplo, tener un tiempo para compartir mientras se prepara la cena, no tiene precio. Eso también es parte de una buena alimentación, sin estar conectado con el afuera y no con lo que estoy haciendo.

-Otro mito es la cuestión de costos de los productos saludables…

-La pregunta que nos debemos hacer quizás sea en qué estamos dispuestos a invertir, porque ese argumento me parece que está manipulado desde la industria, que nos dice que nos resuelve todo más rápido, y que además de dañarnos, es carísimo. Entonces tenemos que mirar cuál es el costo y las consecuencias a largo plazo.

-¿Y cuál sería tu propuesta para que más personas se sumen a hacer una alimentación saludable?

-Creo que se puede generar estrategias para organizarnos y pensar qué vamos a comer durante una semana, teniendo en cuenta lo que vamos a consumir día a día. A esto, por ejemplo, le podemos sumar el hecho de que se pueden hacer compras en comunidad, con un vecino, un familiar, algo así, a fin conseguir mejores ofertas. Por lo tanto, esa es la propuesta: organización y disciplina, porque nos ordena y nos despeja la vida, lo cual a su vez nos va a permitir tener tiempo y buena energía. Además, es necesario ir prestando atención a qué les gusta consumir a los chicos, por lo cual también es interesante compartir la elaboración de la comida o la merienda con ellos.

Si querés conocer más sobre las propuestas, podés buscarla en el Instagram como elgusto.denutrirme.

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