Producción de frutas tropicales con sello correntino 

Las frutas de la región forman parte del paisaje, pero paradójicamente, en pocos casos integran el menú diario. A veces, por desconocimiento de sus propiedades y otras, porque tampoco se cuenta con propuestas elaboradas o recetas para utilizarlas. Pero más allá de ello, desde hace un tiempo atrás, casi medio centenar de agricultores familiares se animaron a probar distintas estrategias de cultivo, afín de diversificar la producción, además de promover su consumo.

Para conocer más detalles del trabajo en terreno, Quintaesencia entrevistó a Jorge Romanos -presidente de la Asociación de Productores de Frutas Tropicales- y Gustavo Ramírez, técnico de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) de Bella Vista del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Ante la pregunta de cómo surgió la iniciativa de formalizar el cultivo de frutos tropicales, el titular de la entidad que nuclea a los productores comentó que la idea se venía gestando entre varios de sus integrantes y que finalmente se formalizó el 27 de abril de 2018. "Y en este tiempo, se fueron realizando distintas acciones, como por ejemplo la firma de asistencia técnica del INTA, con una entidad similar de Brasil y otra de México", contó.

"Por ahora estamos trabajando con productores de Corrientes capital, Empedrado, Saladas, San Roque, Berón de Astrada y General Paz. Además, está previsto que pronto se sumen otros más de Paso de los Libres", enumeró Romanos.

"Con esta propuesta productiva, buscamos que el productor tenga acceso a la diversificación. En especial porque no necesitamos grandes extensiones de tierra, que pueda cultivar mamón, mango, maracuyá, pitahaya, para de esta manera, todo el año tenga frutos que le va a permitir alimentarse, además de comercializarlo. Sin perder de vista que es sustentable y sostenible en el tiempo y a corto plazo porque en un año ya tenés producción", agregó.

Por lo pronto, la Asociación está promoviendo el cultivo de maracuyá, mamón, pitahaya, tamarindo, mango y chirimoya. "En esta etapa de acompañamiento y promoción de estos frutales, entregamos cinco plantas de cada una para que el productor vaya teniendo el manejo, el proceso debe ser paulatino porque debe tener el manejo de la poda, fumigación, riego, fertilización y demás", remarcó.

Pitahaya, una de las estrellas de
las frutas tropicales.

Perspectivas

Los integrantes de la Asociación aspiran poder cumplir varios objetivos para este año, entre ellos la cesión por parte del municipio capitalino de un predio fiscal donde pueda establecer sus instalaciones en los que puedan instalar un laboratorio de cultivo in vitro, invernáculos donde se pueda producir cientos de plantas para abastecer a los productores asociados, "y si hay excedentes, colaborar con otras entidades interesadas en la temática", puntualizó Romanos.

También anhelan generar otros vínculos de trabajo y cooperación con entidades afines. "Además, nos gustaría llevar a cabo un primer encuentro de frutos tropicales del país, para lo cual querríamos a otros productores que también estén realizando este tipo de cultivos", agregó. 

Asimismo, esperan poder avanzar con otras propuestas que les permita agregar valor a la producción y concretar, por ejemplo, la puesta en marcha de una máquina elaboradora de jugo de maracuyá y una sembradora de semilla de maracuyá.

Además de seguir promoviendo el consumo de este tipo de frutas, por lo que prevén realizar otras actividades de degustación de pitahaya, como la realizada días atrás en Capital.

Días atrás se realizó una degustación
de pitahaya en Corrientes.

Asistencia técnica

La asistencia técnica para este tipo de acciones, sin dudas, es fundamental y sobre el trabajo que realizan en forma conjunta con esta Asociación, Gustavo Ramírez del INTA Bella Vista, indicó que “las visitas a los ensayos de los productores se pudieron realizar recién en el segundo semestre de 2021, por las dificultades por todos conocidas de la pandemia Covid19, no obstante, los resultados del relevamiento y monitoreo fueron muy buenos”. 

El profesional indicó que los cultivos lograron una buena adaptación a los suelos de cada zona, con crecimiento importante y con las dificultades lógicas del impacto de las bajas temperaturas de invierno que dañaron algunas plantas, también el ataque de algunas plagas, para los cuales se fueron realizando conjuntamente con los productores los controles y aplicaciones de productos para el control de los mismos y la reposición de las plantas dañadas.

En cuanto al potencial que este tipo de cultivos pose, Ramírez señaló que, en cuanto a la comercialización, se prevé realizar son la ubicación de las frutas en ferias francas de cada una de las ciudades donde se encuentra el cultivo. Por otra parte, se pretende que un porcentaje de frutas sean utilizados por los propios productores para realizar dulces, mermeladas y jugos como valor agregado a su producción. 

“Además ya recibieron propuestas compra de la producción de maracuyá por parte de una empresa ubicada en la ciudad de Buenos Aires, con fines de producción de jugos y derivados para la industria gastronómica y de cosmética”, señaló. 

Al momento de realizar una prospectiva, el técnico del INTA dijo que “se visualiza es un mercado potencial a futuro de estos productos, como alternativa para los asociados, sumado a la escasa disponibilidad actualmente en góndola de estos productos y la interesante demanda que existe por parte de los consumidores. Pero, además, estos identifican a estas frutas como productos naturales con alto contenido de nutrientes, sumado a la producción agroecológica de los mismos”.

Sin dudas, se trata de una iniciativa más que interesante para consumir las frutas regionales y dinamizar la economía social en las comunidades involucradas.