David y la misión de compartir su saber como luthier
HISTORIAS QUE INSPIRAN26/02/2022María del Carmen Ruiz DíazA David Gauto lo atraviesa la música, pero en especial la pasión por reparar y construir instrumentos, es decir el mundo luthier. Los caminos de la vida y de esa búsqueda, lo llevaron a la ciudad de Mendoza para estudiar. En ese recorrido, trabajó y acompañó a algunas bandas infantiles cuyos instrumentos cada cierto tiempo, necesitaban algún tipo de reparación. Esa fue la puerta de estrada para ese maravilloso mundo.
En una charla telefónica con Quintaesencia, este joven nacido en los pagos de Mercedes (Corrientes), contó que se trasladó a la "tierra del buen sol y el buen vino" para estudiar la Licenciatura en Música Popular en la Universidad de Cuyo, con especialización en guitarra. En ese tiempo, comenzó a entusiasmarlo ya la idea de construir o armar guitarras, "y de a poco, se fueron cruzando los caminos y dejé de dedicarme a la música, es decir dejé de acompañar a algunos artistas, además de dar clases y trabajar con orquestas infantiles".
Al principio, según dijo, fue la mera curiosidad y comenzó a desarmar instrumentos de los integrantes de la orquesta y allá por el año 2012, no había mucha información en español en internet, ni hablar de gente que enseñe el oficio. "Todo esto estaba como muy cerrado, pero en forma paulatina, algunos maestros luthiers comenzaron a dar clases, más allá de que sabía de la existencia de la Escuela de Luthería de Tucumán, pero yo ya estaba terminando la carrera y no quería volver a empezar. Entonces, aproveché que en el 2015 se abrió una escuela en Mendoza para tomar un primer curso, a esto ya había hecho mi primer guitarra eléctrica, así que tenía ciertos conocimientos, pero también había cometido muchos errores, porque mucho de lo fui haciendo como autodidacta", contó casi a modo de contextualización.
Allá por el año 2017, y también por esas cosas de la vida, David entendió que era el tiempo de volver al pago, en este caso a Corrientes capital. "Tenía mucho, mucha incertidumbre, pero bueno, fue paso a paso y acá estamos", dijo y se podía adivinar la sonrisa del otro lado de la línea.
En primera instancia, tomó contacto con autoridades del Instituto de Cultura, con quienes empezó a desarrollar algunas propuestas. En 2018, se postuló a una beca otorgada por el Consejo Federal de Cultura para luthiers para ir a tomar clases a Buenos Aires con el reconocido maestro Esteban González y, como contraprestación de la misma, era dar cuatro clases de reparación de instrumentos.
Ante esta oportunidad, y junto con referentes de Cultura, se acercó a la Escuela Técnica Fray Luis Beltrán para allí desarrollar las actividades. "Este lugar era el ideal porque tiene un taller de carpintería, así que desarrollé ocho clases en lugar de cuatro, una vez por semana. Después, y como una continuidad, comenzamos a dar un curso de construcción de instrumentos en la misma escuela", comentó.
Con mucha incertidumbre, David decidió instalarse en Corrientes para dar forma a la escuela de luthería.
Compartir el saber
Como parte de la alianza estratégica con las autoridades del Instituto, definieron darle forma a la propuesta de enseñar luthería, “también con la finalidad de salvaguardar el chamamé en el marco de las acciones realizadas para que nuestra música sea declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, contó David.
Por ello también acordaron llevar adelante un curso de luthería para personas interesadas, pero con residencia en distintos puntos de la provincia. "Para eso se hizo una convocatoria a través de las direcciones de Cultura de distintos municipios y en el 2019, se realizó un curso de fabricación de instrumentos. Muchos de los egresados, por ejemplo, comenzaron casi de inmediato a reparar o fabricar guitarras, en sus comunidades. Esto, a su vez, evita un sinnúmero de contratiempos para los músicos de los pueblos, entonces podemos decir que es un oficio con rápida salida laboral", remarcó David.
En determinado momento también surgió la posibilidad de hacer talleres regionales en distintas zonas de la provincia, en ese sentido dijo que cuando empezaron a darle forma a esta idea, se declaró el aislamiento por el Covid, lo cual por supuesto, hizo que todo quedara en pausa.
Ante la decisión mundial de "quedarse en casa", David decidió arriesgarse y dictar un curso de construcción de instrumentos eléctricos online, los cuales tuvieron muy buena repercusión. "Tanto es así que tuvimos alumno de Chubut, Uruguay, España, entre tantos. Por lo que podría decir que, si bien la pandemia trajo un sinnúmero de inconvenientes para todos, también de un modo impensado, hizo que la escuela fuera conocida más allá de Corrientes", reflexionó.
Ante la consulta de por qué decidió darle vida a una escuela de luthería, David dijo: "No encuentro una razón, pero sí te puedo decir que es algo que me gusta mucho, es casi una necesidad de compartir mi saber para que otras personas, también puedan hacerse sus propios instrumentos. Además, me pongo en su lugar y puedo imaginarme cómo me sentiría yo si tuviera ganas de hacerme mi instrumento y no contar con la posibilidad".
¿Por qué una escuela de luthería?
"Porque es una necesidad de compartir mi saber", dijo David.
Darle forma al sueño
En relación a cuáles serían los próximos pasos de la escuela, comentó que anhela crear una carrera de luthería, la cual podría tener una duración de dos o tres años, contar con una determinada cantidad de materias relacionadas con el arte de construir instrumentos. "Y que cada una esté a cargo de personas idóneas para enseñarlas y de esta manera, poder formar a profesionales especializados. Creo que nuestro norte es la escuela de Tucumán, que ya tiene un camino hecho y reconocimiento a nivel internacional, inclusive", agregó.
En este punto, surgió casi la pregunta obligada de por qué la iniciativa lleva el nombre de Takuara, y el luthier correntino dijo que es parte de una propuesta artística integral, en la que también está contemplada una escuela de música. "Cuando nos pusimos a pensar en un nombre, consideramos que debía ser de algo propio y característico de la región y que, además estuviera presente en todas partes. Y así surgió porque, entre otras cualidades, también es flexible y se puede utilizar para una amplia variedad de cosas, tal como es la idea del proyecto".
De alguna manera, también está relacionado con las actividades que lleva adelante la esposa de David, Betiana Quiróz, quien además es creadora del coro infantil Pomberitos Cantores, que, en forma paulatina también, va dándole forma a la propuesta de la escuela de música.
Mientras ellos siguen dando forma a este gran y maravilloso sueño, está abierta la inscripción para los cursos de construcción de guitarras y bajos que comienzan en el mes de marzo, con distintos horarios disponibles y cupos limitados, y las clases se dividen en instrumentos acústicos (guitarra clásica de concierto y de cuerdas de acero) e instrumentos eléctricos (guitarras y bajos).
Si querés tener más información, ingresá a su perfil de Instagram: proyecto_takuara.