La conexión entre las emociones, el cuerpo y la mente ha sido una fascinación para la humanidad desde tiempos inmemoriales. En la actualidad, cada vez más personas buscan alternativas para mejorar su calidad de vida y encontrar respuestas a los desafíos emocionales que afectan su bienestar. Ine García, terapeuta especializada en biodescodificación y otras disciplinas holísticas, encarna esta búsqueda. Su historia personal y su vocación por ayudar a otros son un ejemplo de transformación y sanación.
Su interés por lo holístico llegó temprano. “Siempre tuve empatía por las emociones y el bienestar de las personas. Desde los 14 años, sentía una curiosidad especial por entender estos temas”, cuenta. Esta inquietud juvenil, que en un principio era solo una chispa, se convirtió en un faro que guiaría su vida.
Hace 13 años, buscando una solución a sus propios ataques de pánico, decidió explorar las terapias alternativas. Fue un punto de inflexión. “Los resultados que obtuve fueron tan profundos que me llevaron a querer transmitir esa misma sensación de alivio y claridad a los demás. Estudié yoga, meditación, gemoterapia, flores de Bach y, finalmente, biodescodificación, que marcó un antes y un después en mi vida”.
Herramienta transformadora
La biodescodificación, una disciplina que vincula los conflictos emocionales no resueltos con los síntomas físicos se convirtió en el núcleo de su trabajo. Según Ine, esta práctica no solo ayuda a sanar, sino que invita a las personas a resignificar sus creencias y emociones.
“Esta herramienta nos saca del piloto automático. Nos permite observar cómo nuestras emociones influyen en nuestra salud y nos brinda la posibilidad de cambiar el chip para vivir en coherencia con nosotros mismos”, explica con entusiasmo.
A menudo utiliza metáforas simples para describir este proceso: “Es como si tuvieras una mochila llena de piedras. Cada conflicto no resuelto es una de esas piedras. A través de la biodescodificación, podés vaciar esa mochila, piedra por piedra, y empezar a caminar más liviano”.
De los desafíos personales al acompañamiento terapéutico
La decisión de volcarse al ámbito terapéutico surgió de su experiencia personal. “Comencé como consultante, buscando soluciones para mis propios problemas. Pero cuando vi el impacto positivo que estas herramientas tenían en mi vida, supe que quería compartirlas con los demás”, relata.
Ese deseo se convirtió en una vocación que sigue creciendo. Ine disfruta particularmente de los momentos en que sus consultantes logran avances significativos. “Cuando veo que logran sanar, que se animan a conocerse, para mí es emocionante. Ahí es donde todo cobra sentido”, afirma emocionada.
“Cuando veo que logran sanar, que se animan a conocerse, para mí es emocionante. Ahí es donde todo cobra sentido”.
Esa misma pasión la llevó a escribir dos e-books, concebidos como guías prácticas para quienes desean iniciar un camino de autoconocimiento y bienestar. “Lo que busco con mis libros es que sean una herramienta a la que la gente pueda volver siempre que lo necesite, un recordatorio de que todo comienza en uno mismo”, comenta.
Una transformación que va más allá
La sanación no solo cambió su vida profesional, sino también su mundo personal. Ine comparte que este proceso de autodescubrimiento le permitió liberarse de expectativas ajenas y crear una vida alineada con sus propios deseos.
“Rompí vínculos, solté lo que ya no resonaba conmigo y me permití reconstruirme desde una nueva versión de mí misma. No fue fácil, pero entender que las creencias que heredamos no siempre nos sirven fue clave. Aprendí a dejar de ser lo que los demás esperaban para convertirme en lo que yo deseo ser”, reflexiona.
Aunque reconoce que no fue un camino rápido ni sencillo, destaca la importancia del compromiso. “Es un trabajo de años, pero vale la pena. Nada me detuvo, y entendí que la verdadera libertad está en poder elegir qué hacer con lo que sentimos y deseamos”, dice con convicción.
Más que una terapia: un estilo de vida
El compromiso de Ine con la biodescodificación y otras disciplinas holísticas trasciende el ámbito terapéutico. En octubre pasado, participó como oradora en la 1° Expo Holística de Coronel Suárez (provincia de Buenos Aires), donde ofreció una charla sobre estrés y ansiedad. “Ese momento confirmó que mi pasión está en ayudar a otros a transformar sus vidas. Fue muy especial”, recuerda.
Además, subraya que su labor no se limita a resolver problemas concretos, sino que busca empoderar a las personas para que tomen el control de sus vidas. “Sanar es un camino de ida. Es aprender a vivir con plenitud, aceptando tanto nuestras sombras como nuestras luces”, comenta.
¿Cómo empezar a sanar?
Para aquellos que sienten curiosidad, pero no saben por dónde comenzar, Ine tiene un mensaje claro: “Todo empieza con la voluntad de conocerse a uno mismo. No importa si parece difícil o si hay días en los que te sentís estancado. Lo importante es dar el primer paso y comprometerte con tu proceso”.
Su trabajo con los consultantes se basa en esta premisa. “Acompaño a las personas en su camino, pero siempre les recuerdo que el poder de sanar está en ellas mismas. No soy yo quien sana; soy una guía, una facilitadora”, explica.
Una inspiración para otros
La historia de Ine García es un testimonio de resiliencia, crecimiento y transformación. Su enfoque, que combina conocimiento técnico con una profunda empatía, ha impactado la vida de muchas personas que buscan un cambio real y duradero.
“Sanar no es un destino, es un proceso continuo. Pero cuando decidís empezar, la vida te muestra un camino lleno de posibilidades”, concluye.
Con su trabajo, sus palabras y su ejemplo, Ine invita a todos a descubrir el poder que tienen en su interior para crear una vida plena y significativa.