Infancias Libres, familias que abordan el tema respetando la identidad de cada persona
GENERAL20/11/2021Josefina EchezárragaLa Asociación Civil sin fines de lucro, Infancias Libres -creada por Gabriela Mansilla- crece y se expande. Es que tras lograr en el 2013 que su pequeña hija obtenga su DNI como niña trans, la convirtió en referente nacional en la lucha por visibilizar el tema y a su vez, en un faro. Primero un libro, “Yo nena, yo princesa”, llevó a Gaby a recorrer el país, contando el caso de su hija.
Este viernes, se conmemoró el Día Internacional Contra el Abuso Sexual hacia las Infancias y el tema cobra relevancia y las familias alzan la voz. Luego de la publicación del libro, este año, la historia llegó a la pantalla grande con un film donde la frase de Luana -cuando tenía 2 años-, sintetiza su autopercepción “Yo nena, yo princesa”. El pasado 29 de octubre la película, con las actuaciones de Eleonora Wexler, Juan Palomino, Paola Barrientos y Valentino Vena (como el nene que luego tomó el nombre de Luana), tuvo su estreno oficial en los cines del país.
Para Quintaesencia, el tema es muy relevante, tanto que quisimos contar que hay detrás, no sólo de la asociación, sino detrás del libro y de la película. Y en es búsqueda, nos encontramos no solo con Gabriela, sino también con familias, mamás y papás de carne y hueso, que ven que sus hijes, transitan una infancia distinta, pero en la mayoría de los casos atravesada por el mismo dolor, una autopercepción que no responde a la norma impuesta por haber nacido con determinada genitalidad.
En ese recorrido nos llevó a contarctarnos con Giselle Gómez (33), quien se comunicó con este medio. “Soy una de las madres que trabaja en la asociación, cuando quieras hablamos”, nos dice Gise por mensaje de audio, luego se hace un tiempo en medio de sus actividades laborales, como mamá y el tiempo que dedica al trabajo en la asociación para charlar con nosotros.
¿Cómo llegas a Infancias Libres?
Creo que un poco como todos, llego es búsqueda de respuestas, esas que no encontraba en ningún lado, que no estaban en las instituciones, ni en los médicos. Ves a tu hijo, a tu hija tratando de decir algo a gritos, pero no podés entenderlo, no sabés de qué se trata, no tenés las herramientas. Y llega un punto, donde decís tengo que hacer algo, porque lo único que te pasa por la cabeza es ayudar a tu hijo a que sea feliz.
Cuando llegué en el 2017, Gabriela nos recibió, entendimos que no estábamos solos, ¡por fin! Aunque al principio es duro, te encontrás con otras familias que están pasando la misma situación y esa contención, ver que hay herramientas, eso da esperanza, alivio en cierto modo, porque muchos pasamos mucho tiempo escuchando profesionales que dicen; “se le va a pasar”, como quitándole poder a la voz de ese niñe que está diciendo algo. Cuando entré a la asociación comprendí que mi hije, al igual que otros tantos niñez, solo querían “ser”, ser libres.
Hablaste de un punto importante, ¿por qué nos cuesta tanto escuchar al niño/a?
Es por desconocimiento, porque estamos cargados de prejuicios. Pero cuando estás ahí y te enfrentás a la situación, que muchos le dicen problema, pero no creemos que sea un problema, sino simplemente una situación. Lo primero es romper estructuras, porque como padres debemos acompañar a nuestros hijes, escucharlos y amarlos, dejarlos ser libres. Voy a repetir muchas veces la palabra: libres, porque realmente es muy importante y porque sobre todo, no nos damos cuenta que muchas veces no generamos espacios para niñeces libres. Pueden elegir siempre que elijan dentro los parámetros, pero cuando ellos se autoperciben de otro modo, ya no hay elección y ahí está el error. Deben seguir lo normal, la genitalidad, ese es el error, no siempre es así.
No nos damos cuenta que muchas veces no generamos espacios para niñeces libres.
El niñe, sabe muy bien que quiere, somos los adultos con una mirada adultocéntrica, que no nos permite aceptar muchas que son libres, que eligen, que saben lo que quieren, que sienten y que se perciben. Por eso es que acompañamos, brindamos información, herramientas, tanto para padres como para madres, por eso es que las charlas y talleres las hacemos separados, porque no es lo mismo como atraviesa una madre, que como lo hace un padre, por eso siempre decimos que es un proceso familiar.
Recién diferenciaste, problema y situación, explicanos más sobre ese punto.
Cuando una familia comienza a transitar, primero siente que está frente a un problema, las instituciones sostienen este modelo de pensamiento, en la sala de las escuelas no están representadas las corporalidades de niñas trans con pene y niño trans con vulva, ese es un problema, cuando en realidad nosotros creemos que es una oportunidad, la oportunidad de mostrar que se puede vivir una infancia libre. La oportunidad de romper con prejuicios.
¿Qué pasa en los ámbitos educativos?
Sin dudas tenemos que repensar la educación, tenemos que brindarles herramientas a nuestros docentes que hoy deben enseñar ESI (educación sexual integral), de manera abierta, pero no lo están haciendo. No tomán la oportunidad para incluir, sino para separar. El ámbito educativo es duro, es cruel, en la primera infancia.
Ahí es donde trabajamos la educación de las familias, porque somos las familias las que debemos conocer la ley y los derechos de nuestros hijes. Desde la asociación, realizamos talleres en escuelas, estamos yendo a capacitar, les hablamos a los chicos, pero también a los docentes porque son muchas las cosas que deben cambiar. Que se entienda, no estamos luchando solo por nuestros hijes, estamos abriendo una puerta para todos los que vengan, porque hoy entendimos que muchos niños han tenido infancias de mucho dolor.
Entendimos que muchos niños han tenido infancias de mucho dolor.
También aclaramos no se trata solo de un cambio de lenguaje de incluir la “e”, es mucho más profundo, porque hay que repensar la forma en la que educamos, los libros, los contenidos, el mundo esta cambiando pero las instituciones educativas siguen enseñando con normas que no aplican que no se adaptan a los tiempos que corren. No se trata solo de un uniforme, se trata de que mires hacia adentro y generemos espacios que incluyan que acompañen y que no hagan que ir a la escuela para muchos niñes sea un dolor, que no quieran ir, esas son las cosas que debemos entender como sociedad, como colectivo.
¿Qué tareas realizan en la asociación?
Cómo te decía antes, acá la gente viene en busca de respuestas por eso primero le enviamos una guía por mail, luego si necesitan evacuar dudas o preguntas nos contactamos, y poco a poco vamos mostrándoles que pueden participar en los talleres y recibir acompañamiento para su hije y para la familia, porque este es un proceso que lo hacemos entre todos, cada uno tiene algo que aprender o desaprender.
También realizamos talleres y la pandemia nos ayudó a vincularnos de manera online, vía charlas y encuentros que resultan muy nutritivos.
Una vez que llegamos a Infancias libres, todos las familias descubrimos que no estamos solas y ahí, se genera algo hermoso. Comenzamos a acompañarnos, algunas nos quedamos y buscamos seguir ayudando a otras familias, que todos los días van llegando, ahora el tema comienza a tomar más visibilidad, pero eso no quiere decir que aún el tema no tenga mucho para ser trabajado, hay mucho, muchísimo por hacer.
La película
El pasado 29 de octubre se estrenó la película, “Yo nena, yo princesa”, basada el libro escrito desde la vivencia de Gabriela Mansilla y Luana.
Para quienes no conocen esta historia se trata del caso de un nene que tenía apenas dos años la vez que su mamá lo encontró jugando adentro del placard con vestidos. La mamá cuenta que, sorprendida, le preguntó qué hacía allí y el nene le respondió: "Yo nena, yo princesa". Esa frase marcó la historia de una familia donde el nene pasó a identificarse como Luana y es el título de la película argentina que con las actuaciones de Eleonora Wexler, Juan Palomino, Paola Barrientos y Valentino Vena (como el nene que luego tomó el nombre de Luana), tuvo su estreno oficial en los cines del país.
La historia de esa mamá, Gabriela Mansilla (al frente de la ONG Infancias libres), y de Luana se hizo pública en 2013 y terminó en el filme dirigido por Federico Palazzo. "Es una película necesaria, hace docencia, abre cabezas", dice Mansilla.
Es una película necesaria, hace docencia, abre cabezas.
Gise nos habla del tema: “La película nos atraviesa a todos de alguna manera, porque nos muestra el dolor, los miedos, las faltas de respuestas, cosas que nos pasan a todas las familias que atravesamos esto, un trajinar por médicos e instituciones, la falta de información, pero lo más importante es que se convierte en una herramienta pedagógica, a diferencia del libro, el tiempo nos dio herramientas que hoy están plasmadas en la película, nos ayudó a entender y poder explicarlo, realmente quien mira la peli, sale de la sala con herramientas, con información y creemos que eso es lo más valioso que tiene”, resume.
Gise, trata de no adelantar nada: “Me gustaría que la veas, que porque todas las personas que la miran le pasan cosas distintas, porque no solo emociona, sino que relata la historia que viven muchas familias y nos pone de frente a un tema que no puede esperar más, porque la infancia libre es algo que realmente ya lo hicimos esperar mucho”, explica.
La charla se hace extensa, Gise, remarca que desde Infancias Libres, se trabaja a pulmón pero sobre todo con mucho amor, “Buscamos escuchar, buscamos contar usando el lenguaje inclusivo, pero no solo es usar la “e”, se trata de un cambio de conceptos, una no sabe que le puede tocar y la vida es así, te pone de frente y entendés que cuando se trata de la felicidad de tu hije, nada es más importante.
Antes de cerrar la charla, Gise destaca que quienes quieran información puede comunicarse a [email protected] o al Instagram Libres Infancias. También al canal de youtube asociación civil Infancias Libres.
Lo que buscamos es llegar a muchas más familias, sobre todo en el interior del país por eso trabajamos con medios digitales.
Situvieras que decir algo a un padre que está iniciando este camino junto a su hijo/a, ¿qué le dirías?
Que lo escuche, ellos tienen mucho para decir, no todos encuentran las formas, las maneras, por eso tenemos que ser pacientes, que estar abiertos y luego acompañar, pero sobre todo estar informados, porque ese niñe solo quiere ser libre, solo debe dedicarse a jugar, a ser quien es, somos los adultos quienes debemos estar informados, conocer las leyes y derechos que lo protegen, tenemos que estar adelantándonos siempre a todo, porque dentro del entorno de la familia puede ser todo este bien pero ese niñe tiene además una vida social y ahí tenemos que estar, ir primeros, muchas veces hasta al pediatra vamos solos los padres antes, para charlar con el médico, luego llevamos a nuestros hijos, por eso es que digo que hay mucho por hacer, porque realmente la lucha, pero me refiero a la lucha contra la desinformación que la más importante que tenemos que dar.