La pasión por el mate, brújula de vida para Valeria Trápaga

HISTORIAS QUE INSPIRAN 29/10/2020 María del Carmen Ruiz Díaz María del Carmen Ruiz Díaz
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“Mi nombre es Valeria Trápaga, tengo 48 años. Soy nacida en Carmen de Areco, vivo en San Antonio de Areco y para más detalle, podría decir que mi padre es descendiente de correntinos. La verdad es que toda la vida estuve relacionada con el mate de una manera afectiva, ante todo”, contó la primer sommelier argentina de yerba mate a Quintaesencia, durante una entrevista realizada vía zoom. 

Según comentó, “al vivir en un pueblo chico, el mate era parte del vínculo y de los encuentros. Era parte fundamental de mi vida y cuando me fui a estudiar a la ciudad de Buenos Aires, me llevaba el agua de mi casa para que mis mates en la ‘ciudad de la furia’, tuvieran el sabor de mis afectos, era lo que más me acercaba a mi casa, a mi familia”. Agregó que, para ello, llevó “el mate de mi casa, el que le saqué a mis viejos, entonces junto al agua y la yerba, estaba más o menos con ellos y con mis hermanos”. 

Aunque casi como una confesión, dijo que la relación con el mate “empezó un poquito como una tortura, porque mi papá me lo hacía tomar con leche, en vez de tomar el chocolate con leche, como tomaban todos los demás chicos, a mis hermanos y a mí, nos tocaba tomar mate cocido con leche porque, como pediatra no sé qué de dónde lo había sacado que era mejor tomar eso. Años más tarde, afloró desde el recuerdo, desde esos sabores de la infancia que nunca se olvidan y siempre estuvo relacionado con los mejores momentos de mi vida”. 

“Cuando comienzo a estudiar la carrera de sommelier de vinos decido, que esto que yo tanto quería, lo podía analizar y estudiar más técnicamente, más desde lo sensorial investigando de qué se trataba y bueno y fue así que lo hice y como yo siempre fui muy como muy jugada, lanzada y como estaba convencida de que quería investigar sobre esto y empecé. Desde el principio, tuve el apoyo de mis padres, en especial de mi papá que me ayudó a hacer toda la investigación médica sobre las virtudes de la yerba, además hablamos con gastroenterólogos y bioquímicos, que me ayudaron a hacer pruebas”, rememoró Valeria. 

Pero claro está, ese fue sólo el principio del camino. “Cuando llegó el momento de dar mi examen para recibirme de sommelier, le dije a la directora de la escuela que quería rendir mi examen sobre el análisis sensorial de la yerba mate y me dijo ‘pero Vale, tenés que rendir sobre el vino’ y le digo bueno, pero puedo preparar algo sobre la yerba mate y me contestó ‘hace lo que quieras, es tu responsabilidad’. Cuando me dijo así, me dio un poquitito de miedo, entonces preparé el examen final sobre un cepaje de un lugar en el mundo y demás y, paralelamente, hice todo eso con la yerba mate y cuando llegó el momento de rendir dije su me largó, total si me dicen que no o algo hay un problema rindo con lo del vino. Entonces empecé con lo del mate y quienes evaluaban, que eran de la Asociación Internacional de Sommelier, me escucharon y me dijeron que me tenía que dedicar a eso, que tenía que dejar el vino para otros momentos de mi vida y que tenía que dedicarme cien por ciento a la yerba mate”.

...jamás pensé en que iba a ser la primera o la única en que quería hacer algo así, yo no tenía ni idea de eso, todo lo que quería hacer era algo sobre la yerba

Y así comenzó otro capítulo importante de su historia, porque eso la llevó a armar la cátedra de yerba mate, para que estuviera incorporada a la carrera de los sommelier. “Lo único que sí puedo asegurar es que jamás pensé en que iba a ser la primera o la única en que quería hacer algo así, yo no tenía ni idea de eso, todo lo que quería hacer era algo sobre la yerba. Entonces me parece que es importante tener presente que cuando uno cree tanto en que quiere hacer, debe atreverse a hacerlo porque no se sabe nunca a dónde puede llegar. Sobre todo, cuando hay pasión de por medio, yo estaba ciega de amor por la yerba mate y por lo que estaba haciendo, que sin dudas lo transmití para que los evaluadores me dijeran que me dedicara esto”.

Sin dudas, Valeria fue abriendo un camino en el universo de la yerba mate, un ámbito en el que ella se califica como autodidacta en constante formación, “porque sigo estudiando, investigando y buscando información, rodeándome de gente sabia y muy generosa que ha compartido desde cada lugar de lo que es el proceso y las distintas etapas de este producto”. 

Ahora, después de 17 años de experiencia y conocimientos adquiridos, la sommelier de yerba mate se apresta a presentar en sociedad un libro “con gran parte de lo que aprendí, por eso se llama el ‘Mate en cuerpo y alma’”. En sus páginas, se pueden encontrar información sobre el mundo de la yerba, como también recetas y propuestas sobre cómo aplicarlo a la gastronomía, entre otros. 

“También relato cómo los sentimos desde lo afectivo, cómo se elabora, cómo se lleva a cabo todo el proceso, todo de una manera muy didáctica y con muy buena fotografía”, señaló.

El libro ya está en preventa y estará de manera tangible a partir del 20 de noviembre y, el 30 que es el Día Nacional del Mate, “hacemos la presentación en sociedad. En Corrientes también va a estar a la venta a través de la su tienda on line mi-mate.com.ar de Miguel Angel Fornasari”.

Finalmente, ante la consulta de qué significado tiene el mate para Valeria Trápaga, dijo que, aunque suene un tanto fuerte “porque soy madre, tengo una familia, tengo hijos y demás, pero puedo decir que el mate es mi vida, porque me acompañó en todas mis andanzas y como siempre digo, nutrió mi corazón, despertó mi mente y me ayudó a sentirme acompañada cada vez que estuve sola, además de permitir conectarme con otros a través de un mate”.

Para conocer más sobre la labor de Valeria, sus consejos y propuestas para preparar un buen mate, pueden seguirla en su cuenta de Instagram @catadeyerbamate y para adquirir su libro lo pueden hacer a través de la web de Mi Mate o contactándose con su cuenta de Instagram @mi_mate.com.ar.

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