“La paz es la emoción de mayor frecuencia para combatir al ego”

Luciano Zubieta tiene 40 años y estudio Publicidad, mundo en el que estuvo inmerso por un tiempo, pero “algo” no lo terminaba de llenar e inició un camino de autosanación. Esto lo llevó a estudiar Decodificación Biológica, además de haber pasado por un entrenamiento de coaching ontológico. Todo esto, lo llevó a mirar y vivir desde otro lugar, desde otra perspectiva. Sobre ese recorrido y su proceso, giró la entrevista que se le realizara en el programa radial Ellas Dicen, y Quintaesencia comparte fragmentos de la misma. 

“Comencé a trabajar como coach en empresas y sentía que tenía pasta para eso, luego con la Decodificación Biológica, adquirí más herramientas y empecé a tener como terapeuta. Recordemos que esta terapia es una disciplina que se ocupa de enseñarte a identificar qué te viene a enseñar a vos un síntoma. A veces te pide que aprendas a reinterpretar algo en tu vida. A esto yo lo llamo perdonar, es decir tratar de reinterpretar una experiencia de tu pasado y estar en paz con esa experiencia, lográs la sanación de un síntoma”, dijo Luciano en el inicio de la charla a modo de introducción. 

Comentó que estudió otras disciplinas más con grandes maestros y que cada una de ellas le brindaron un sinnúmero de herramientas que hoy las puede poner al servicio de sus consultantes. “Pero en los últimos años de mi vida, me aboqué al Curso de Milagros que es un libro de entrenamiento mental que te ayuda a trabajar el perdón. Pero ¿qué es el perdón? Es no hacer real las voces de tus miedos, no hacer realidad a esas voces que tenés en tu cabeza, que juzgan al otro, que te hacen separar del otro, que te que te hacen enfadar con una situación o con otro, eso es perdonar. Entonces cuando me tengo que presentar, dijo que soy terapeuta emocional”, indicó.

Ante la pregunta de dónde nacen esas voces del miedo, respondió que nacen en la mente de un personaje “que se llama ego y es un personaje que vive en tu mente, que tiene una máquina de escribir y con esa máquina tipea pensamientos y te mete frases como, por ejemplo: ‘¿Vas a salir con esa ropa?, No te queda bien. Estás gordo o feo’, entre tantas. El habla todo el tiempo y nosotros no somos conscientes de que estamos sintiendo lo que sentimos, todo esto porque somos autoboicoteadores a diestra y siniestra en esencia”, remarcó Luciano.

Luciano Zubieta.

“En síntesis –agregó- tenemos dentro de nuestra mente un cabrón que nos pega con pensamientos que nos quitan la paz. Y ahí entra el miedo, que es una frase que pasa por tu mente. Es un simple pensamiento que cruza por tu mente dice ‘ojo, que acá te va a ir mal’, y un largo etcétera”.

Para el terapeuta emocional si nos quedamos escuchando ese continuum de frases parece que tiene razón y lógica, “pero no, no tiene razón, puede tener mucha lógica, pero no tiene razón. Y la verdad que cuando la gente la está pasando muy mal, empieza a dejar de escuchar esa voz, le empieza a ir 10 veces mejor en la vida porque dejan de lado todos los peores escenarios que le pudo haber pintado”.

A la hora de aconsejar “recetas” para desandar esos andariveles del miedo, Luciano dijo que hay muchas propuestas, pero “la que más estoy utilizando yo para mi vida y para la de mis pacientes, es el perdonar, es el no hacer real esa voz. Porque cuando hacemos real a esa voz, no estamos en paz y la paz es la emoción de mayor frecuencia que puede llegar experimentar el ser humano, le gana al éxtasis y esto está demostrado por la ciencia. Entonces mi camino es la paz, porque al lado de la paz, está la alegría y la felicidad. Cuando estás en paz, vibrás en paz, todos tus problemas se van”. 

"Cuando estás en paz, vibrás en paz, todos tus problemas se van"

“Entonces, si tuviera que dar una ‘receta’ para no hacer real a lo que te dice y propone la voz del ego, diría que son dos pasos: Número 1, y el más fácil de todo, es dándote cuenta que estás teniendo una voz, un pensamiento y que no sos vos. Y el paso número dos es no ofrecerle resistencia a tu pensamiento y responderle con ironía, porque la ironía descoloca y desarticula al personaje que tipea en tu cabeza. Así invalidás lo que te está diciendo, eso la fractura el ego”, concluyó.

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