Forjar el hierro, un desafío constante que impulsa a creer y crear

GENERAL 06/06/2021 María del Carmen Ruiz Díaz María del Carmen Ruiz Díaz
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Seguridad y calidez, eje de los trabajos de Antonio y su equipo.

Entrevistar a personas que se atrevieron a moldear y colorear sus sueños en la mente para después concretarlos, a veces nos lleva a preguntarnos si los desafíos se presentan de repente o llegan cuando se está listos para hacerles frente.

Tal vez, las posibles respuestas puedan tener tantas variantes como seres humanos hay en el planeta, pero mientras tanto nos seguimos topando con historias que nos señalan que, para crear, antes se debe creer. Esta también podría ser la frase que resuma la historia de Antonio Romero, de 31 años, a quien -hace cuatro años- los caminos de la vida lo llevaron a una encrucijada: seguir trabajando en relación de dependencia o empezar a darle forma a un proyecto que hacía tiempo tenía en mente.

Con el apoyo de su familia, su esposa y sus padres, decidió que ese proyecto que fue alimentando durante un tiempo merecía una oportunidad. Así nació Fábrica de Rejas- Seguridad y Calidad. 

“Al principio nos dedicábamos a hacer rejas típicas y clásicas, sencillas y sin ningún tipo de diseño. Y poco a poco, fuimos haciéndonos conocidos y logrando un número importante de clientes. Pero yo sentía la necesidad de ir un poco más allá, pero no sabía cómo lo iba a implementar”, contó a Quintaesencia el joven emprendedor. 

Y mientras fue juntando ganas de forjar otros diseños, siguió aprendiendo e investigando un poco más de ese mundo al que ingreso con mucho coraje y algo de conocimiento. “Porque no tenía mucha idea de cómo era el trabajo de la herrería, pero fui aprendiendo, hubo mucho de ensayo y error en todo este tiempo. Sabía que era un mundo que me generaba mucho entusiasmo, por eso creo que me animé a ingresar en él”, dijo Antonio a modo de contexto sobre sus inicios. 

Hasta que un día, un cliente le preguntó si se animaba a trabajar con determinados diseños que lo desafiaban. No lo dudó y dijo que sí. “Yo ya tenía un sinnúmero de ideas que fui colectando en distintos momentos y circunstancias. Por ejemplo, a veces salíamos a pasear con mi familia y yo me quedaba admirando los distintos estilos y diseños de rejas y aberturas que tienen muchas casonas de Corrientes. Son magníficas y hasta fuente de inspiración”, contó. 

Después de ese primer trabajo que lo llevó más allá de sus propios límites, el emprendimiento siguió creciendo en forma sostenida, sin prisa, pero sin pausa. “Nosotros tenemos el taller en el barrio Laguna Soto, en Santa Ana, y al principio, los primeros trabajos fueron hechos para casas de vecinos, que después nos fueron recomendando con otros propietarios y así, la cartera de clientes se fue ampliando. Hoy en día, nuestros trabajos ye están instalados en decenas de casas de Paso de la Patria, San Cosme y Capital, por ejemplo”, relató.

Además, le anexaron la fabricación de aberturas, “y también ya tenemos trabajos hechos de casas completas, es decir les hicimos las puertas y ventanas, en las que también le anexamos rejas, pero siempre buscando generar armonía tanto en visual como en seguridad en sí”, dijo Antonio, a lo que agregó que para ellos es una gran satisfacción cuando los clientes le dicen que el trabajo final, supera ampliamente sus propias expectativas. 

“Creo que eso se debe a que, para nosotros, es fundamental trabajar en el concepto y los diseños junto con el propietario de la casa, porque ellos son los que se tienen que sentir cómodos, a gusto, además de seguro. Entonces nuestro desafío es lograr captar qué es lo que quieren”, resaltó.

Pandemia y después

Ante la consulta de cómo incidió en su labor la pandemia de coronavirus y las medidas de aislamiento social, Antonio dijo sentirse muy afortunado porque en este tiempo tuvieron mucha demanda. “Y es que aquellas personas que tenían una propiedad a las afueras de Corrientes, decidieron mudarse o empezar a construir su casa, porque sentían que la ciudad los asfixiaba. Y entonces, los pedidos se incrementaron en forma significativa”, señaló, agregando que en la actualidad trabajan siguiendo una agenda de pedidos.

“Otra gran ventaja que tenemos es que, al tener el taller en un predio muy amplio, sin tener casi vecinos cercanos, podemos trabajar con mucha tranquilidad, más allá de que cumplimos con todos los protocolos de seguridad”, indicó. 

No obstante, mientras siguen cumpliendo con su trabajo, creyendo en la labor que realizan y creado obras de calidad, Antonio comenzó a estudiar Ingeniería Industrial y va delineando otros sueños que le permitan llevar sus artesanías en herrería más allá de Corrientes. “Creo que cada día estamos más preparados para poder lograrlo, no sólo porque nos fuimos consolidando en experiencias, sino también porque logramos conformar un buen equipo de trabajo, base fundamental para todo emprendimiento”, remarcó. 

Y es que, para Antonio, contar con el acompañamiento de Leonardo Quiroz, Ramiro y Matías Romero, junto a Jorgelina Moyano, “es más que importante”, concluyó.

Para conocer más del trabajo de este emprendimiento en herrería artesanal, pueden ingresar a su página de Facebook: Fábrica de Rejas - Seguridad y Calidad o contactarse con Antonio Romero al 3795 160003.

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