En Quintaesencia nos interesa conocer emprendimientos que de alguna manera ayuden al colectivo, esas personas que trabajan por aportar desde su lugar, un granito de arena para que nuestro planeta este un poquito mejor. Así llegamos Rocío Blanco, una mujer de 34 años que, hace una década, se propuso hacer un cambio personal, el cual después se convirtió en un emprendimiento. En esta nota te contamos como nació Salvia toallitas ecológicas.
El emprendimiento tiene como lugar de residencia a la ciudad de Resistencia (provincia de Chaco), pero gracias a las ganas de Rocío, va expandiéndose a través de visita a ferias y encuentros de personas donde el eje rector, es poder generar espacios de intercambio que incluyan. En una charla con esta revista, la creadora de Salvia nos cuenta el camino transitado hasta ahora pero también nos adelanta algunas novedades que prepara para que sus productos sigan haciéndose cada vez más amigables con el medio ambiente.
¿Qué es Salvia?
Es un emprendimiento donde confecciono toallitas ecológicas o también conocidas, como productos de gestión menstrual.
¿Cómo nace?
En el 2010, fue una necesidad mía comenzar a buscar productos de gestión menstrual que sean amigables con el medio ambiente, en ese tiempo ya se comenzaba a hablar de las copas, pero la verdad que acá en la región no se conseguían. Asi que decidí pedirle ayuda a mi mamá, tomar algunos retazos de telas que habían en mi casa, hacer los moldes con una toallita descartable y comencé a fabricarme las mías. Las fui amoldando, fui cambiando las formas y comencé a hablarlo con mis amigas. También me fui interiorizando de los beneficios que generaban por un lado, en cuanto al impacto ambiental y también en cuanto a la salud.
Fue la gente de mi entorno la que me las empezó a pedir y luego ya me decían que las tenía que vender. Fue un proceso hasta que un día, me encontré siendo una productora de toallitas. También hice talleres para socializar este tema, que en un principio era bastante desconocido, luego llegaron las redes sociales, primero Facebook y luego Instagram.
Un día me encontré siendo una productora de toallitas
¿Fuiste un poco una impulsora de este tipo de productos cuando nadie hablaba de ellos?
Comencé a vincularme con ferias, grupos de personas que ya estaban en la movida y también fui hablando del tema, entendí que habían personas a las que el uso de este tipo de productos no les gusta, y otras que lo aceptan. Fui entendiendo que no podemos juzgar a nadie por usarlos o no usarlos, que se trata de una elección. Desde ahí y sobre todo desde el amor, es que hago las toallitas.
¿Se está dando un cambio respecto este tipo de productos?
Sí, no hay dudas de esto, pero creo que aún son productos que no son para todas las mujeres, hay sectores en donde aún les resulta más económico usar una toallita descartable por su valor, creo que aún nos queda mucho trabajo por hacer respecto a este tema. Hay un cambio que se viene dando desde el 2016, las mujeres entendimos que estaba bien socializar este tipo de temas, hay mucha militancia en las calles y eso está bueno, pero creo que aún no podemos decir que los productos de gestión menstrual sean para todas. Estamos atravesando el proceso, es muy lindo ser parte, aportar como te decía hoy desde el amor, pero también con una mirada amplia, inclusiva.
¿Cómo es el proceso de producción?
La verdad es que me convertí en costurera un poco sin querer: aprendí de moldes, de telas, hoy tengo mi taller donde trabajo a pedido, pero también genero productos que están disponibles en la tienda online. Tengo cuatro modelos que varían según el tamaño.
Uno de los objetivos es trabajar con algodón y con un impermeable, deben ser telas respirables que no generen calor y favorezcan la aireación.
Ahora estoy por lanzar una línea biodegradable, con telas de la zona, de una cooperativa de Chaco, y de Corrientes. Tratando así también de apostar por la economía regional, generar productos locales, eso además me permite acceder a las telas en menor tiempo.
¿Creés que hay un cambio de mirada sobre la gestión menstrual?
Sí, hay una movida fuerte. Creo que por ahí antes no éramos conscientes de como gestionar nuestra menstruación, había quizá una falta de información que terminaba dejando nuestra salud en manos de las corporaciones. Creo que de ahí viene un poco el cambio. Por ahí, faltaba hablar un poco sobre cómo gestionar nuestro proceso natural de manera más amigable con nuestro cuerpo y con el ambiente.
La charla con Rocío, es esclarecedora, ella habla de sus productos con soltura, destaca que aún queda mucho por hablar, entiende los procesos de quienes aún no buscan las toallitas ecológicas y destaca la importancia de generar conciencia desde el amor, la aceptación y la inclusión.
Para conocer más sobre este emprendimiento sigan la cuenta en Instagram salvia.toallitasdetela