Nadie sabe cúanto amor puede guardar su guardarropa

En el mes del amor, la asesora de imagen consciente Josefina Echezárraga comparte con Quintaesencia su mirada sobre el sentir y la ropa que tenemos guardada. Aquí su sentipensar:

Nadie sabe cuánto amor puede guardar su guardarropa. La afirmación, puede sonar extraña. Pero si me dejan se los voy a explicar. 

Cuando abro un placard, no veo ropa. Veo historias, veo emociones, veo alegrías y tristezas, veo recuerdos, pocas veces veo amor, pero cuando está es muy fácil reconocerlo.  

En el proceso de orden, cuando las personas comienzan a sacar todo, siempre les aconsejo que vayan lento, todas las prendas cuentan algo, “esta me encanta, pero no sé cómo usarla, me la compre en un viaje”, “esta es mi remera de todos los días, ya está muy gastada y súper vieja”, por allá aparece, algo que le regaló la suegra y guarda para usarlo, solo cuando se va a su casa. 

Mientras muchos creen que el placard guarda solo ropa, la cosa es mucho más profunda. Porque se trata de saber que cada prenda somos lo que nos contamos, cuando hablamos de una prenda con desprecio o escases, ponemos en nuestra vida eso. Cuando nombramos una prenda, con alegría, pero resulta que no sabemos cómo usarla, también está diciendo algo. 

Muchísimo se habla del amor propio, hay que amarnos más, aceptarnos, como si eso fuera a ocurrir en un chasquido de dedos. 

Podemos comenzar a ver que el amor propio al escuchar como nombramos a nuestras prendas y tomando conciencia que muchas veces nos estamos vistiendo con escases, cuando la misma prenda nos puede vestir de abundancia, y eso solo va a depender de como la nombremos. 

"Podemos comenzar a ver que el amor propio al escuchar como nombramos a nuestras prendas y tomando conciencia que muchas veces nos estamos vistiendo con escases..."

Vamos a ponerlo más claro: Compraste algo usado o muy económico, siempre escuchaste que en tu familia dijeron que eso era para personas de escasos recursos, pero ahí está la prenda como nueva y hermosa, pero en tu cabeza hay un susurro. Entonces cuando viene una amiga y dice: “Qué bonita tu prenda nunca te la vi, te queda hermosa”, podemos responder con la herida de escases que está lista para salir: “¡Ah! Sí es usada, me salió baratísima”. Aquí, no hemos traicionado al clan. Pero sí nos hacemos un daño al codificar así a la prenda que ya entendió que no vale nada.  

Qué pasaría, si ante la misma pregunta, ahora ya habiendo visto la herida, ensayamos otra respuesta, “sí es muy linda, me la compre hace poco, es fresca y su calidad es hermosa”. Ahora sí, dejemos de vestir de escases para comenzar a vestir desde la abundancia. Pero aquí, no se trata de que lo que le respondemos a otros, es el nuevo código que estamos instalando en nuestro ser.

Así poco a poco comenzamos a ver que el guardarropa guarda muchas cosas, que no nos permiten llegar a amarnos realmente porque las hemos programado de manera incorrecta. 

Conectar con nuestro amor es poder llamar a todo con amor, es entender que todo lo que me rodeo puede estar impregnado de mi amor, de mi esencia. 

Cuando regales una prenda, también podés impregnarla de tu esencia de amor, pensando, deseando que esa persona cada vez que la use se sienta hermosa, alegre, sensual. “Compre esto pensando en vos, -un acto de amor-, para que cuando la uses te sientas maravillosa y fuerte. – un doble acto de amor-. 

Cuando regales una prenda, también podés impregnarla de tu esencia de amor, pensando, deseando que esa persona cada vez que la use se sienta hermosa, alegre, sensual.

La forma que propongo de amor tiene una doble mirada, quizá trabajas tu amor propio, pero en un mundo que compara constantemente, la autoestima suele ser lastimado. No importa en que parte del camino estés, comenzó a cambiar la forma en la que nombras lo que usas y la magia comienza a actuar. 

Feliz mes del amor. Recordá, siempre que no podemos dar lo que primero no nos hemos dado a nosotros y a todo lo que nos rodea. 

Si querés conocer más sobre las propuesta de la autora de este texto, podés seguirla en su perfil de Instagram: josefinalotoazul.