Flotante con 100 años historia, encallado por la bajante del Paraná

Se estima que la mole pesa alrededor de 400 toneladas y, si bien está pensada para estar sobre el agua, el río Paraná bajó tan deprisa y provocó que parte de la estructura de cemento se apoye sobre la tierra. Hoy los flotantes que se encuentran en la ribera de la ciudad de Corrientes, transitab uno de los momentos más difíciles de su historia. Una de las construcciones corre serio peligro y mientras el futuro es incierto, los especialistas evalúan si hay daños. 

Días atrás, un informe del Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió que el nivel del Paraná seguirá en descenso, anticipando una semana crítica que quedará en los registros históricos, con un promedio de altura en el puerto local de 0,25 metros y con perspectivas poco alentadoras. Todo apunta a que la bajante podría, inclusive superar a la marca histórica registrada en julio 1944, cuando el mínimo alcanzado fue de 1.03 metros por debajo del cero, en lo que fue una de las peores bajantes registradas en el siglo XX.

Varios son los puntos donde se puede ver la magnitud de la disminución del caudal de agua, pero quizá sea la zona del puerto capitalino donde las imágenes sorprenden. Allí, barcos de distinto porte, descansan sobre la tierra rodeada de pasto, lo que permite comprender el tiempo que transcurrió desde que el Paraná se alejó, dando tiempo a la maleza para extenderse por todo el predio. 

De los dos flotantes ubicados en la zona, uno aún está en el agua mientras que el otro, literalmente se encuentra encallado en la tierra. El director el centro Cultural Flotante Siete Corrientes, Roberto Villalba, invitó a Quintaesencia, a un paseo por el lugar que en la actualidad se encuentra sin actividad y tal como lo calificó el hombre, “la situación es crítica”. Según indicó, debieron recurrir a la ayuda de especialistas para que analicen la situación de la estructura. 

“El flotante debe estar en el agua, hoy una parte está en la tierra y otra en el agua, está encallado, y la situación es grave por eso se están haciendo los estudios que corresponden”, explicó el referente del lugar, quien con más de 16 años como directivo. En ese sentido, insistió que la bajante pone al flotante en serio riesgo.

Al llegar la imagen sorprende: la estructura está ladeada y al caminar por una de sus alas, se puede sentir como el bloque está de costado. “Vamos adentro”, invita Villalba y al ingresar el peso del cuerpo hace que todo tire hacia el río. “Estamos mal”, dice mientras abre las ventanas. 

En el puerto hay dos estructuras flotantes que según relata Villalba fueron construidas hace 100 años, “Somos el único centro cultural flotante del país, a eso hay que sumarle que esta estructura fue construida hace 100 años, teníamos previsto hacer un evento, porque este es un año muy importante para nosotros, pero al menos por ahora, esta situación nos tiene ocupados”, explica. Resalta además que decidieron suspender todas las actividades que se llevan a cabo en el lugar, desde el bar, como así también los diversos eventos que tienen lugar en las salas. 

Somos el único centro cultural flotante del país, a eso hay que sumarle que esta estructura fue construida hace 100 años.

Si bien las inspecciones realizadas esta semana dan cuenta que la mole está resistiendo, los controles son permanentes. “Acabo de terminar los arreglos por los daños que en el 2018, habían ocasionado el choque de una barcaza, ahora estamos con este tema, que realmente nos preocupa, porque las perspectivas respecto a la bajante son poco alentadoras”, insiste. 

Mientras el cultural está afectado, el flotante que es ocupado por el Yach club, donde además funciona un bar, este aún se encuentra flotando por completo, ya que al encontrarse retirado de la costa, la bajante aún no lo ha afectado. 

Club de pesca y la mirada de los especialistas 

Club de pesca Mbigua Mboy, también está ubicado sobre un flotante, en diálogo con esta revista, Norberto Canteros, Tesorero de la Comisión normalizadora, explicó que entre fines de mayo y principios de junio, se dio lo que se conoció como ojo de agua, un periodo de leve creciente, generado por la apertura de agua de la represa, que buscó aumentar el caudal para permitir la navegación de embarcaciones que se encontraban varadas. 

“Aprovechamos esa ventana para mover el flotante y ubicarlo retirado de la tierra, sabíamos que venían tiempos complejos y es por eso que hoy la estructura de 390 toneladas está flotando”, explicó el referente. 

En tanto, y como punto que destacó como desaprensivo por parte de pecadores deportivos, es la pesca indiscriminada en algunas zonas del río Paraná donde cardúmenes de bogas quedaron varadas. “Es una situación que como pescadores deportivos nos duele, el área de Flora y Fauna de la provincia no da abasto para controlar este tipo de accionar”, insistió. 

El llamado del sector es para que los pescadores deportivos eviten la pesca indiscriminada, al tiempo que ponen el acento en que las autoridades deberían invertir recursos para aumentar los controles al menos en las zonas más críticas. 

“Nos duele ver esto, este no es el espíritu de la pesca deportiva, esto es tirar y sacar, porque el cardumen está atrapado”, insiste. 

Toma de agua 

Otro de los puntos de la ciudad, donde la bajante hace meollo es la toma de agua ubicada en el barrio Aldana, allí la empresa, debió realizar días atrás tareas de mantenimiento. Las fuentes oficiales, indican que si bien la situación de la bajante pone en alerta, la situación está controlada. Mientras que quienes son más prudentes sobre el tema insisten en que la ciudadanía debe comenzar a tomar conciencia sobre el uso racional del agua.