Amor de madre, fundamento y razón de ser de un emprendimiento    

GENERAL30/05/2021María del Carmen Ruiz DíazMaría del Carmen Ruiz Díaz
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“Por amor a mi hija, nunca bajé los brazos y siempre tuve fuerzas para volver a empezar y hasta para reinventarme”, dijo Daniela Acquarone a modo de introducción en la charla telefónica con Quintaesencia. Y es que esta joven mamá, hace más de 13 años, no tuvo más chance que iniciar un proceso de aprendizaje en un mundo que le era desconocido y en el que no había margen para la duda: ser mamá de una niña con discapacidad a la que tenía que ayudar con alimentación saludable. 

“Cuando me dijeron que Rosario (su hija) tenía que alimentarse de una determinada manera no entendía nada, no sabía qué ni por donde podía empezar los cambios”, aseguró. Pero ella sabía que sólo tenía una opción: aprender a hacer lo mejor que podía para su hija. Y así empezó. 

Primero debió buscar información, opciones y someterse a un continuo proceso de ensayo y error. “Fueron momentos en los que pasaba por todo tipo de emociones y sensaciones, pero lo fui haciendo poco a poco. Y cada paso lo iba dando con un poquito más de seguridad porque veía que lo que le cocinaba, en su mayoría apto para celíacos y con productos de buena calidad, lo más naturales y orgánicos posibles, iban redundando beneficios”, contó. 

Ese camino hizo que sus comidas se vayan haciendo “famosas” y que Rosario, justamente, se convirtiera en una especie de embajadora porque siempre llevaba a todas partes su vianda con porciones generosas para compartir. “Y así, algunas mamás de sus compañeras fueron pidiéndome que les prepara determinadas comidas porque sabía que eran ricas y sus hijas las aceptaban con gusto”, rememoró. 

Daniela aceptó el desafío y de preparar hamburguesas de legumbres, pre pizzas integrales y una amplia variedad de comidas saludables, debió empezar a pensar en cantidades, stock de productos, precios y demás, para poder responder la creciente demandas de comidas saludables. 

“Todo este caminito comenzó hace 4 años aproximadamente y si hoy tengo que hacer un balance, digo que es más que positivo porque todo fue y es ganancia, en especial en experiencia y crecimiento”, dijo. Y así comenzó Step Congelados, un emprendimiento que además de una fuente de ingreso, se convirtió en un motor para seguir creciendo y proyectando sueños. 

“El gran motor para mí fue y es mi hija, por ella doy cada paso cada día, por ella superé en dos oportunidades cuadros de salud muy difíciles. Pero a ello también tengo que sumarle la satisfacción que me da poder preparar comidas con un ingrediente muy especial: el amor. Y es que cada uno de ellos los elaboro como si fuera que son para mi hija”, concluyó. 

Para conocer las propuestas de Step Congelados, sólo hay que comunicarse con Daniela al 379 5 04-2250. 

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