Educación y placer para resignificar la sexualidad y vivirla en libertad

Hablar de sexualidad femenina sigue siendo un desafío en muchas sociedades. Aunque en los últimos años ha habido avances en materia de educación sexual y derechos, persisten creencias limitantes y tabúes que dificultan el disfrute y la autonomía de las mujeres sobre sus propios cuerpos. Miriam Gómez, sexóloga y pedagoga, lleva años trabajando en la educación sexual femenina con una propuesta clara: resignificar la manera en que las mujeres viven su erotismo y su placer, para que puedan apropiarse de su sexualidad sin culpas y con libertad. En diálogo con Quintaesencia, la especialista compartió su recorrido, sus aprendizajes y los desafíos que aún quedan por delante.

Un camino de autodescubrimiento

Desde España, Miriam relata cómo su propia experiencia de vida la llevó a adentrarse en el mundo de la sexología y la pedagogía. “Siempre viví de manera muy libre en mi sexualidad, pero al comenzar a estudiar, me di cuenta de que mi historia no era la de la mayoría de las mujeres”, comenta. Al interactuar con otras realidades, descubrió que muchas de ellas transitaban su sexualidad con culpa, miedo o desconocimiento, y entendió que su misión era compartir herramientas para que pudieran resignificar su relación con el placer.

A lo largo de los años, ha trabajado tanto en acompañamiento individual como en espacios grupales. Actualmente, su enfoque está más volcado a la docencia, formando a otras mujeres y profesionales en el ámbito de la educación sexual. “La sexualidad sigue siendo un tema tabú, aunque queramos creer que no. Y lo que ocurre con los tabúes es que, para salir de la desinformación, buscamos respuestas normativas, pero en sexualidad no hay una norma: cada mujer la vive a su manera”, explica.

“Siempre viví de manera muy libre en mi sexualidad, pero al comenzar a estudiar, me di cuenta de que mi historia no era la de la mayoría de las mujeres”.

La importancia de la educación sexual femenina

Miriam destaca que, a menudo, se mira a Europa como un referente de avances en derechos y educación sexual, en realidad las mujeres de distintas partes del mundo enfrentan dificultades similares. “En muchos países todavía se enseña la sexualidad desde un enfoque reproductivo, dejando de lado el placer, el deseo y la autonomía sobre el propio cuerpo”, señala.

Por ello, su trabajo se centra en la información y el acompañamiento. “Es fundamental que las mujeres tengan acceso a información clara y basada en evidencia. La educación sexual no debería ser un privilegio, sino un derecho, porque nos ayuda a conocernos, a disfrutar y a poner límites cuando es necesario”, sostiene.

Creando una comunidad de aprendizaje

Para llevar estos conocimientos a más mujeres, Miriam Gómez creó una comunidad en la que semana a semana trabajan temas relacionados con la sexualidad, la erótica y el empoderamiento. “No se trata solo de leer un artículo y pensar ‘esto me hace ruido’, sino de un proceso constante. La sociedad nos sigue enviando mensajes que nos llevan a la culpa, a la complacencia y al autosacrificio. Por eso necesitamos espacios de reflexión y de aprendizaje conjunto”, comenta.

En su comunidad, aborda temáticas como la respuesta sexual femenina, el deseo, el placer y el orgasmo, siempre desde un enfoque integrador que permite a cada mujer encontrar su propia manera de vivir la sexualidad. Además, explica que muchas veces los encuentros se transforman en espacios de escucha y apoyo, porque “compartir experiencias y sentirnos acompañadas en el proceso de redescubrimiento es clave”.

Miriam Gómez, sexóloga y pedagoga

El placer como parte de la vida cotidiana

Uno de los principales desafíos que identifica Miriam Gómez es la disociación entre la sexualidad y la vida cotidiana. “Muchas mujeres ven la sexualidad como algo separado de su identidad, algo que ocurre solo en la intimidad, cuando en realidad nuestra erótica nos atraviesa todo el tiempo”, explica.

Para ayudar a integrar la sexualidad en la vida diaria, propone ejercicios de exploración sensorial y de reconexión con el propio cuerpo. “Erotizarnos no significa simplemente pensar en el sexo. Significa vivir con mayor sensibilidad y disfrute. Puede ser a través de la música, del baile, del contacto con la naturaleza o del arte. Lo importante es permitirse sentir y expresarse”, detalla.

También invita a reflexionar sobre el papel de las creencias limitantes en la relación con el placer. “Si crecimos escuchando que el placer era algo prohibido, pecaminoso o superficial, es lógico que nos cueste disfrutar. Pero el placer no es un lujo: es un derecho”, enfatiza.

La sexualidad como fuente de poder personal

Otro de los grandes temas que trabaja Gómez es el empoderamiento sexual femenino. “El empoderamiento no significa imponerse sobre otras personas, sino recuperar el control sobre nuestros propios procesos. Se trata de decidir desde la libertad, sin miedo, sin culpa y sin vergüenza”, afirma.

Este proceso, aclara, no es lineal ni inmediato. “A veces creemos que con entender algo ya lo tenemos resuelto, pero la realidad es que desaprender lleva tiempo. Reprogramar nuestras creencias sobre el placer y la sexualidad requiere paciencia, autocompasión y, muchas veces, apoyo externo”, explica.

Para quienes están iniciando este camino, recomienda comenzar por el autoconocimiento. “Hacer un recorrido por nuestra historia sexual nos permite detectar de dónde vienen nuestros bloqueos y empezar a sanar”, señala. También sugiere prestar atención a los pequeños placeres cotidianos como una forma de abrirse al disfrute en todas sus dimensiones. “Si no somos capaces de conectar con el placer en la vida diaria, difícilmente podremos hacerlo en la intimidad”, advierte.

“Hacer un recorrido por nuestra historia sexual nos permite detectar de dónde vienen nuestros bloqueos y empezar a sanar”.

Repensar, sentir, transformar

Con una mirada amplia e integradora, Miriam sigue apostando por la educación y la concientización como herramientas de transformación personal y colectiva. “La sexualidad es parte de nuestra identidad, de nuestra forma de ser y de estar en el mundo. No podemos seguir viéndola como un tema secundario. Es momento de darle el espacio que merece”, concluye.

A través de sus cursos, su comunidad y su incansable labor educativa, Miriam invita a las mujeres a cuestionar lo aprendido, a conectar con su esencia y a vivir su sexualidad con plenitud y libertad.

Si te interesa conocer más sobre la labor de formación y difusión de Miriam Gómez, podés seguirla en su perfil de Instagram: sexologiafemenina.

Mirá y escuchá la entrevista en Youtube: