Astroturismo en Iberá: Como es arriba, es abajo

LUGARES CON MAGIA 17/12/2022 Josefina Echezárraga Josefina Echezárraga
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El cielo de Ibera, un espectáculo para disfrutar.

El principio de la Ley de la Correspondencia dice que “como es arriba, es abajo, como es afuera es adentro” y esto, se puede vivenciar en medio de la noche en los Esteros del Iberá cuando, a ojo desnudo, la bóveda celeste se muestra en toda su magnitud. El recorrido incluye pasarelas sobre el agua donde el canto de las ranas da la bienvenida y las luciérnagas, alumbran el recorrido. Se hace difícil identificar donde termina la tierra y donde comienza el cielo. Podríamos decir que solo hay Magia. 

Así comienza la propuesta que se desarrolla en el portal San Antonio, en la localidad de Loreto, provincia de Corrientes, y que fuera inaugurada días atrás. Se trata de una experiencia de Astroturismo, en la que proponen a los visitantes hacer un viaje por la Vía Láctea y, al mismo tiempo, conocer aquellas historias, que desde tiempo inmemoriales se han relatado en la tierra con la intención de entender los misterios del Universo. En esta nota, vamos a contar desde nuestra mirada, un resumen de la actividad que comienza a abrirse camino tras lograr la certificación Starlight de cielo libre de contaminación lumínica, convirtiéndose así en el primero con tal categoría en Argentina. 

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Pero, ¿qué es una Certificación Starlight? 

Presentes en Corrientes, las representantes internacionales de la Fundación explicaron que, mediante esta certificación se han encaminado a impulsar -a nivel mundial-, un modo distinto de cuidar y defender el cielo, de valorarlo como recurso necesario para la vida y como patrimonio intangible de la humanidad, garantizando la capacidad de disfrutar de la luz de las estrellas y el desarrollo de actividades basadas en este recurso. La Certificación Starlight junta por primera vez, ciencia y turismo y está apoyada por la Organización Mundial de Turismo (UNWTO por sus siglas en inglés) y la Unión Astronómica Internacional (IAU). 

¿Cómo accede Esteros del Ibera a ella?

Es la Fundación Yetapá la que generó los lazos públicos/privados, junto a organizaciones intermedias, para avanzar en la consolidación de Iberá como destino certificado y, lograr al mismo tiempo, la capacitación de pobladores y emprendedores locales interesados en mirar hacia arriba y encontrar en el cielo, un nuevo camino de desarrollo. 

Días atrás, se conoció la noticia de la certificación y Mariana Balestrini de entidad organizadora es quien coordina la entrega de los certificados a los primeros monitores habilitados en la provincia para llevar a cabo este tipo de guía y acompañamiento a los turistas. En contacto con Quintaesencia, nos cuenta cómo nació el proyecto que actualmente involucra a más de 10 localidades correntinas, para luego invitarnos a vivir la experiencia astronómica que propone el portal San Antonio. 

“Se trabajó mucho, había que explicar a las poblaciones de los portales de que se trataba la idea, porque la formación para ser monitores Starlight, que son lo que conocemos como guías de astroturismo, se abrió a toda la comunidad, y nuestro objetivo es que los pobladores y sobre todo los emprendedores, puedan capacitarse y generar conciencia sobre el cuidado del cielo de manera horizontal. En esta oportunidad, fueron 56 los capacitados, quienes ahora ya recibieron sus certificados como tales y eso abre el camino en todos los portales, varios de esos proyectos ya han comenzado a funcionar, a lo que se suma esta certificación de Cielo Starlight, dándole una categoría internacional y al mismo tiempo la responsabilidad de proteger el cielo nocturno evitando su contaminación”, comenta la responsable de Yetapa. 

Luego Mariana nos invita a adentrarnos en los Esteros del Iberá: “Porque para que todo esto cobre sentido, hay que verlo”, afirma. 

El recorrido 

La experiencia comienza cerca de las 20.30, saliendo desde las instalaciones del portal, desde donde la puesta de sol había teñido el cielo de colores que fueron desde el celeste hasta el rojo, rosado y violeta, hasta la salida de la primera estrella. “Es tiempo de partir”, afirmaron los guías. 

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El camino solo iluminado por las luces de los vehículos y las luciérnagas, nos lleva hasta el punto de partida, donde un grupo de monitores esperaba a los viajeros para dar las primeras indicaciones. Solo algunas luces rojas iluminaban parte de las pasarelas, el resto eran estrellas y bichitos de luz. Una primera imagen impactante. Libre de luces blancas, los ojos rápidamente se acostumbran y quizá sea la mente la que tarda unos minutos más en asimilar tanta inmensidad. 

Una sensación de ser muy pequeña ante algo tan hermoso, quita un poco el aliento, nos deja sin palabras y es  ahí, antes de dar los primeros pasos para ingresar al corazón de los esteros, cuando se dimensiona la experiencia. No hay palabras justas para explicar lo que sucede en una milésima de segundos. En el caso de esta reportera, solo logra registrar gratitud y una felicidad que invade el cuerpo. 

Al llegar a la plataforma los monitores invitan a ubicarse, los llaman 'naves' donde hay reposeras, banquetas y hasta colchonetas, es que la experiencia es propia y cada uno elige como vivirla. En el centro un circulo contiene telescopios. 

El contingente se mueve entre el canto de las ranas, que por momentos es hasta ensordecedor, allí en su espacio compartiendo su lugar. Igual que los bichitos de luz, linternas naturales que brillan como estrellas sobre el agua. Los ojos no saben cuándo brilla el agua de los esteros y cuando las luciérnagas, es como si todo fuera solo cielo, el horizonte se pierde. Allí, esta cronista comprende que “todos somos uno”. 

Al llegar a la plataforma los monitores invitan a ubicarse, los llaman “naves” donde hay reposeras, banquetas y hasta colchonetas, es que la experiencia es propia y cada uno elige como vivirla. En el centro un circulo contiene telescopios. 

El relato incluye a los primeros hombres que buscaron respuestas sobre la inmensidad del cosmos, también invitan observar las características únicas del cielo que en ese, lugar como en muy pocos en el mundo, permiten ver a ojo desnudos las nubes de Magallanes una galaxia enana, las Pléyades, el Cinturón de Orión. Además, invitan a los presentes a observar mediante la ayuda de los telescopios, al impresionante planeta Saturno, y una vez más quienes lo avistan se quedan sin palabras, sin aliento, como intentando comprender realmente lo que ven los ojos. 

Mucho más que un paseo 

Quizá a simple vista podría parecer como un paseo turístico, una experiencia, pero sin dudas la posibilidad de comprender que todo aquello está allí todo el tiempo, tomar real dimensión de su inmensidad, permite a los visitantes conectar con uno mismo y conectar con quienes hace cientos de años, entendieron que todo aquello guardaba misterios y hasta quizá el origen de todo. 

La actividad abre un abanico enorme de posibilidades y es cada individuo, quien toma las elecciones de cómo disfrutarla, vivenciarla. Quizá los fanáticos de la astronomía tendrán una posibilidad única de ver -casi a simple vista- esas constelaciones que les gustan, otros comenzaran a hacerse preguntas quizá hasta similares a las que se hicieron sus antepasados; habrá quienes se permitirán conectar con su ser y agradecer poder comprender que: como es arriba es abajo, como es afuera es adentro. 

Difícil es decidí salir de ese lugar, al finalizar el paso de los visitantes se hace más lento, como buscando retener en la memoria todo aquello que la vista no tiene acceso en el cotidiano.

El regreso 

Acceder a qua ya es tiempo de salir de ese lugar, no resulta fácil. El paso de los visitantes se hace más lento, como tratando de mirar todo por última vez, como buscando retener en la memoria todo aquello que la vista no tiene acceso en el cotidiano. De nuevo en el portal, y siendo las 23:23 (u 11:11), casi como certeza del destino, la luna comienza a aparecer, coronando el cielo. 

Luego son los monitores quienes se encargar de bajar a la tierra en forma de leyenda guaraní parte de lo vivido en medio del Estero. Con música y baile, Tupa (es el Dios supremo de los guaraníes, es la deidad que creó la luz, el universo) y Arasy (madre del cielo), la consagra y le fija por morada la luna (Jasy), cuentan su historia de amor. 

La experiencia de astroturismo en Loreto, finaliza y esta, solo es el resumen de una jornada que incluyó además entrevistas con @latinoimaginario quien se encargó de la astrofotografía y de quien esteremos hablando más adelante, también iremos contando las historias de varios emprendimientos que lograron desde el conocimiento astronómico, darles nueva impronta a sus propuestas. Pero también, platos típicos realizados por @cocinerosdelibera, quienes se convierten en héroes de una jornada maravillosa, brindando su calidez con platos que enamoran. 

Para conocer más sobre astroturismo en Iberá y los monitores Starlight Iberá, ingresá a: https://starlightibera.com/ o a la cuenta de Instagram de @fundacionyetapa.org o a su página web: https://www.fundacionyetapa.org/

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PH: @latinoimaginario 


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