



“Cuando decidí empezar a trabajar con esta mirada más integrativa de la medicina, dí el primer paso para salir de mi zona de confort –como se dice ahora-, y lo hice convencido de que ese abordaje de la salud tenía más sentido. Pero en especial, porque tuve la oportunidad de comprobarlo en forma directa a través del tratamiento que recibió mi madre cuando se enfermó de una patología oncológica”, contó a Quintaesencia el médico correntino Miguel Angel Casco.
Con estas palabras, el profesional de la salud hizo la introducción a cómo empezó a relacionarse con esa mirada de la medicina. Él estudió la carrera en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y, este cambio de paradigma comenzó a gestarse en el año 1984, cuando cursaba el último año de la carrera. En ese momento y ante el cuadro de extrema gravedad que atravesaba su mamá, ella y su padre deciden trasladarla a Buenos Aires para su tratamiento. Así, entró en contacto con un grupo médico que era dirigido por el médico Ángel Acoglanis, “quien para mí tenía muchísimo carisma y desde mi forma de ver con el don de la sanación, y estaba acompañado por Carlos Mario Fiore y Héctor Artiles”, contextualizó.
“Estos médicos deciden tratar a mi madre con terapias propias de la ‘medicina alternativa’ para, en principio, aliviarle los terribles dolores sufría. Este primer objetivo fue logrado y para mí era el inicio de algo poco convencional, pero a su vez irrefutable", señaló.
“Ella evolucionó satisfactoriamente en cuanto a síntomas, ya no padecía dolores había recuperado peso se la veía muy rozagante superó la anemia que padecía y su ánimo era muy bueno, además de que los estudios indicaban que había mejorado en forma sustancial”, recordó Casco.
Como era de esperar y tal cual él lo cuenta, “el tratamiento impartido hacía que yo concurriera las veces que podía y observaba todo con muchísima crítica, en especial porque yo venía dotado de conceptos académicos lo empírico no cabía en mi formación”.
Una de las técnicas que Miguel Angel observó que utilizaban con su mamá eran unas “manipulaciones” en la columna vertebral. “Acoglanis, quien era el responsable de realizar la mayoría de estás praxis manuales era un poco más parco para comunicar; pero, además, en paralelo ella recibía un tratamiento de acupuntura, medicación antroposofía y por sugerencia una dieta macrobiótica muy estricta”.
"...observaba todo con muchísima crítica, en especial porque yo venía dotado de conceptos académicos lo empírico no cabía en mi formación”.
Al poco tiempo de concluir la carrera de medicina, Miguel Angel se trasladó a la ciudad de Buenos Aires con la intención de realizar alguna especialidad, y recibe de parte de los médicos que atendían a su madre, la propuesta de aprender lo que ellos hacían y el tratamiento que impartían a sus pacientes. El novel médico correntino no lo dudó y aceptó la propuesta.
Se formó con ellos por un par de años y después decidió volver a Corrientes, donde comenzó a practicar la medicina refleja, tal como fue denominada esta práctica. Durante el tiempo de permanencia en la ciudad, continuó con su formación en distintas ramas de la medicina como la homeopatía unicista, la acupuntura, la medicina ortomolecular, la neuralterapia y fototerapia. “En el año 2.000 me volví a contactar con el doctor Mario Fiore, y pasé a integrar su grupo de trabajo denominado Columna Vitae”.
“Así, Fiore se convirtió en mi segundo enorme maestro, una persona a quien le debo gran parte de lo que soy como profesional”, dijo Miguel Angel.
Una mirada integral
En paralelo, y allá por el 2.004, conoció al kinesiólogo y fisiatra Sergio Alves, con quien desde un principio tuvo mucha afinidad profesional y en forma paulatina, dieron forma al proyecto denominado Medicina Refleja y decidieron registrar la marca crear un equipo multidisciplinario de trabajo junto a otros profesionales de distintas áreas de la salud.
“Para poder explicar en qué consiste esta disciplina, debemos primero comprender que nosotros respondemos a estímulos, ya sean externos o internos, físicos, químicos, mecánicos”, dijo Miguel Angel, citando como ejemplo cuando tocamos accidentalmente algo que nos pincha o nos quema acto seguido y sin pensarlo retiramos la mano inmediatamente esto es lo que comúnmente se conoce como arco reflejo involuntario y espontáneo que hace que retire la mano del lugar.
En esa línea, indicó que la columna vertebral se encuentra sembrada a ambos lados de receptores mecánicos es decir mecano receptores estos captan con muchísima sensibilidad mínimos cambios de presión, “por ello, cualquier movimiento o cambio estructural que se produce en una vértebra o en su articulación, afecta a este mecano receptor esto es que se está produciendo en este receptor una presión sostenida que también va a provocar una respuesta y de acuerdo al sector afectado esa respuesta puede ser al principio local”.
Agregó además que a través de esta disciplina se puede determinar y diagnosticar el área afectada por esa “lesión” para después realizar una praxis manual en el sector “corregir” ese desplazamiento y así mejorar el cuadro.
Al momento de definir el abordaje que realizan, Miguel Angel dijo: “Somos un equipo multidisciplinario de trabajo en el área de la salud que nos enfocamos en tener una mirada integrativa en el paciente con dolor músculo esquelético y articular. Pero, además, en el que el campo mental y el campo espiritual, tiene una gran relevancia. Por esta razón, también trabajamos con Tona Galvaliz, quien aporta su mirada como couching sistémica, entre otros conocimientos que posee”.
Las dolencias o patologías que tratan van desde cervicalgias, cervicobraquialgias, hormigueos de manos cefaleas, dolores de hombros, epicondilitis, epitrocleitis, algún tipo de acufenos, mareos de origen cervical. Además de afecciones a la columna dorsal como dorsalgia, dolor intercostal, condritis, trastornos funcionales digestivos. También trastornos lumbares, lumbalgia, lumbociatalgia, cruralgia, pubalgia, gonalgia plantalgia, espolón calcáneo y discopatias desde deshidratación y abombamiento o protrusión del disco, hernias de disco.
“El protocolo de tratamiento que seguimos en estas patologías del disco, proponemos escalonar el tratamiento y ofrecer la posibilidad de comenzar el tratamiento con terapias no invasivas acá insistimos con nuestro método ya que hemos logrado estadísticamente. Por esta razón, entendemos que una intervención quirúrgica debe ser la última opción, dentro de lo posible”, aseguró Miguel Angel.
“Nuestra visión pretende ser muy amplia sin descuidar fundamentalmente la singularidad del caso y siempre aplicando un criterio humano y medico de contención al paciente con dolor”, concluyó.
Para conocer más sobre el trabajo que realiza Miguel Angel y su equipo, se puede ingresar a su página web o a su cuenta de Instagram: @medicinarefleja.




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