Comer sano sin resignar celebración

COLUMNISTAS 17/12/2022 Redacción Quintaesencia Redacción Quintaesencia
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Silvina Virgilio Las fiestas de fin de año representan familia, reunión, regalos, estrés, juntadas, discusiones, excesos y por supuesto, comidas. Vitel toné, ensalada rusa, clericó, turrones o pan dulce son típicas de esta época del año. Casi exclusivas para decepción de muchos que desearían uno de estos platos en agosto, por ejemplo.

Año a año, llegamos a diciembre sabiendo que vamos a hacer lo mismo que el año anterior con variantes en la presentación o en las cantidades. Pero es un ritual que se repite.

Y tiene sentido. La comida es una forma de conectar con los que ya no están, un modo de mantener vivos los lazos con nuestros ancestros, algunos venidos de otras tierras,  de otras latitudes. Comer lo que ellos comieron es ese lazo afectivo que nos une a pesar del tiempo y las distancias. No importa si tienen demasiada grasa, o un exceso de azúcar, si nos pasamos el año acostumbrando nuestro paladar a lo sin gluten o “sugar free”. Es fin de año y no es tiempo de saludables. 

Sin embargo y aceptando que ya estamos en un nuevo milenio, valdría preguntarnos qué tiene sentido para nosotros, los que celebramos hoy, y nos sigue acompañando en este nuevo milenio y qué cosas, modos y comidas ya podemos dejar ir. Acaso podemos poner en representación de nuestros ancestros algo que los represente para sentir que siguen aquí, acompañándonos, más cerca del corazón que del estómago.

La Navidad es un tiempo de nacimiento. Si queremos dejar nacer un nuevo modo de alimentarnos tenemos que tomar de nuestros ancestros su creatividad y desarrollar una comida que incluya nuestro clima y su diversidad en este tiempo.

Entonces una forma sería pensar la cena de un modo diferente. Podemos armarla con algunas comidas de siempre y al menos, un par de algo nuevo y sano que hayamos probado durante el año. Las tradiciones parecen dadas pero siempre tienen un inicio. Podemos elegir más crudos y hojas verdes para las ensaladas, reemplazar las gaseosas por limonadas con soda incluso, aguas saborizadas de manera natural, reconociendo y dando lugar a nuestra producción citrícola y de hierbas. 

Otra forma sería pensar la comida para los que van a participar, si son 2 para  dos, si son 4, para cuatro y si son 10, entonces para diez. Que sobre lo menos posible. Porque o sino, es como una cena que arranca el 24 y termina el 26.

Comenzar con las bebidas alcohólicas en la cena y no preparándola, es otra buena estrategia. Las bebidas con alcohol tienen calorías. Una copa de sidra o de champagne tienen menos calorías que una medida de tequila.  Y una medida de tequila menos que una pinta de cerveza, pero todo depende de cuantas medidas uno tome a lo largo de la noche. El alcohol sumado a las grasas, consumidas en tan poco tiempo le dan mucho trabajo al cuerpo. Agregar bebidas sin alcohol a la mesa favorece su consumo y regulan los niveles del alcohol en sangre y las ingestas de comida también.

Otra buena estrategia, es no privarnos de comer algo que disfrutamos en este momento del año, sino moderar las porciones de lo que vamos a comer. Si elegimos un plato de postre para servirnos, esto nos obliga a tener en cuenta su límite físico. Y demás está decir que no vale cargar para arriba. Por lo general, las cenas de fin de año tienen entrada, plato fuerte y postre, y después confituras, pan dulce, budines, turrones. Conviene siempre usar el plato como medida y servirnos una sola vez para cada una de las comidas.

La vida por sí misma no tiene sentido. El sentido se lo damos los seres humanos. Las fiestas existen porque celebrar, tiene sentido para nosotros. Celebramos el nacimiento de Jesús, un ser lleno de bondad, de compasión, nos da esperanza. Celebrar el inicio de un nuevo año en compañía de otrxs tiene sentido.

Si decidimos hacer cambios en nuestras rutinas de alimentación y de vida a lo largo de estos 365 días del 2022, ¿cómo incluimos estos cambios en estas fiestas tradicionales? ¿Cómo sostenemos que la comida puede ser saludable, atractiva y parte de la celebración?

Habrá que ir ensayando respuestas. Ese es el desafío para este nuevo tiempo.

La columnista es emprendedora y cocinera de comida saludable. Podés encontrarla en Instagram como elgusto.denutrirme.


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