Biodanza, una práctica para estar en conexión con nuestra esencia
GENERAL14/05/2023María del Carmen Ruiz DíazVerónica Giuliano se define como una mujer de aquí y de allá, tal como el título de un clásico del cantautor Facundo Cabral. En una charla con Quintaesencia, esta mujer nacida en Buenos Aires, pero “aquerenciada” hace varios años en Corrientes, comenzó a incursionar en el mundo de la biodanza hace un poco más de 15 años y según nos dijo, cada día que pasa le encuentra mayor sentido a esta práctica.
-¿Qué significa para vos ser de aquí y de allá?
-Siento que los lugares que habitamos también nos van conformando, nos van configurando. Estoy súper feliz de estar acá, de vivir en Corrientes. Es una ciudad que me permite estar cerca del agua, me di cuenta que estar cerca del agua me hace sentir bien, plena.
-¿Cómo llega la biodanza a tu vida?
-Llegó en momentos en donde necesitaba alguna transformación personal, pero no la reconocía muy bien, pero sentía que necesitaba moverme de algunos lugares en los que estaba muy estancada. Y tomé contacto con esta práctica y entendí que, al estar en movimiento, iba danzando lo que me estaba pasando. En estos 15 años que llevo con la biodanza, puedo decirte que fue fundamental en los procesos de mi vida que fui atravesando, me permitió sortear algunos obstáculos. Siento que, en el movimiento, en la danza, me permite transitar la vida, en especial en esos momentos en los que la vida nos va a apretando. Y siempre, siempre, es de un modo amable y amoroso conmigo.
Vero también dijo que esta práctica le permitió descubrir ese otro movimiento que lleva adentro, ese que por momentos salía y por momentos no. “Pero me fui animando, permitiendo que salga en forma paulatina”, acotó.
-¿Cuál es el concepto, la definición de biodanza?
-La biodanza es un sistema de integración humana y su metodología consiste en inducir vivencias integradoras por medio de la música, del canto, del movimiento y de situaciones de encuentro en grupo. Tiene por objetivo el desarrollo de capacidades humanas, incluyendo el sentimiento de felicidad, las habilidades de comunicación y mejora de las relaciones. Fue creada en la década de 1960 por el antropólogo y psicólogo chileno Rolando Toro. Él decía que las personas vivíamos muy aisladas, creyendo que somos individuos aislados y en verdad, somos en relación con otros. Entonces a través del movimiento acompañado con música, se produce una emoción y lo maravilloso, es que es grupal. En cada encuentro vamos ensayando modos de comunicación, que después nos permiten comunicarnos con lo de fuera, llámese familia, trabajo y demás.
-Empezaste como alumna, pero después decidiste formarte, ¿verdad?
-Sí, comencé como alumna primero, asistiendo a algunos talleres y encuentros de un día completos. A medida que iba pasando el tiempo, el movimiento practicado en clases me permitió darme cuenta que mi cuerpo estaba cada vez más elástico y flexible, fui confiando cada vez más a sumar nuevos movimientos. Además, la música también está pensada para acompañar esos ejercicios y que las vivencias nos conecten con la alegría de nuestro propio movimiento, porque no hay una forma de movimiento. Única claro, entonces bueno, ahí fui haciendo mi caminito como alumnas y como participante de grupo regular. Bueno, hasta que ya bueno, se abrió la escuela de Biodanza en Corrientes y yo decidí formarme. Hace cuatro años que me recibí y decidí compartirlo
-¿Cuál sentís que es el mayor aporte que te dio la biodanza?
-Me permitió iniciar un camino de desarmar ciertas estructuras y condicionamientos que traía. Me ayudó a comunicarme mejor conmigo y con los otros desde otro lugar. Además, me dio la posibilidad de reconocer que quiero vivir de esto, que quiero acompañar los procesos de las personas como facilitadora. Porque lo que hacemos con las propuestas, es que vos descubras tu propio movimiento sentido y, como nuestra identidad es permeable, no somos estáticos ni rígidos, con todo ese estímulo podemos transformarnos, encontrar otros modos de mayor bienestar, de mayor felicidad, de mayor conexión con la alegría. Por otro lado, nos permite discernir entre lo que es necesario o no en nuestra vida, decir “esto lo tomo, por acá avanzo”, y es muy interesante hacer ese ensayo desde el movimiento.
Agregó que, a través de esos movimientos, también se puede empezar a escudriñar las ideas que tenemos, desde cómo somos, cómo nos criaron o desde qué lugar vemos, y fundamentalmente, “nos brinda la posibilidad infinita que tengo de desarrollarme con tan solo por moverme con otros, por permitirme estar en una ronda, por estrechar, por entrar en contacto con otro”.
-¿Entonces podríamos decir que la biodanza no está marcada por una técnica?
-Claro, no está marcada por una técnica, sí hay ejercicios que se proponen en las clases para que las personas entremos en una emoción y veamos qué nos pasa ahí. Quizás podés venir de un estado de angustia o de estrés y llegás a la clase donde accedés a herramientas con las que podés transformar esas emociones, sensaciones a partir de la toma de conciencia, registrado, percibiendo el cuerpo y aprender a auto conocerte.
-¿Cómo vas percibiendo los cambios en tus alumnos?
-¡Ay! ¡Eso es maravilloso! Este año comenzó un grupo en el que ya vamos trabajando cierta profundidad porque ya pasaron varias clases, entonces percibo que se pueden entregar más, tienen más confianza y se produce una mayor comunicación entre los participantes, se empiezan a generar más conexiones. Lo percibo como el movimiento de la vida y me permite acompañar lo que la persona trae a la ronda. Hay personas que llegan con situaciones de mucho estrés, otras que están solas, otras necesitan un cambio o están transitando algún duelo, y allí lo comparte y nos acompañamos desde el movimiento.
–Cada uno desde su propio ritmo…
-Así es, a su propio ritmo. Eso también es muy importante en biodanza porque venimos con muchas exigencias también, con mucho cliché de cómo deben ser las cosas, entonces es necesario encontrar ese propio ritmo, tener un espacio amoroso de autocuidado, de cuidado grupal, donde puedo ensayar y probar nuevas formas para mi vida, esto a su vez genera un ida y vuelta que nos alimenta a todos.
Vero brinda clases online los días miércoles de 19 a 21 y presenciales en Corrientes los jueves de 18 a 20. Además, organiza retiros y talleres mensuales, como el previsto del 17 al 20 de junio. Para más consultas, comunícate al 3794 818877 o su cuenta de Instagram: @vero_giuliano.
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