Moda Dopamina

Hace algunos años el objetivo de la tendencia y de la moda era vernos bien. Una cuestión un tanto exterior… pero quienes fuimos trabajando la asesoría de imagen de manera consciente comenzamos a entender que atrás, había mucho más que una cuestión de estética. 

Antes de vernos bien, lo que buscaba cada persona era en realidad SENTIRSE bien. 

Así es que comencé a trabajar la imagen desde esta idea del sentir, el comprender nuestras elecciones de prendas desde nuestras emociones y claro el vestir con intensión. 

El mundo de la moda, lo entendió y hoy está en auge lo que se conoce en redes sociales como “Moda dopamina”. Que no es más que la psicología del color, que ya veníamos viendo. El auge de la tendencia de vestir de colores está íntimamente asociado a aumentar los niveles de dopamina, también conocida como la molécula de la felicidad. 

Acá, y como siempre que se trata de tendencias, me gusta que paremos un poco y pensemos. 

Si bien cada color tiene su energía, no significa que esta energía impacte en todas las personas de la misma manera, eso quiere decir que si la psicología del color dice que el rojo es un color que nos da empuje, avance y fuerza, eso va a aplicar así para todas las personas. No, no y no. Puede que el rojo te produzca rechazo, malestar o te abrume. Aunque todas las personas te diga te queda hermoso, algo en el rojo no te gusta. La buena noticia es que eso quiere decir que estás conectada contigo misma. 

Hay que tener mucho cuidado en este punto y no creer a ciegas todo lo que leemos o escuchamos. Porque, existe mucha información sobre la energía de cada color. 

Lo que digo, es que lo tenemos que pasar toda la información por el cuerpo, conectar con nosotros y captar que cosas nos pasan cuando usamos un color, respirar profundo, cerrar los ojos y sentir su energía. Luego volver a abrirlos y estar conscientes de las señales. El corazón se puede acelerar, la voz puede cambiar, el cuerpo se puede poner más rígido o quizás más relajado. Sí gran parte es por el color. Me puedo poner más irascible o estar más receptiva a la escucha activa. ¿Increíble, no? Por eso es que el marketing hace uso y muchas veces abuso de todo esto para vendernos cosas, porque estamos desconectados y o desatentos.

Esta columna no es para hablar de la moda dopamina, ni de la energía de cada color. Lo que busco es que pongamos los colores sobre la mesa y comencemos a conectar con ellos. Con lo que nos dan, lo que nos ayudan y lo que nos potencian, pero al mismo tiempo, ser conscientes de que para que eso ocurra también debemos tener una intensión y no creer que solamente por usar colores, todo va a estar bien. 

Vestir con violeta, un color muy ligado a la elegancia, no nos hará mágicamente sentir elegantes, no refinadas, aportará, pero debemos hacer un cambio interno de mirada, para que eso ocurra, saber que es la elegancia para mí y buscar cualidades que de manera personal me conecten con la elegancia.   

El color por sí solo tiene su energía, pero se complementa en contacto con nuestra energía, también con nuestras experiencias, las relaciones que hace nuestro inconsciente. Entonces, la cuestión va mucho más allá, es mucho más profunda y siempre vinculada de manera íntima con cada persona. 

Los colores, son pura magia, pero debemos conectar con ellos. 

Esta columnista es comunicadora social y asesora de imagen. Podés encontrarla en Instagram como josefinalotoazul.