Cristian, un artista urbano que ve a las paredes como escenarios
GENERAL14/08/2021Josefina EchezárragaCristian Badaró es correntino, amante del mate, el río y dueño de una pasión que lo trasciende: hacer renacer espacios mediante la pintura. Tiene 33 años y con una gran cantidad de obras realizadas en paredes de Corrientes, otros puntos del país y países vecinos. Quintaesencia lo entrevistó, para conocer su historia y esa fuerza que lo lleva a conectar con los muros y dejar mensajes que logran transformar entornos.
La entrevista se realizó por videollamada y hubo risas y también momentos de emoción. “Pintar para mi es algo que me llena el alma, es pasión y es amor”, resume y sus palabras están cargadas de sensibilidad.
¿Cuándo te diste cuenta que querías hacer arte urbano?
Siempre estuve ligado al dibujo, ya en el colegio era que se encargaba de la bandera de la promoción y esas cosas, había algo en mí que me "tiraba". Luego inicio la carrera de Diseño Gráfico y ahí comienzo a contactar con personas que ya estaban en la movida. Empiezo a conocer sobre materiales y me fui metiendo, hasta que en el 2009, me largué con algunas cosas, comencé a dejar los dibujos en papel para cambiar la escala, ahí se abrió un mundo enorme para mí.
¿Qué pasa cuando pintás?
Si bien es mi trabajo, lo siento muy lúdico. Es un momento hermoso, donde disfruto mucho, pasan muchas cosas, porque pintar espacios públicos es ponerte en contacto con un entorno, uno está ahí haciendo usando ese espacio para decir algo, a veces es una pared que hace mucho quería pintar, otras veces alguien me pide que transforme el exterior de su casa, pero la realidad es que siempre estoy ahí y suelo ser el observador, veo como las personas se intrigan, muchas pasan preguntan, muchas no se percatan que estoy ahí, son los chicos quienes tienen la capacidad más desarrollada de ver que algo está pasando, son muchas cosas, las que forman parte de ese momento, que puede demandar varios días si se trata de un trabajo grande.
¿Qué son las paredes para vos?
Son una plataforma, son un escenario donde me puedo expresar, siempre quiero que ese escenario cuente una historia, deje un mensaje. Claro que por un lado está mi intensión de arte, sé que luego cada persona lo reinterpreta, pero en esencia, lo que busco es dar algo con mucho amor. Siento que hay un algo no dicho que es embellecer un lugar y que, silenciosamente, algo se modifique. Suelo decir como metáfora, que el arte urbano es como un feng shui a cielo abierto, como cuando pintas una pared de tu casa, que tenés que mover todo, se mueven energías y cuando terminas el espacio renace.
La pared es un soporte increíble, porque ese estar en la calle tiene un impacto social muy grande. Si o si, cuando un espacio es intervenido cambian cosas en el entorno. Yo pinto, luego me voy, pero siempre me queda esa certeza de que algo cambió.
Cristian habla rápido, usa palabras emotivas y su boca dibuja sonrisas, cuando habla de aquello que hace, como quien habla de un amor inmenso.
¿Qué pasa cuando estás frente a una pared?
Cada proyecto es distinto es una aventura. En Corrientes tengo hay conexión porque muchas paredes tienen su historia, me tocó restaurar una pared que desde hacía muchos años era usada para la colocación de carteles políticos, cuando estás ahí rasqueteando, es imposible no conectar con cada una de las capas, porque representan un momento, he tenido que sacar carteles políticos que eran de 1991. Todo eso me da información, sé que lo que vaya a hacer ahí va a tener un impacto enorme.
También pienso mucho en el contexto de cada pared, hay un proceso propio interno que comienza, previo a pintar, también es cierto que creo en la importancia de dejar fluir eso que siento, porque por ahí tengo una idea para un lugar, pero luego esa idea se va ajustando se transforma, “pasan cosas”, dejo que fluya porque confío en que lo que se vaya a plasmar es realmente lo que se debe plasmar. Es un poco eso lúdico que te decía al principio.
¿Cómo definirías tu impronta?
¡Que pregunta difícil! Se hace muy complicado hablar de uno mismo, pero creo que soy un artista versátil, me gustan trabajar temáticas por ejemplo la fauna, flora y personajes correntinos me gustan mucho. También tengo influencia de la estética japonesa. En definitiva, creo que lo que busco siempre es transmitir algo una emoción, puede que haga una piedra, pero hay algo no dicho detrás que queda en la interpretación de quien mira, en el sentir de quien mira.
Eso también me pasa cuando elijo dejar manchas de pintura chorreada, siento que es un mensaje que estoy dejando.
¿Cuándo sentiste que tomaste vuelo propio?
(Risas) No sé. Quizás una obra que me marcó fue El Pombero y el carpincho, que hice en el 2013 en San Martin y Buenos Aires, fue una de las primeras que hice solo. Luego comencé a trabajar un poco en Paraguay y también llegaron trabajos en Buenos Aires, la zona de bajo autopista de Constitución, donde fueron más de 1200 metros y tuve que trabajar con grúas y otras técnicas. Las cosas se fueron dando.
También tuve la oportunidad de participar de movimientos de artistas urbanos que se gestaron en el interior de Argentina, además de participar en Paraguay de un encuentro internacional, son cosas que te nutren, que te ponen en contacto con otras personas que están haciendo lo mismo y que están mirando lo que haces.
Hace un rato nos hablaste de la pared como escenario, contanos ¿cuál es el escenario de la vida de Cristian hoy?
(Risas) Antes de la pandemia vivía en Paraguay, pero tuve que elegir, si me quedaba allá por el trabajo o me iba al lugar que me llena el alma, o sea acá, Corrientes. Acá estoy. Me levanto todas las mañanas, hago mi mate, me voy al río a nadar, me muevo en bicicleta, me siento en la playa durante horas, esas cosas son las que disfruto, de las que me nutro, es mi esencia.
En cuanto a lo laboral, destaca que poder seguir estudiando y desarrollándose en cuanto a técnicas es lo que espera.
“Sin dudas me gustaría viajar, ir a México y a España, donde el arte urbano tiene un movimiento muy interesante es lo que más quiero".
¿Crees que el arte urbano ha ganado espacio?
Sí, sin lugar a dudas en todo el mundo, y acá en Corrientes también. Hay una movida muy fuerte, hoy muchas personas quieren tener un mural en sus casas, en sus comercios, tanto en interior como en exterior. La arquitectura, el diseño de interiores y el arte urbano hoy, están conjugándose muy fuerte, cambió la mirada y hay mucho empuje. La gente quiere habitar espacios que los identifiquen que digan cosas y eso que antes se hacía en las calles hoy logró alcanzar otros espacios.