La importancia de la inteligencia emocional en tiempos de la IA
GENERAL21/04/2024María del Carmen Ruiz DíazQuintaesencia inaugura un ciclo de entrevistas con especialistas de distintas áreas ligadas a la inteligencia emocional (IE), la inteligencia artificial (IA) y la comunicación. Este espacio se denomina “El futuro ya está aquí” porque partimos de la premisa de que la irrupción de las nuevas tecnologías en nuestras vidas, en especial la IA, generará cambios radicales. Tanto, que es posible que nuestro modo de estar en el mundo sea totalmente diferente.
El primer invitado fue el coach José Barroso, quien analizó las resistencias que por lo general tenemos los seres humanos a los cambios. En ese sentido, realizó un paralelismo con lo que significó la transformación digital para el mundo laboral. Además, consideró que seguramente viviremos tiempos en los que la gestión de las emociones hará la gran diferencia. Aquí, parte de la entrevista que también la podés ver y escuchar en nuestro canal de Youtube, Noticias Quintaesencia y en Spotify, Quinta Podcast.
-José, me gustaría que, al inicio de esta entrevista, nos cuentes quién sos y un poquito de tu trayectoria.
-Bueno, pues José Barroso es ingeniero industrial y durante mucho tiempo estuve trabajando en empresas fundamentalmente industriales. Siempre estuve muy cercano a la dirección de equipos centrados en el marketing, centrados en las ventas, he hecho un poco de todo. En el año 2009, en plena en lo que llamamos aquí en España “La crisis del ladrillo”, la empresa en la que estaba -que era una multinacional americana-, decidió prescindir de mis servicios. Yo ya tenía 46 años por entonces y tiempo antes había recurrido a consultas de un coach que me cambió completamente la perspectiva y ahí decidí estudiar coaching. De hecho, cuando me despiden, ya estaba estudiando coaching básico. Mientras tanto, intentaba volver a trabajar en el mismo rubro en el que había trabajado por 21 años. Pero bueno, no fue posible. Y en esa instancia, me di cuenta que tenía herramientas suficientes como para hacer una reconversión, no solo laboral, sino también personal. Me pareció adecuado y emprendí mi actividad y bueno, ya son 14 años ocupándome de esto.
-Seguramente esa reconversión en medio de una aparente crisis, también era una oportunidad pero que implicaba un aprendizaje, ¿verdad?
-Por supuesto. En un principio las cosas no fueron tan fáciles como como yo lo cuento aquí, la verdad es que bueno, porque los seres humanos tenemos tendencia a ser continuistas, o rupturistas. Durante seis meses no lo pasé esencialmente bien, por decirlo de alguna forma, se cerraban todas las puertas. La cosa fue complicada porque no asumía la edad que tenía y el estado del mercado y la industria. Entonces, en el momento de dar ese paso, de hacer ese clic, fue cuando me convencí de que debía dar un paso hacia adelante, porque si no das tú un paso hacia delante, no puedes esperar que nadie lo haga por tí. Entendí que no podía cambiar la situación, lo debía aceptar que no significaba resignarse para ir progresivamente cambiando.
-Teniendo en cuenta tu propia historia y cómo aquella crisis laboral pudo ser reconvertida, es obvio que fue fundamental tu gestión de las emociones, ¿cuál es tu percepción acerca de la incidencia que tendrá la IA en las fuentes de trabajo a mediano o largo plazo?
- Esta pregunta es clave, pues evidentemente el avance de la inteligencia artificial es imparable y además la inteligencia artificial va a afectar de hecho, ya está afectando a muchos a muchos empleos -directa o indirectamente-, más allá de que no está completamente plenamente desarrollada, pero la velocidad a la cual va el desarrollo, es tremenda. Pero pasó algo parecido la transformación digital, es decir, cuando las empresas pasaron de llevar la contabilidad en un folio, a llevarla en un excel, y así fue digitalizando. Después pasamos a comunicarnos a través de una intranet. Y sí, se producía una resistencia al cambio tremenda por parte de las personas porque bueno, quizás era porque no se explicaba en qué consistía esa transformación digital y entonces la gente se resistía. Y esto se da porque lo primero que se piensa es “me han quitado funciones” y me da la sensación de que con la inteligencia artificial está sucediendo lo mismo a mayor escala todavía. Más allá de que también hay un cierto mito de que la inteligencia artificial puede hacer absolutamente de todo y hoy por hoy, no puede hacerlo.
-Claro. Además, todo se iría dando en forma paulatina…
-Sí, hay procesos puramente matemáticos, puramente repetitivos que una inteligencia artificial lo puede hacer. No obstante, es posible que en el futuro habrá profesiones que desaparecerán porque se basan en esos procesos repetitivos como el manejo de bases de datos que, básicamente es lo que hace una inteligencia artificial hoy por hoy. Sucede lo mismo con los robots, hoy por ejemplo en la producción de automóviles están prácticamente robotizadas al 90%. Las cadenas de montaje terminarán siendo robotizadas y las decisiones quizás, las termine tomando una inteligencia artificial. Ese será uno de los signos de este tiempo y es lógico que la gente sienta miedo. Por eso quizás es necesario que las empresas tomen conciencia de esto y que, mientras se produce este cambio, intenten proporcionar a los trabajadores programas para que puedan gestionar esas emociones que son evidentemente negativas y que repercuten en la salud de los trabajadores. Pero también, afectará a la productividad de la empresa.
En este punto, José indicó además que, de un tiempo a esta parte, muchas empresas comenzaron a poner la mirada en las habilidades emocionales de potenciales trabajadores. “Lo que se llaman las soft skills, es decir las habilidades blandas que incluye la inteligencia emocional, empatía, la habilidad de conocer y reconocer las propias emociones y las emociones de los demás, ¿por qué? Porque están viendo que son absolutamente necesarias”.
-En ese sentido, ¿cuáles considerás que son las principales habilidades blandas que debemos empezar a desarrollar?
-Sin dudas debemos abordar la inteligencia emocional en forma integral y todo lo que conlleva, es especial la capacidad de gestionar las propias emociones. Creo que esto debería enseñarse en las escuelas desde pequeñitos. Y además de reconocer las propias emociones, también entender las emociones de los demás, a tener empatía, la cual creo que es básica para poder trabajar en equipo. Y esto para mí es tener la capacidad de sentir si te estuviera pasando lo mismo que el otro. Pero la autogestión de las emociones, me parece que ese es el primer gran paso para empezar a andar este camino.