Ser buena persona, un negocio “rentable”

COLUMNISTAS19/03/2022Redacción QuintaesenciaRedacción Quintaesencia

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Hola. Mi nombre es Germán Giarrocco, y vengo a hablarte de un tema que posiblemente sea tu interés. ¿Conviene ser buena persona o es como dicen que a los malos les va mejor?

A vos te pregunto, ¿cuántas veces habrás dicho porque no soy más malo/a? esta frase que acostumbramos tener como muletilla tan al alcance de nuestros labios parece mostrar un arrepentimiento cada vez que procedemos de la manera correcta y el universo nos devuelve un duro revés.

Sin embargo, no habría que perder la esperanza, antes que inicies una triste caminata hacia la oscuridad, habría que re-pensar porque eres una buena persona. Creo que nos podríamos sorprender.

¿Realmente conviene ser malo? es muy común asimilar que, si eres mala persona te irá bien con el dinero y que no te romperán el corazón, lo cual aparentemente se traduciría en mejor calidad de vida o mayor felicidad, pero me permito considerar que esto no es más que una gran mentira.

Primero, tendríamos que tener en cuenta que es igual de difícil conseguir dinero seas buena o mala persona, en definitiva el dinero se consigue a cambio de un bien o de un servicio que prestes así que no tiene mucho asidero esa idea que se gana más obrando mal. Simplemente se gana lo mismo. Y suponte que se gana más, suponte que realizas una conducta inadecuada que te enriquece, ¿realmente lo amerita? Porque en definitiva la conciencia pasa factura, y ese obrar mal se puede traducir en noches de insomnio o peor aún, en una suerte de taladro que día a día perfora en tu ser, así que no, definitivamente no se gana, porque ni todo el dinero del mundo vale lo suficiente para que te sientas miserable.

Podríamos considerarlo de la siguiente forma: tenemos por meta la felicidad. Cada uno encuentra su felicidad de forma individual. No voy a adentrarme en este artículo a ponderar la felicidad en concreto, pero si sabemos que la tristeza o la intranquilidad nos aparta de la felicidad, de ello no cabe duda. Entonces, ¿Para qué me puede servir el dinero (por más que contribuya considerablemente a la felicidad) si la culpa me persigue? ¿Y si la culpa me persigue estaría en un estado permanente de intranquilidad, por lo que jamás podría ser feliz? ¿Mejor no ir por ahí cierto?

Por otra parte, también es una gran mentira que si eres malo no te romperán el corazón. ¿Sabes por qué? Porque seas malo o bueno el corazón se rompe igual siempre que apuestes a un amor o una amistad, sencillamente es muy probable que ocurra. Ya sea total o parcialmente, las personas con las que te rodeas pueden fácilmente decepcionarte, ya que no son tu clon, y de eso se trata precisamente, de decepcionarse algunas veces (quizá la mayoría) y de salir ilesos otras. Y esto indefectiblemente ocurre si vives, seas buena o mala persona.

 Y si nunca te rompieron el corazón no es porque has sido una mala persona sino por otras dos posibilidades: la primera, porque tuviste muchísima suerte (la cual es muy poco probable). La segunda y más probable,  porque el miedo a sufrir te privó de experimentar, te privó de probar el néctar del amor o la amistad. No es cuestión de bueno o malo sino cuestión de arriesgarse o paralizarse por el miedo. Sería motivo de otro artículo ver si conviene arriesgarse, yo creería que si, pero por lo pronto, en el tema que hoy nos ocupa, está que ir por el sendero de lo “malo” de nada te servirá, ¿así que para que hacerlo?

Otra gran mentira que escuchamos seguido es: “si eres malo vivís más porque no te preocupas tanto por las cosas”. ¿Por qué, llegamos a hacernos este tipo de planteos? Primero en líneas generales se vive más o menos por el resultado que surge de la combinación entre la genética y el estilo de vida que llevamos (alimentación ejercicio, vicios etc.), segundo hay una cuota “destino” o “azar” y si eres de quienes creen enteramente en el destino o enteramente en el azar, qué sentido tiene rebuscarse en ser malo, si total el destino o el azar te llevan a vivir lo que corresponderá…. Por otra parte, no es cierto que te “preocupas” menos por las cosas, como el mismo nombre de la palabra lo indica, preocuparte es simplemente eso pre- ocuparte, o sea ocuparte anticipadamente de algún asunto determinado, y eso no tiene nada que ver con el bien o el mal sino con la ansiedad, la cual puedes tener en mayor o menor medida sin importar tu grado de bondad o maldad, ¿no te parece?

Hasta aquí hemos desmentido las grandes mentiras sobre las ventajas de ser malo, pero es momento de decir cuáles son las ventajas de ser bueno. Quizá el ser bueno día a día pasa desapercibido, o por un mero “argentinismo” tristemente se asocia el ser bueno con el tener pocas luces (por no decir una mala palabra),  y no nos damos cuenta que si eres una buena persona:

-          Al finalizar tu día puedes llegar a tu casa, respirar profundamente, quitarte los zapatos, y apreciar la paz interior que solo te da hacer las cosas como se debe.

-          Puedes despertar cada mañana sin la horrible opresión en el pecho que nos genera la culpa.

-          Estarás en paz contigo mismo.

-          Puedes mirar a los ojos a las otras personas sin titubear.

-          También puedes mirarte al espejo y notar el brillo de tus propios ojos cual reflejo que certifica que eres un ser puro.

-          Portarás luz no solo para ti sino también para le gente que quieres.

-          Disfrutarás más de las caricias.

-          Es una buena forma de quererte a vos mismo/a, y por tanto una buena puerta a una vida saludable partiendo de un sólido bienestar espiritual.

-          Podrás degustar mejor las delicias de la vida y las pequeñas cosas que nos proveen de gran felicidad.

-          Evitarás el taladro de la culpa en los ratos de ocio mental o de silencio del ambiente, lo que incentivará tu creatividad y agudizará tus razonamientos.

Por ello, te invito a que nos quitemos de la cabeza esa absurda creencia que a los malos les va mejor, porque no es más que una muletilla sin fundamento que se utiliza para buscar una lastimosa autocompasión cuando se obra mal.

Y por eso, vos que estas del otro lado, vales mucho más de lo que imaginas, lo suficiente para no perjudicarte la vida cargando el peso de culpas que se pueden evitar.

Así que continúa caminando por los senderos que alumbra el sol con la total seguridad que estas en dirección correcta, y no te lo digo por cuestiones morales o religiosas, sino simplemente porque a vos te conviene… te conviene para vivir mejor, y disfrutar como te mereces a cada instante.

Muchas gracias por ceder parte de tu tiempo para leerme, espero que mis palabras hayan contribuido a alegarte el día. Si gustas, puedes seguirme en Instagram, me encontrarás como @german91. Me despido, no sin antes desearte lo mejor en tu vida.

Podés encontrar más información sobre el autor en sus redes sociales:
Instagram: @germang91 - Facebook: German D. Giarrocco


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