Domos geodésicos, mucho más que otra forma de construcción
GENERAL13/02/2022María del Carmen Ruiz DíazHace un tiempo, las construcciones para viviendas o estadía temporaria conocidas como domos geodésicos, comenzaron a ser más conocidos. Pero, ¿cuáles son las particularidades del mismo?, fue la pregunta que nos hicimos en Quintaesencia y fuimos en búsqueda de respuestas. Para ello, entrevistamos a la arquitecta Lorena Cipolini, una correntina que estudió en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) pero que vivió varios años en la provincia de Chubut.
“Hace un bastante que empecé a investigar este tipo de construcción porque me llamaban mucho la atención porque consideraba que se podía crear espacios únicos e impactantes, ​pero en realidad es una figura geométrica que nos apasiona”, dijo Lorena en el inicio de la charla telefónica. El haber acumulado conocimiento y comprendido el sentido que posee forma de hacer viviendas, ella comenzó a enseñar y estuvo a cargo de una diplomatura, más allá de haber participado de distintos eventos en los que expuso las técnicas que había logrado desarrollar.
“Un domo geodésico es una sección de una esfera geodésica, su forma está basada en la figura del icosaedro. La división que se haga de esta figura inicial, determinará la frecuencia de la cúpula. Son estructuras de gran rendimiento y de gran espacio armónico, dada la ausencia de columnas o pilares. Al mismo tiempo, al ser una estructura fractal, se generan grandes resistencias de cargas con cantidades de material muy inferiores a las que se suelen utilizar en la arquitectura tradicional”, definió Lorena.
Este concepto fue desarrollado por Richard Buckminster Fuller, quien patentó la idea y las matemáticas del proyecto a mitad del siglo XX, razón por la cual es considerado su inventor.
El domo geodésico o cúpula geodésica es una estructura especialmente vistosa, llama la atención por su forma poco común, su originalidad. Pero su potencial yace en que puede ser utilizado para los más diversos fines imaginables; ya sea para laboratorio, cúpula para eventos, una vivienda, sala de actividades, museo, invernadero, bar y tantos usos diferentes como usuarios pueda haber.
“En este tiempo también fuimos desarrollando distintas técnicas y estrategias para que estas estructuras cumplan con las más estrictas normas de la construcción y seguridad. Trabajamos con estructuras de metal o de madera, que son las más populares en la actualidad, aunque hoy en día es posible utilizar un sinfín de materiales que cambiarán su rendimiento y durabilidad”, contó la arquitecta.
¿Cómo te vinculaste a este sistema de construcción?, fue la siguiente pregunta de Quintaesencia, a lo que ella respondió que fue a través de la geometría sagrada y la psicogeometría, lo cual la fue investigando más porque consideró como muy interesante el concepto de que la geometría del hábitat, posee una frecuencia vibratoria y cómo esto puede ser calibrado y desarrollado desde este tipo de estructura, teniendo en cuenta la vibración de quienes van a habitarla.
La geometría sagrada fue la llave que le permitió ingresar a Lorena al mundo de los domos geodésicos.
Cambios
Hace varios meses, Lorena y su esposo decidieron que era tiempo de volver a Corrientes por una cuestión netamente familiar: “Habíamos decido regresar para que nuestra hija que tiene 9 años, estuviera más cerca de la familia, de los afectos, entonces decidimos radicarnos en Santa Ana”, comentó.
Cuando lograron asentarse, comenzaron a evaluar a la posibilidad de desarrollar un emprendimiento para construir este tipo de viviendas, como también realizar cursos para que una persona pueda construir su propio domo.
Características
En relación a cuáles son los beneficios de este tipo de construcciones, Lorena indicó que son de rápida construcción; poseen una estabilidad estructural asísmico, soporta cargas de vientos, cargas dinámicas y estáticas (como nieve), “tené en cuenta de que se construyen como centros de investigación y viviendas en la Antártida”, señaló.
Además, posee una estabilidad térmica, funciona de forma perfecta en climas extremos; posee una mayor eficiencia energética al utilizar al máximo los recursos naturales (luz del sol), es amigable con el entorno natural, economía en calefacción al ser una forma semiesférica (los flujos de aire son circulares) por lo que son espacios fáciles de calefaccionar, la sección que se enfrenta al sol es menor por su cubierta curva, por lo que no hay grandes variaciones de temperatura en verano e invierno.
Por otra parte, Lorena indicó que los domos permiten una libertad de diseño único, ya que no se necesitan soportes para tabiques, es posible poner ventanas en cualquier posición o en cualquier triángulo. También, la construcción de un domo geodésico es más económica que una construcción tradicional de la misma superficie, porque su estructura que la soporta es techumbre y muros a la vez.
La estructura principal se basa en un reticulado de triángulos, que permiten la prefabricación y rapidez de montaje, además es liviana en la relación a la superficie lo que lo hace un edificación muy fuerte y resistente.
“Si, además, la construcción se lleva a cabo desde la geometría sagrada, se puede generar un campo activador de la energía, tanto como vivienda como también como espacio para llevar a cabo algún tipo de terapias alternativas”, remarcó Lorena. Por otra parte, la arquitecta comentó que ella busca de manera intuitiva que la construcción también respete el espacio donde se va a emplazar la construcción, “porque es necesario que exista una interacción coherente entre el interior de la vivienda y el exterior”.
En cuanto a la recepción que este tipo de construcciones tuvo en Corrientes, aseguró que, si bien ella no realizó mucha difusión sobre los cursos o la construcción en sí, “me sorprendió gratamente de cómo fue recibido e inclusive, cómo muchas personas ya participaron en las actividades que realizamos. Además, también se generó un interés que siento que va en aumento”, indicó.
En cuanto a cómo es el relacionamiento con el cliente, Lorena comentó que, en primer lugar, ella recorre el lugar donde va a estar ubicada la construcción a fin de conocer y conectar con la energía que posee, como también cuál es el sentir real de quien solicita la construcción. “Porque justamente ese es el sentido de esta modalidad, tener en cuenta de que somos uno y formamos parte de este planeta que tiene una determinada fractalidad que está presente en todo, desde en la forma microscópica que tiene una célula, hasta la forma de una planta, todo está conectado”, remarcó.
En cuanto a los presupuestos que se manejan, dijo que está relacionado con el hecho de que la persona decida comprar un kit estructural y llevar adelante el ensamblaje de las partes, después de haber sido capacitado, o que Lorena y su equipo lleven adelante todo el proceso. “En este momento podríamos hablar de un presupuesto básico de 800 mil pesos de un domo de seis metros de diámetro, a eso por supuesto hay que sumarlo todo lo que implique sanitarios y demás insumos que requiere una vivienda”, contó.
Para ella, es fundamental que la obra que se lleve a cabo provoque el menor impacto posible al medio en el que se va a realizar la instalación del domo, “por eso por lo general trabajamos con estructuras, porque evitamos sacar materia de su lugar porque al abordarlo de esta manera más amigable, es innecesaria”.
Indicó además que, en relación a los costos, también debe tenerse en cuenta los distintos materiales con los que se va a llevar a cabo el cerramiento del domo.
Finalmente, Lore comentó que a fines del mes de marzo, estará realizando un nuevo curso para enseñar a construir las partes de un domo, “ya tenemos muchas consultas y demandas de personas interesadas en aprender, esto es para nosotros muy alentador”, concluyó.
Para conocer más sobre el trabajo de esta arquitecta, podés ingresar a su cuenta de Instagram @lorenacipolini.