Quienes visitan la zona de playa en la capital de Corrientes, sobre todo en el tramo de Islas Malvinas II, pueden ver a una importante cantidad de personas que solas o en grupos llegan munidos con un torpedo y, luego de un rato, ingresan a las aguas del río Paraná para nadar por fuera del boyado. Se los puede ver, como quien dice “como pez en el agua”, ahí disfrutando, casi como fundidos con el agua. Para conocer más sobre este deporte y en particular sobre quienes se dedican a la enseñanza del mismo en Corrientes, Quintaesencia tomó contacto con Rubén Darío Delmonte, más conocido por sus alumnos como “Roby”, uno de los profes de natación en aguas abiertas del Club Deportivo El Puente.
Es que los días invitan a estar al aire libre y en los últimos años el nadar en agua abiertas a alcanzado importante visibilidad. “La gente se empezó a sumar, comprendió que tenemos el privilegio de vivir de cara al río, un recurso hermoso que nos permite realizar este deporte, y acá estamos comenzando una nueva temporada con más y más personas que quieren aprender a nadar en el río”, contó Roby.
El profesor tiene 23 años y desde los 19, comenzó en esta tarea junto a Fabián Villarroel, quien lo impulso a nadar, pero jamás imaginaron que poco a poco el deporte iba sumar a tantas personas. “Cuando comenzamos éramos un puñado, hoy somos en total cuatro profesores y que damos clases por turnos, desde la semana que viene vamos a estar desde las 8 y hasta las 20 de corrido, eso es porque hay alumnos en todos los horarios”, resalta para destacar como el grupo de nadadores de aguas abiertas se fortalece y crece.
¿Cómo es nadar en el río?
Es muy distinto a nadar en piletas, porque acá hay muchas variables diferentes, hay que conocer las corrientes, aprender a estar en contacto con el río y por otro es un disfrute por el contacto con la naturaleza que no tiene precio.
¿La gente viene a aprender a nadar o viene a mejorar la técnica?
Las dos cosas, hay muchas personas, que no saben nadar y vienen acá para aprender, como el aprendizaje es progresivo, poco a poco van a avanzando, el grupo mismo los va acompañando y en poco tiempo, quienes no saben nadar comienzan a aprender a moverse en este nuevo ambiente. También hay personas que saben nadar y vienen a perfeccionarse, porque hay muchas cosas nuevas cuando se nada en aguas abiertas, hay que prestar atención a otras variables como la fuerza de las corrientes que te decía antes. Pero vemos como la gente que viene se enamora del río, porque es algo que te atrapa, te llena, estás haciendo un ejercicio que, me atrevo a decir, es el más completo de todos, y al mismo tiempo lo estás haciendo al aire libre en total contacto con la naturaleza, por eso van a ver que muchas personas vienen están disfrutando del sol y de la arena un rato, disfrutando del contacto y luego entran al agua.
¿Qué deben saber las personas que quieran comenzar?
Primero que es condición tener un torpedo, no podemos cruzar el boyado de la playa sin uno, en el caso de que no lo tengan y quieran venir a probar se acercar a las clases y se les presta. Luego, lo más seguro es que vuelvan porque como te decía antes, el río tiene algo que hace que la gente no solo quiera venir a las clases, sino que en sus ratos libres deciden venir y eso nos da mucha alegría, porque vemos a personas que quizá en sus primeras clases estaban llenas de miedo y luego fueron perdiendo el miedo, ganando respeto al río, pero se animan a venir solas.
Roby destaca que a lo largo del año mucha gente decide nadar en piletas y cerca de noviembre, comienzan a preguntar por las clases. “Este año -por ejemplo- comenzamos antes, hubo algunos días que el agua por la mañana estaba fresca, pero ahí vimos las ganas que tienen de aprender porque no les importaba, una vez adentro la actividad hace que el frio se pase”, explica el profesor.
Los grupos crecen y al mismo tiempo se expande una herramienta que salva vidas, “muchas de estas personas que hoy están nadando bien, se están preparando para competir, ese es otro logro, pero al mismo tiempo, son personas que adquirieron el conocimiento para ayudar a otros en el río. Este deporte tiene una solidaridad que no se ve en otros, un compañerismo impresionante, porque adentro del agua es uno y el agua, pero si te pasa algo rápidamente llega un compañero a darte una mano, la gente nos dice que aprender a nadar no solo fortalece el cuerpo sino, que brinda la herramienta de ayudar a otros, por eso personalmente creo que natación debe enseñarse en las escuelas, así evitamos accidentes”.
Ritualitos
Quienes observan a los nadadores, ven como la práctica los acerca a la zona de playas, algunas con pequeños bolsos, otros casi sin nada más que el torpedo. Quienes van a la clase, suelen llegar unos minutos antes, sentarse en la arena, disfrutar del sol, del viento y de la naturaleza, se convierte en parte de los pequeños ritualitos, previos a poner el cuerpo en movimiento.
“Suelo decir que, a diferencia de otros deportes, quienes vienen a nadar, llegan antes que el profesor, se toman unos minutos para contemplar y disfrutar del río, luego con mucha calma van ingresando, hay un ritmo que cambia que es distinto”, resume Roby para tratar de poner en palabras algo que se siente en el aire, que se percibe y que se contagia.
Una vez dentro del río, comienza la práctica, y luego los nadadores más avanzados pueden llegar a zona más alejadas, donde el bullicio de la costa y de la ciudad desaparece, queda el agua y el cielo, “muchos nadadores aprovechan poder llegar hasta el río para despejar la mente, para desconectarse porque ahí solo hay agua y su sonido, el cielo inmenso, y ahí flotan por algunos minutos, nadar en aguas abiertas nos permite conectarnos con la naturaleza desde otro lugar y al mismo tiempo nos permite conectar con nosotros desde otro lugar, en otro ambiente”, remarca.
La práctica, conquista, como dice el profesor, “enamora”, y al mismo tiempo da la posibilidad a muchas personas de realizar un deporte completo. “Cuando nadamos, no importa tanto nuestro peso, porque es tan exigente que nos obliga a usar todos los músculos desde el tobillo, hasta el cuello, pero al mismo tiempo, no nos lastima no es de alto impacto por eso es recomendado para quienes tienen lesiones”, insiste el profesor.
El grupo de profesores de deportivo El Puente está integrado además de Roby y Fabián, por Alan y Nacho.
Quienes quieran conocer más sobre las clases, pueden contactarse a el Instagram : deportivoelpuente o bien ir a la zona de playas Islas Malvinas II lunes, miércoles y viernes de 8 a 20.