Vestir desde el sentir

COLUMNISTAS18/02/2023Redacción QuintaesenciaRedacción Quintaesencia
ddab2eb1ae83a5d78d61a39cbfa2accc

WhatsApp Image 2023-02-17 at 4.55.58 PM

Hola mi nombre es Josefina, soy periodista, asesora de imagen y claramente con esta presentación verán que la vida me llevó a comunicar, hace algunos años descubrí que para comunicar primero tenía que saber que decir, pero eso no me bastaba… soy una buscadora de respuestas, y así llegué un poco al meollo de esta cuestión, comunicar de manera consciente conectada a mis emociones y desde allí trabajo tanto en periodismo como en asesoría de imagen. 

Verán que varias de las notas de Quintaesencia llevan mi firma, y es porque esta revista es parte de lo que amo hacer. 

Pero hoy paso como columnista, una idea que venía dando vueltas hace varios meses, pero faltaba un empujón. Porque sabemos que cuando algo está destinado a ser, el tiempo aparece como por arte de magia. 

En esta columna vamos a hablar de ese camino del buen vestir que comienza estando presente, estando desnudos…. 

Vamos a hablar de imagen consciente, vestir desde el sentir, sentir lo que nos ponemos, les propongo que miremos más allá de la ropa. Porque: “Para estar bien vestidos, primero hay que estar bien desnudos” dijo Oscar de la Renta, y aunque no soy una fanática de la ropa de alta costura, esa frase me parece que es bisagra en mi vida. 

Ok, ¿quién se anima a estar denuda, desnudo, un buen rato frente a un espejo de cuerpo completo? El ejercicio no es fácil, pero se los aconsejo a todos los que deciden emprender el camino del vestir consciente. 

Porque todo comienza cuando me observo, cuando tomo contacto amoroso con mi cuerpo, hermosa la palabra aceptación y amor propio, pero nadie absolutamente nadie, tiene el ABC de cómo llegar allí y en tiempos de redes sociales AMOR PROPIO, parece quedar en un hashtag.   

Y ¿por qué? 

Simple, muy simple, porque somos un complejo sistema de emociones, experiencias y patrones de pensamiento y comportamiento. 

Entonces, es ese estar desnudo, sin buscar imperfecciones, sin juzgar, solo observando, empezamos a conectar, empezamos a agradecer, porque las cicatrices, las arrugas y hasta esas cosas a las que llamamos defectos, en realidad nos hacen quienes somos, perfectos, únicos, hablan de nuestra historia, nos constituyen, nos pertenecen, nos construyen y nos sostienen.  

Sin que esto se vuelva autoreferencial, me gustaría contar que este proceso de observarme empezó cuando descubrí que, durante años no me había visto, me costaba reconocerme en el espejo, entonces el verme me abrió la puerta a un mundo hermoso, claro a mi mundo interno. Donde están mis miedos, mis inseguridades, mis fantasmas, pero también donde habita mi ser. Una Josefina que gritaba por ser observada desde el amor, desde mi propio amor. Ahora, ¿se dan cuenta de donde viene el AMOR PROPIO? Sí, es el amor que solo yo me puedo dar a mí desde la aceptación y la integración de mis luces y mis sombras.  

En ese estar presente frente a nosotros mismo es donde la historia de vestir comienza, porque ahí -de manera amorosa-, entendemos que no se trata de vestir para ocultar, se trata de vestir para salir a la calle con todo lo que somos, porque al igual que una cicatriz es una marca, también formó nuestro carácter, y poder verlo, entenderlo y aceptarlo es el momento en el que cambio comienza. 

Suelo decir que se trata de invertir la ecuación, porque cuando comenzamos a estar bien desnudos, podemos estar bien vestidos, porque ya no vestimos para agradar a los otros, vestimos para sentirnos bien con nosotros mismo, ya no vestimos para tapar, vestimos para brillar, porque el brillo verdadero aparece cuando conectamos con nosotros mismos, cuando mostramos todo eso que somos. 

Y entonces eso a lo que llaman imagen personal, se transforma en mi reflejo verdadero, que va a reflejar alegrías y tristezas, ansiedad, momentos de valentía, fortaleza, días donde el amor brota por los poros, y días de cansancio extremo. Darnos libertad, reconocer aquello que nos gusta, encontrar prendas que nos hacen sentir fuertes, románticas o relajadas, es ahí cuando vestimos con sentir. 

En tiempos donde la mirada del otro puede pesar demasiado, vestir desde el sentir, viene a romper patrones, para sacarnos del piloto automático, vestir con sentir, nos pide que nos preguntemos como nos queremos sentir hoy, y ante la respuesta comenzar a buscar prendas que nos transmitan eso. 

Me quiero sentir “cómoda”, pero eso no implica necesariamente estar desalineada ni usar prendas grandes, hay que buscar que prendas me dan libertad de movimiento, que prendas me brindan suavidad, preguntarnos qué significa cómoda para mí y desde allí construir look que pueden ser cancheros, modernos, con estilo y que nos hagan sentir comodidad. 

Lo voy dejando por acá… trato de volver pronto con otros temas, pueden escribirnos y dejarnos consultas o temas sugeridas, encantada de escucharlas/os!! 

Josefina Echezárraga es Periodista y asesora de imágen. Podes seguirla en instagram en @josefinalotuazul 


Si te gustó esta nota, ¡podés colaborar haciendo clic en la imagen!
Somos un medio autosustentable que cuenta historias y visibiliza acciones que promueven un cambio social. 

si te gustó la columna

Te puede interesar
Lo más visto

Recibí buenas noticias, buenas historias en la bandeja de entrada de tu correo.