El dolor de las pérdidas

Hola soy Tona Galvaliz, quiero compartir con vos esta nota para la revista Quintaesencia. 

El tema de hoy es: El dolor de las pérdidas 

Los cambios y las pérdidas son parte de la vida. 

Una pérdida da origen a un duelo.

Es necesario transitar las etapas del dolor, para poder sanar, y poder cerrar este proceso doloroso, porque duele se llama duelo, y a futuro poder tener una actitud disponible internamente.

Las pérdidas se producen por diferentes situaciones inesperadas que modificaron la manera en que veníamos viviendo.

No sólo se originan por algún fallecimiento de un ser querido, sino que también por la imposibilidad de fecundar, la dificultad de recibir el amor fiel del ser amado,

perder una relación de pareja, el negocio o trabajo, la salud, el dinero, cambiar de status, las mudanzas y dejar el mundo conocido también ocasionan duelos, son muchas las circunstancias que ocasionan entrar en un proceso de duelo, sentir abandono, cambios en capacidades, y en la autonomía personal por ej. Disminución de la visión, la audición, la memoria, los recuerdos, cambios en la imagen corporal, engordar, adelgazar mucho, deformidades, o perder miembros físicos, ejemplo una pierna, brazo, por accidentes o enfermedades, entre otras.

El proceso de duelo producto por pérdidas, ocasiona un importante desequilibrio emocional, un desajuste, con nosotros mismos, con los otros y con la vida misma, nos descolocan y alteran el ritmo en que veníamos viendo la vida. 

Y, sin querer se distorsiona la noción de espacio y tiempo: pasado-presente-futuro, se crea un mundo doloroso lleno de emociones negativas, tristezas, confusión, rabia, impotencia, frustración, auto reproches, culpas, desgano, cansancio, miedo, entre tantas otras.

De modo que, a este proceso de recuperar el equilibrio perdido, se lo llama DUELO.

Y se lo llama así, como dije anteriormente, porque es doloroso y, además lleva “su” tiempo de recuperación. 

Para recuperarse y sanar hay que darle la bienvenida al duelo, con sus dolores, porque estos son reales, y no es conveniente negarlos o evadirlos.

Y, el no hacer este proceso, se corre el riesgo de acarrear de por vida la llaga eterna y sangrante del vacío, tristeza, depresión o malestar que ocasiono la situación. 

Frente al duelo nuestra tarea es resignificar.

Te entrego 10 Herramientas que ayudan a transitar el duelo de un modo más eficaz:

1.     Date tiempo, respeta tu dolor, tristeza, o esa emoción particular, sabiendo que tiene su lógica y su fundamento, que todo pasa y todo llega.

2.    Identifica, los síntomas, deja que fluyan, acéptalos y comprende que solo son parte del duelo, entiende que lleva un tiempo, su tiempo. Pedí apoyo, acompañamiento profesional si necesitas un empujón.

3.    Respetá tu duelo y al mismo tiempo encontrá pequeñas obligaciones con la finalidad de comenzar a dar pequeños pasos integradores para no aislarte y paulatinamente recuperar tu vida personal, familiar, laboral, social.

 4.    El saber alivia y descomprime, saber que no somos los únicos sufrientes por esa “perdida”, las pérdidas son parte de la vida y a todos de alguna manera en algún momento nos toca transitar.

5.    Sentirse escuchado y expresarse es liberador, habla, escribí de lo que sientas, pone en palabras las emociones, tus pensamientos. 

6.    Busca apoyo de tus amigos y familiares, en ocasiones preferimos estar acompañados y en otros solos, depende del momento y circunstancias. Es natural que sientas confusión y no registres que querés, no te culpes, ten paciencia y camina a tu ritmo, evita ir al pasado o al futuro, el único tiempo real es el ahora.

7.    Busca espacios de bienestar, date permiso valida tus necesidades, permítete la gratificación y disfrute a tu modo y a tu tiempo, ej. retoma alguna actividad que te hace feliz y gozás.

8.    Evita tomar decisiones importantes y trascendentes en este tiempo, puede que el impulso o arrebato te traigan a futuro una mala pasada.  

9.    Intenta reforzar los hábitos saludables, estar más en contacto con la naturaleza, practicar ejercicios físicos, descansar reparadoramente.

10.  Date tus tiempos para resignificar, rediseña, refuerza Tu Para que vivir, porque la vida continua. Focalízate aquí y ahora en tus nuevos desafíos y propósitos. Confía en la vida. Todo tiene una buena razón.! Aunque hoy no la puedas ver. 

Recuerda que el dolor es biológico, el sufrimiento es emocional y opcional, y es cambiando la manera de ver y sentir las cosas, que las cosas cambian de manera…

Si te estás con un estado permanente de tristeza, seguramente hay alguna razón que necesita su duelo… escucha tu corazón.

 Sigamos juntos en esto, hasta la próxima y te mando un be­so in­men­so 

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Tona Galvaliz es Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-Coaching Ontológico y Sistémico.

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