Con una muestra fotográfica, “Hermana Soltá la Panza” busca mayor visibilización

Hace algunos meses entrevistábamos a Lala Pasquinelli, fundadora del colectivo Mujeres que No Fueron Tapa, quien nos contaba de que se trataba la movida que iniciaban para visibilizar los cuerpos de las mujeres. Con el hasthag #hermansoltalapanza, muchas de ellas comenzaron a subir a sus redes sociales sus fotos mostrando la panza, visibilizando al mismo tiempo historias donde por pudor o temor a ser criticadas, ocultaban su silueta inclusive en entornos familiares. 

Esta semana, Lala volvió a comunicarse con Quintaesencia para contarnos sobre la apertura de la muestra fotográfica #HermanaSoltaLaPanza, que abrió sus puertas el viernes pasado en el Centro Cultural Recoleta. Esta muestra, reúne una serie de fotografías tomadas por mujeres sobre sus propios cuerpos que dan cuenta de la diversidad de lo que tiende a ser invisibilizado por ser distinto. Además, hay cientos de historias grabadas con propias sus voces, que cuentan distintas experiencias y realizan preguntas que interpelan al público e invitan a buscar respuestas.

“Es una acción colectiva de hackeo de un mandato de feminidad que nos quiere calladas, sumisas, avergonzadas, alienadas en la apariencia, tristes, desvitalizadas. Es un grito que sale del centro de nuestro cuerpo y que dice: Basta, acá estoy, esta soy, y como soy, está bien”, aseguran desde la agrupación.

"Es una acción colectiva de hackeo de un mandato de feminidad que nos quiere calladas, sumisas, avergonzadas, alienadas en la apariencia, tristes, desvitalizadas."

Estas fotografías abren la posibilidad de identificarse en otros cuerpos e historias, con lo que no se muestra y es común a todos, con preguntas para habitar, con la posibilidad de cuestionar la propia mirada sobre nosotros y los otros, con la belleza, el disfrute y la potencia que nos ha sido negada a todos los que no encajamos.

Colectivo de arte y activismo feminista que cuestiona los estereotipos de género en la cultura masiva, poniendo el foco en los dispositivos y mandatos que construyen la ficción de feminidad.

“Nuestros objetivos son: desnaturalizar todo lo que nos viene dado, construir pensamiento crítico sobre los discursos que construyen nuestras identidades, hacer visibles historias y voces invisibilizadas para construir otros imaginarios y mundos posibles, crear y difundir saberes y conocimientos colectivos subalternizados sobre la vida de mujeres y disidencias”, aseguran.