Una propuesta adulta: Jugar por el gusto de jugar

Una reciente publicación en la cuenta de Instagram de la Sociedad Cultural Israelita Scholem Aleijem plantea una pregunta que, cuanto menos, nos invita a pensar el juego desde otra perspectiva, razón por la cual Quintaesencia decidió indagar más. Y es que dicho texto decía: “¿Sabías que jugar no es sólo cosa de niños? El juego en la edad adulta tiene muchos beneficios para la salud física y mental: reduce el estrés, mejora la memoria, estimula la creatividad y fortalece las relaciones sociales”.

Y así, surgió la charla con Víctor Fain, quien es coordinador y capacitador en dinámicas grupales, trabajo corporal expresivo y artístico, entre otras disciplinas, y tendrá a su cargo esta actividad dirigida a quienes tienen más de 50 años. 

-¿En qué consiste esta invitación? 

-Es una invitación a participar de variedad de propuestas recreativas para disfrutar del tiempo libre, compartir con otras personas, actuar, crear y reflexionar en un contexto de juegos, los cuales constituyen mi herramienta fundamental. Para eso utilizo distintas disciplinas como ser juegos sociales, juegos teatrales, actividades de sensibilización, inspiración, entre tantos, que nos permiten abordar temas profundos relacionadas con cuestiones muy mundanas y que nos predisponen al diálogo y la experimentación de vivencias profundas.

Durante la charla telefónica con Víctor, él se toma el tiempo para explicar distintos aspectos a fin de transmitir con exactitud la razón de ser de cada actividad. En ese sentido, señala que se realizan expresiones de tipo plástico manuales, ya sean a través de construcciones de diseños de planos, trabajo de encastres, pero todo “a través del juego”.  “Por otro lado, también combino elementos de experiencias en disciplinas alternativas, sobre todo las relacionadas con mis especialidades, por ello realizamos ejercicios de Taichi, Biodanza, técnicas de visualizaciones creativas y demás. A esto, le sumamos juegos de expresión corporal, junto con relatos y juegos narrativos”.

El facilitador de este tipo de experiencias cuenta que también se llevan adelante juegos de ingenio, conocimiento, atención y de memoria.

En cuanto a la experiencia en este tipo de propuestas, Víctor cuenta que hace varios años realiza actividades similares en el Centro de Jubilados de la provincia de Corrientes y en el Hospital Geriátrico, donde realiza tareas con las personas que asisten al Centro de Día, “que son personas muy mayores y también, en el centro de rehabilitación donde tengo varios grupos”.

-¿Por qué es importante seguir jugando a cualquier edad?

-Cuando llegamos a una determinada edad adulta, perdemos de vista al juego como algo fundamental en la vida, sin tener en cuenta que los momentos recreativos, despiertan renovados deseos de vivir, además comprobamos que los participantes al jugar, se enferman menos, hay menos dolencias. Además, los integrantes tienen renovados proyectos de vida, hay mayor conexión con sus cuerpos, se preocupan por cuidarse y toma vital importancia el sostén colectivo.

En esa línea, Víctor señala que también logran una mayor conexión con el disfrute, con los proyectos, estimulan lazos sociales y fortalece la identidad. “Hasta hace un tiempo, se creía el juego se acababa con la infancia, sin embargo, cada vez se comprueba más que al jugar, uno vuelve a conectarse con las relaciones primarias, o sea, esta cosa de estar entre amigos, del disfrute, la diversión, de entregarse más a lo que uno está realizando”, remarca. 

Según la experiencia de Víctor, los adultos que juegan se enferman menos y fortalecen las relaciones primarias.

-¿Cuáles son los cambios que fue notando en quienes asisten a estos espacios a jugar?

-Mirá, había mucha gente que sufría de soledad y comenzó a relacionarse uno con otros. Esto lo notamos cuando las restricciones por la pandemia se hicieron más flexibles, ellos nos decían que necesitaban el grupo, necesitaban estar con alguien y conectarme otra vez con el disfrute, con soltar el cuerpo, porque muchos llegaron a estar postrados en la cama. Y al volver al grupo, se fueron recuperando rápidamente.

Víctor cuenta que realiza este tipo de actividades desde hace 40 años: “Me formé en la Escuela Municipal de Recreación, en Buenos Aires, que ahora se transformó el Instituto Nacional de Tiempo Libre, y es un estudio de nivel terciario. Allí me formaron en todo tipo de esta técnica de juego, similar a una formación de un profesor de educación física, pero con la orientación especialmente en el juego. Después hice un otro profesorado en actividades corporales con una base bioenergética”. 

-Después de este recorrido de cuatro décadas, ¿qué anécdotas atesora en su corazón?

-¡Uh! Muchas cosas, como por ejemplo que algunos profesionales, docentes y demás, me cuentan que ponen en práctica lo que les pude compartir con distintos públicos, y que siempre obtienen resultados interesantes. También está el hecho de que muchos, en lugar de decirme profesor, me dicen doctor, porque sienten que los estoy ayudando a sanar sus dolencias, así que tiene muchos alcances, como también muchas recompensas, porque podemos notar cómo estos espacios animan a los adultos a tener proyectos, sueños y expectativas. 

El conocimiento y la experiencia de Víctor está disponible para todo aquel que se interese a jugar con otros, en un ambiente relajado y ameno.

Para más información, pueden pasar por la cuenta de Instagram de la Scholem Aleijem: @scischolemaleijem, o comunicarse con el facilitador al 03794-704089. 

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