Por: Sandra Laham
Licenciada en Nutrición
En este espacio aprenderemos todo lo que necesitas saber respecto a cómo alimentarte. Nos acercará a la ciencia de la nutrición para descubrir lo que no sabemos y para ordenar lo que ya conocemos.
Somos únicos y, por lo tanto, la alimentación deberá ser individual.
No soy amiga de las dietas de escritorio, las que te dan en una hoja de papel. Aquellas que están sintetizadas para “todos”.
A partir de mi experiencia profesional y propia comprendí que nuestro cuerpo es sagrado y, por lo tanto, necesitamos cuidar de él.
La alimentación adecuada es una herramienta para honrar el instrumento que tenemos para poder hacer lo que deseamos.
Por años he castigado sin piedad a mi cuerpo. Ha sido un verdadero desconocido para mí. Ya les contaré. Podía lamentarme o emprender un viaje de reparación.
Sartre escribió: “Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo.”
Es cierto. El modo en que leamos el pasado puede modificar incluso el impacto que tenga sobre nosotros hoy.
Nuevamente, en palabras de Sartre: “Un hombre no es otra cosa que lo que hace de sí mismo”.
Tampoco el pasado es otra cosa más que lo que hacemos de él.
Modificamos el ayer al interpretarlo diferente. No podemos cambiar los hechos, pero sí podemos cambiar la historia.
Fue entonces, que decidí cambiar mi historia en relación a mi cuerpo y comprendí que la vida me estaba enseñando algo mediante él.
Nuestro cuerpo nos habilita o no para vivir nuestra vida dignamente.
Necesitamos conocer para comprender y comprender para accionar.
La nutrición es el proceso que incluye un conjunto de funciones cuya finalidad primaria es proveer al organismo de energía y nutrientes necesarios para mantener la vida, promover el crecimiento y reemplazar las pérdidas.
Los nutrientes son aquellas sustancias integrantes normales de nuestro organismo, cuya ausencia o disminución por debajo de un límite mínimo producen, al cabo de cierto tiempo, una enfermedad por carencia.
Los nutrientes se pueden clasificar teniendo en cuenta las necesidades diarias, basadas en las recomendaciones nutricionales en macronutrientes, como los hidratos de carbono, proteínas y grasas. Y en micronutrientes, como los minerales y las vitaminas.
Explicaremos cada uno de ellos en próximas entregas.
Podemos lamentarnos junto a la marea y las mayorías que suelen aferrarse a lo conocido y, entonces, ver el mañana como un enemigo invencible.
O bien, podemos aprovechar nuevos horizontes que se nos presentan.
Ha llegado el tiempo de cambiar.
Para las hojas, los pájaros y los animales el cambio es instintivo. Pero, para nosotros, el cambio no es tan fácil: exige un acto de voluntad. Significa romper los viejos hábitos. Significa admitir que nos hemos equivocado; y esto nunca es fácil. Significa perder prestigio; significa volver a empezar, y ello siempre cuesta. Significa decir: “lo siento”. Significa reconocer que tenemos la capacidad de cambiar.
Estas cosas son sumamente difíciles de hacer. Pero, a menos que cambiemos, quedaremos atrapados para siempre en el mundo de los hábitos del pasado.
En palabras de Sartre, una vez más: “No perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos, pero este es el nuestro.”
Amigos queridos, el viaje acaba de comenzar.