Huellas del Paraná, una aventura para conectar con uno mismo

GENERAL19/11/2022Josefina EchezárragaJosefina Echezárraga
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El deporte como forma de conectar con uno mismo y con otros es la propuesta que desde la ciudad de Puerto Rico, en la provincia de Misiones, invita a los amantes de las maratones de aventuras a desafiar sus propios límites. En Quintaesencia, te contamos sobre la carrera de aventuras que se llevará a cabo el próximo 27 de noviembre, en el corazón de la selva misionera. 

Para saber más sobre este desafío, entrevistamos a Gladis Mabel Coach, quien integra la organización de Huellas del Paraná desde su primera edición en el 2021. Ella es licenciada en Comunicación Social y nos confiesa que antes de sumarse al equipo, jamás se hubiera imaginado correr una maratón en medio de la selva. 

-¿Cómo nació la idea de huellas del Paraná? 

-Lo que te voy a contar es algo que nos pasó a todos y tiene que ver con los cambios que nos llevó a hacer la pandemia, porque nos sacudió tanto que cuando pudimos comenzar a salir, nadie era la misma persona. En Puerto Rico se realizó una carrera y la profe Melina Schafranky, comenzó a entrenar con algunas personas. Así fue como de a poco, nos fuimos sumando personas que nunca antes habíamos corrido. Empezamos a hacerlo un poco para entrenar, otro poco para conectar con otras personas y comenzamos a competir, para ir a otros lugares a correr y entender de qué se trataba, hasta que nos empezamos a juntar y salió la idea de organizar una carrera de aventura en Puerto Rico. Desde el primer momento pusimos la vara alta, entendimos que podíamos hacer algo grande, teníamos lo necesario que era el circuito, un circuito que en la primera edición fue de 5, 10, 21 y 30 kilómetros en medio del monte. 

Según contó, la organización de la edición 2021 fue un éxito, "abrimos la inscripción para 500 corredores y el cupo se llenó en 5 días, lo subimos a 1500 y los completamos. En total, el año pasado participaron 1350 corredores". 

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-¿Qué les dejó esa carrera? 

-De todo, nos enseñó que funcionábamos como equipo, además de mostrarnos lo rico que era nuestro terreno, porque nadie podía creer que en cinco kilómetros (la menor distancia) se enfrentaban a un sinfín de aventuras. Nadie salía limpio porque había arroyos, había que trepar y saltar, a eso se le suma la variedad de paisajes que el corredor iba disfrutando en todo el trayecto, acompañado de un lado por el Paraná y por el otro de la selva. Sin dudas la primera edición nos mostró que había potencial y todos los participantes se fueron felices, que eso fue lo mejor. Brindamos una carrera de aventura que cumplió las expectativas de corredores que han estado en decenas de carreras.

-¿Cómo se preparan para la segunda edición? 

Ni bien finalizó la anterior, comenzamos a pensar en la segunda edición, decidimos agregar los 42 kilómetros que es para corredores de elite y eso, nos obligó a pensar nuevos sectores, saliendo de Puerto Rico, pasando por Garuhapé y llegando hasta la Gruta India. Para los que no conocen la zona, estamos hablando de una zona poco explorada y en muchos sectores, hasta sin caminos, entonces nosotros mismos comenzamos a descubrir arroyos que nunca habíamos visto. Todo esto nos generó un contacto profundo y una mirada de mucha admiración con nuestra naturaleza. Comprendimos que toda la zona, era realmente rica, porque había arroyos, selva, río, cerros, caminos de colonia y sectores de llanura.

A eso agregó que cuando vieron cómo se iban diseñando los circuitos, "entendimos que este año sin dudas subimos la vara, porque los corredores se van a meter realmente en mundo que nunca imaginaron, donde la adrenalina va a estar a tope".

Gladis, más conocida como Unchi, destacó el trabajo que se realizó para coordinar que cada tramo de la aventura tenga postas de hidratación, médicos, kinesiólogos, bomberos y todo lo que los participantes necesita. 

“Al ser una cerrera de aventura sabemos el cuerpo tiene una exigencia diferente y el monte siempre presenta desafío a los que no todos los corredores están acostumbrados, por eso es que cada puesto está pensando para que las personas puedan reponerse y continuar”, resaltó. 

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La selva como lugar de reconexión

La referente nos habló con entusiasmo de la aventura a la que le falta pocos días para volver a concretarse. Entre sus palabras se desliza la emoción, la alegría y, sobre todo, un profundo amor.

“Muchos de nosotros al estar más tiempo adentro del monte, nos dimos cuenta que empezamos a recordar esas siestas en las que salíamos de nuestra casa y nos íbamos con amigos del barrio y primos al arroyo, alguien conseguía una cámara de tractor y nos largábamos por el arroyo Garuhapé, nos metíamos en la selva, caminábamos descalzos, y nos trepábamos a los árboles y si llovía mejor aún, así jugábamos en el barro”, nos contó y agregó que Huellas del Paraná, nació como una forma de honrar a los inmigrantes alemanes que llegaron a la zona y, tras poder atracar los barcos en el puerto por sus profundas aguas, lo llamaron  Puerto Rico, dejando así el Paraná su huella en la ciudad y al mismo tiempo reconectar con ese amor que desde chicos los llevó a disfrutar de la selva sin temores.  

“Creo que todos los que hacemos huellas estamos marcados de alguna manera, esta conexión que encontramos entre la selva y nuestra infancia llena de felicidad, nos devolvió a muchos una alegría inmensa y ahora la queremos compartir con todos los corredores, por eso sabemos que esta carrera de aventura es mucho más que un trail, es una oportunidad de conectar con nosotros desde el contacto con la naturaleza”, resumió. 

Dar y recibir 

Como todo en la vida, Huellas del Paraná, invita a dar y recibir, entonces mientras el monte da la posibilidad de que más de 3000 personas disfruten de él, quienes organizan han entendido desde el primer momento que todo debía ser reciproco. “Usamos los trillos que están abiertos, también se hacen fuertes recomendaciones a los corredores de que no arrojen basura en la selva y al finalizar se hace una tarea de limpieza exhaustiva”, explicó Gladis. 

Pero este año, la organización además de ampliar los recorridos, decidieron doblar los esfuerzos en lo que respecta a la limpieza previa. “Son lugares casi vírgenes, pero cuando entramos a recorrerlos hay basura, plásticos, neumáticos viejos, latas, encontramos de todo, cada cosa fue retirada en muchísimas visitas que hicimos para limpiar los circuitos, se trata como te decía de dar y recibir. Este año sabemos que, al ampliar el recorrido, la tarea de limpieza al finar será aún más desafiante, porque hay que sacar todas las marcas que se colocan para guiar a los corredores, pero estamos seguiros que vale la pena”, remarcó. 

La aventura entra en la recta final y se espera este año a corredores que llegarán no solo del Nea sino también de centro y sur del país, como así también de España, Brasil y Paraguay. Desde la organización confirman que aún quedan algunos lugares para quienes se decidan a último momento. 

Para saber sobre Huellas del Paraná podes seguirlo en @huellasdelparana


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