Rumbo a Alaska, dos pilotos pasarán por Corrientes para medir las secuelas de los incendios

HISTORIAS QUE INSPIRAN09/04/2022María del Carmen Ruiz DíazMaría del Carmen Ruiz Díaz
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Black Carbon, la nave experimental que medirá los gases dañinos para el ambiente.

Juan Martín “Tinti” Escobar y Guillermo Casamayú son amigos de toda la vida y esta relación se reforzó mucho más en estos últimos siete años, cuando decidieron construir un avión experimental, con el que en semanas más realizarán algunos viajes por la Patagonia para después, dirigirse a su destino final: Alaska. Pero la particularidad de esta expedición es que llevará un sensor para medir las concentraciones de CO2 y “carbono negro” en la atmósfera, responsables del calentamiento global.

Teniendo en cuenta la utilidad de este implemento, los pilotos oriundos de Rada Tilly (provincia de Chubut), pasarán por la provincia de Corrientes a fin de recabar datos sobre las consecuencias ambientales provocadas por el casi millón de hectáreas incendiadas hace escasas semanas.

Para conocer más sobre esta historia que combina varios elementos tecnología aventura y cuidado del ambiente, Quintaesencia charló con Guillermo Casamayú, quien contó cómo surgió esta iniciativa. "La idea nació hace casi ya ocho años y en el 2012, comenzamos con la construcción del avión que, al principio, iba a ser para uso particular para volar en la zona de Patagonia. En especial porque buscábamos una nave eficaz, como lo es este, con las cualidades necesarias para volar de acuerdo a las particularidades geográficas y climáticas. Es decir, necesitábamos que sea de fácil y corto despegue, bajo consumo de combustible, entre otras características que lo hacían el ideal para construir", contextualizó el piloto en el inicio de la entrevista.

WhatsApp Image 2022-04-06 at 12.27.33 PMLa Patagonia, el lugar para donde fue pensado
originalmente la nave experimental.

En una primera instancia, los pilotos habían proyectado que el armado del avión les demandaría dos años, "pero bueno, pasaron siete", dijo con una gran sonrisa Guillermo, como quien sabe que a veces los proyectos sufren algunos contratiempos, en este caso relacionado con cuestiones laborales y la posibilidad de dedicarle poco tiempo a la construcción en sí.

No obstante, y parafraseando a aquella frase de que todo es perfecto, en todo este tiempo fueron conociendo a muchas personas a través de contactos y ser parte de algunos foros de pilotos y viajeros del mundo. "Muchos de ellos, por ejemplo, utilizaban los aviones con alguna finalidad científica. Así, conocimos a un español que dio un par de vuelta por los polos con uno muy parecido al nuestro que, iba midiendo el carbono negro y el dióxido de carbono, y ahí nos surgió la idea y la pudimos reforzar cuando pasó por Comodoro Rivadavia y nos dio más información", contó Guillermo.

Y casi como una larga sucesión de hechos concatenados, este piloto español los puso en contacto con la empresa que fabrica este tipo de sensores y que tiene base en Eslovenia, "cuando les dijimos que estábamos interesados en poder hacer una medición similar, se sumaron de inmediato. A nosotros nos pareció más que interesante la posibilidad de poder aportar algo ya que, de todos modos, nosotros igual vamos a hacer el viaje", agregó.

Ante la consulta de cuál fue la principal motivación para realizar la medición de estos gases en el territorio argentino, Guillermo dijo que teniendo en cuenta la gravedad de las consecuencias del cambio climático, "y que no existen antecedentes de una expedición aerocientífica con un avión experimental".

"A nosotros nos pareció más que interesante la posibilidad de poder aportar algo ya que, de todos modos, nosotros igual vamos a hacer el viaje".

Próxima etapa

Teniendo en cuenta de que el avión ya está listo y en condiciones óptimas para viajar, el piloto chubutense dijo que estiman salir para Ushuaia en los próximos días. "Siempre y cuando el clima lo permita, claro. Pensamos volar por distintos puntos del país durante todo el mes de abril, entre ellos Corrientes donde tenemos la misión de medir también la presencia de estos gases, en especial en aquellas zonas donde se produjeron los grandes incendios", indicó.

De acuerdo al cronograma trazado estiman que, entre los meses de junio y julio, estarán partiendo con rumbo a Estados Unidos. "Vamos a pasar por el centro del Amazonas, después vamos a cruzar por la zona del Caribe, y tenemos previsto ingresar a Estados Unidos por Florida, subir por la costa de California hasta Alaska, queremos llegar hasta Barrow que es la ciudad más al Norte de ese territorio. Y en esa región nos queremos quedar varios días para conocer más esa región. El regreso tenemos previsto hacerlo por la zona centro de Alaska, Canadá hasta Houston en el Sur de Estados Unidos, donde dejaríamos el avión en el predio de un amigo, porque la intención es volver en un avión de línea a Argentina. Unos meses más tarde, volveríamos a buscar la nave y bajaríamos por la zona Oeste de América", comentó.

En relación a la información relevada durante el viaje, Guillermo dijo que será la propia empresa que les cedió el sensor, la que se encargará de procesarla para después compartirla con la comunidad científica.

WhatsApp Image 2022-04-06 at 12.27.35 PMJuan Martín y Guillermo, amigos y compañeros de travesía.

Cuestión de costos

El financiamiento de este avión experimental provino del bolsillo de los propios pilotos, “pero lo bueno que tiene realizar este tipo de construcción es que se puede ir haciendo por partes, entonces no necesitás todas las partes juntas. En nuestro caso, lo primero que compramos fue la estructura del avión. Después, con el tiempo, compramos el motor, la hélice y demás instrumentos de vuelo. Además, como tuvimos siete años para armarlo, fue un poco más fácil hacerlo desde el punto de vista económico", aseguró Guillermo.

Por otra parte, comentó que ya cuentan con toda la planificación en cuanto a las rutas más convenientes para esta travesía, como también los aeropuertos más convenientes para realizar las escalas, además de los costos de combustibles, teniendo en cuenta que la nave posee una autonomía de vuelo de seis horas.

En cuanto al tiempo total de la expedición desde el inicio hasta el regreso a Houston, el piloto indicó que estima que tendrá una duración aproximada de 60 días.

Ante la pregunta de qué significaba en lo personal realizar este tipo de travesía, dijo: "Para nosotros es un gran orgullo, primero porque pudimos construir el avión porque no sabíamos nada de todo esto, entonces nos permitió aprender un montón de cosas, además de poder hacer un aporte para el estudio de esta realidad acuciante como lo es el cambio climático", concluyó Guillermo.

Cabe mencionar, además, que los pilotos chubutenses también van a estar enviando la información a la Universidad Nacional de la Patagonia y al Servicio Meteorológico Nacional, para lo cual suscribieron un convenio.

Más info sobre la travesía:

Instagram: @patagoniaalaska

Web: www.patagoniaalaska.com 


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