“El chocolate se te mete por todos lados, tanto que terminás viviendo en modo chocolate”

GENERAL17/09/2022Josefina EchezárragaJosefina Echezárraga
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Ingrid Cuk, licenciada en Ciencias Biológicas, confiesa que el mundo del chocolate la atrapó hace varios años. Esta semana en Quintaesencia, dialogamos con ella, tras contactarla por el marco del Día Internacional del Chocolate. 

¿Quién no ama el chocolate? Nadie, podría ser la inmediata respuesta. A lo que Ingrid agrega que Argentina encabeza la lista de países americanos con mayor consumo de este noble producto. Pero remarca: “Hay que saber identificarlos porque muchos de los que están en el mercado, son baños de repostería y no llegan a ser ni parientes lejanos”. 

La charla con la especialista nos lleva de la mano a un mundo que nos inunda por completo de aromas, sabores, texturas y también una fuerte conexión emocional que nos invita a un viaje hermoso. Ingrid nos cuenta que nació en Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires) y, desde pequeña, siempre tuvo claro que tenía un amor especial por enseñar. “No sabía bien que iba a hacer de grande, solo sabía que iba a enseñar”, cuenta buscando resumir parte de su historia personal que, como muchos, tuvo una unión emotiva con el chocolate ya que era parte de momentos festivos. 

Tras avanzar en sus estudios en Ciencias Biológicas, llegó a un posgrado internacional en Tecnología de los Alimentos y en paralelo, pero como una cuestión hogareña disfrutaba cocinar porque le permitía generar un momento de encuentro. “La cocina siempre me gustó. Los caminos se van trazando y un día entendí que lo que yo quería, era enseñar sobre distintas vetas de la cocina. Así es que comencé con eso, hasta que me propusieron reactivar una escuela de cocina, así que cuando junté a los profesionales que dictarían las clases, dije: 'Chocolate, bombonería lo doy yo'. Ese un poco fue mi encuentro con ese mundo que se me empezó a meter por todos los poros”, remarca. 

En este contexto, ella resalta la importancia de escuchar al cuerpo, de hacer las cosas desde el sentir: “Cuando el chocolate llegó a mi vida, revolucionó todo, es como ese amor que había esperado por tanto tiempo y finalmente lo conocí”. 

“Entonces me empecé a preguntarle: ¿Qué puedo hacer con vos? Y me di cuenta que tenía infinitas posibilidades, helados, bombones, pastelería, platos salados, catas, estudiar el cacao, entonces te das cuenta que estás viviendo en modo chocolate y hasta los manteles de tu casa son color chocolate”, cuenta entre risas. 

-¿Qué es el chocolate? 

-Es un alimento, o también conocido como un superalimento, se elabora desde el interior de un fruto, que es una mazorca que tiene semillas, de una parte, se extrae la materia grasa de origen natural manteca de cacao, y por otro el soluto de cacao para hacer chocolate o cacao en polvo. A lo que se agrega azúcar es la base del chocolate. 

Pero la cosa no concluye ahí porque agrega: “Ojo, no todo lo que está en mercado es chocolate, un buen chocolate es alimento y es beneficioso para la salud en pequeñas dosis, pero en el comercio, hay baños de repostería que no son ni parientes del chocolate y, por el contrario, hacen mal”.

-¿Cómo saber si lo que estamos consumiendo es chocolate o no? 

 -Esa es quizá la parte más complicada, porque estamos acostumbrado a visualizar algo como chocolate, eso no ayuda, hay que leer las etiquetas, pero la realidad es que muchas veces se hace difícil leerlas, por el tamaño de la letra o por lo confusa que son. Informar y educar es parte de nuestro trabajo. Saber que nos pasa en boca cuando consumimos un chocolate de verdad es lo que marca la diferencia, ahí uno rápidamente puede identificar un verdadero chocolate y de eso no hay vuelta atrás. 

-¿En qué consiste tu trabajo hoy? 

-Tengo una escuela de chocolate, en donde durante dos años estudiamos variedades, y sobre todo todas las posibilidades que se abren cuando uno ingresa de manera profesional a este mundo maravilloso. Además, tenemos el club de cata de chocolate donde nos juntamos una vez por mes y las catas, que pueden ser profesionales o amateur. 

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-¿Qué lugar ocupa Argentina si de chocolates hablamos? 

-Cómo te decía antes, somos un país consumidor por excelencia. Nos gusta mucho comer chocolate y, si bien no somos productores de cacao, tenemos muy buenos pasteleros y artesanos del chocolate, tanto en el Sur del país como así también en Buenos Aires. Y es que el mundo del chocolate ha crecido mucho, sobre todo para quienes se interesan por comer un buen chocolate, porque les interesa conocer, disfrutar y saber qué está comiendo. Todo esto se lo debemos un poco al mundo del vino y el café, que han abierto puertas, porque la gente comenzó a comprender que no hay un solo vino, sino que hay muchos, igual con el café y ahora con el chocolate. 

-¿Por qué nos gusta tanto? 

Esa respuesta no se sí la tengo, pero sí te puedo decir que a la mayoría de las personas les gusta comer chocolate porque, claro, hay un efecto que se genera en el cuerpo, esto que decía se te mente por los poros es real. Pero también, hay una cuestión emocional, se relaciona mucho con momento de la infancia, momentos de celebración, personas que nos marcaron como abuelos, padres o parejas, entonces se da una mezcla muy interesante porque un poco es física y otro poco, emocional. 

En esa línea, la experta dice que “cuando te metes un poco más, descubrís que es un mundo en el que podés jugar, decís a ver si pruebo mezclando este chocolate con tal aperitivo, o con cítricos y notás, que no solo es chocolate con dulce de leche, sino también que puede estar con pimienta o en platos salados, hay un abanico de aromos y cuestiones sensoriales que se despiertan”. 

-¿Qué consejos le podrías a dar a alguien que quiera comenzar a catar por su cuenta? 

Bueno primero leer la etiqueta para ver si lo que están consumiendo es chocolate y luego, hay que aprender que se trata de un ritual, que no se trata de comer en completa desconexión, sino que es un momento para sentir.  Si es un buen chocolate, ese sabor en boca tiene que prevalecer, no es sentir el azúcar o la vainilla, sino el chocolate y tras algunos minutos sentir que ese sabor sigue allí, eso nos da la pauta que estamos ante un buen producto. Luego se trata de esto de identificar los gustos propios, porque hay una realidad, muchas veces creemos que no nos gusta el chocolate amargo, pero en realidad jamás lo hemos probado, o solo probamos imitaciones, entonces se trata de descubrir o redescubrir sabores y ver que me gusta más. 

Como dice Ingrid, el mundo del chocolate es inmenso, en esta charla buscamos abrir la puerta, para quienes quieran saber más pueden seguirla en Instagram @escueladelchocolateingridcuk


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