Inés, una exploradora de quehaceres que la conectan consigo misma para ser

GENERAL 30/04/2023 María del Carmen Ruiz Díaz María del Carmen Ruiz Díaz
Inés
Fusión. Artesanías y fotografías de la mano de Inés.

Inés de Santa Cruz nació en Buenos Aires, pero la vida y los caminos la llevaron a afincarse en Pago Alegre (departamento de Saladas, Corrientes) desde niña. Allí, en el campo de su campo, llamado La Rinconada, fue creciendo, desandar otros caminos para volver siempre a ese lugar de horizontes lejanos. Es que eligió vivir en y de lo que se entorno natural le va aportando. Esos mismos insumos la llevaron a descubrir, aún ante su propio descreimiento, sus dotes de artesana y fotógrafa. En una entrevista con Quintaesencia, nos compartió su búsqueda, hallazgo y creaciones. 

-¿Cómo comenzó tu relación con la fotografía?

-Siempre me gustó sacar fotos. Mi también lo hacía. No hice ningún curso muy específico, sólo uno muy básico como para saber qué botón tenía que apretar, como también qué significaba cada uno de ellos. Después fui descubriendo y metiéndome más en lo que significa el avistaje de aves y así fui armando un registro de los ejemplares que existen en la zona. Esto me llevó a que me fuera metiendo en los montes, primero con largavistas y después con la cámara. Y me gusta ese tipo de fotos, las espontáneas, lo que aparece, no me gusta la foto social, por ejemplo.

WhatsApp Image 2023-04-28 at 10.44.41Manos en movimiento.

La pandemia de Covid y el consiguiente aislamiento también fue parte de la charla con Inés, ya que para ella -como para millones de personas- significó una bisagra, como también una oportunidad para descubrir otras formas de relacionarse y conectarse con el entorno. "Siempre creí que no tenía habilidades para las actividades manuales, me decía que no tenía capacidades y resultó que sí, que puedo agarrar un martillo y poner un clavo y todavía conservo los diez dedos", comentó carcajada de por medio. 

Y es que, al verse imposibilitada de trasladarse para hacer fotos, se preguntó qué podía hacer para ocupar su tiempe. "Siempre fui muy inquieta, y un día dije: 'Ay, ¡qué linda que quedaría una mesita acá!' Y probé, salió, y quedó linda. No obstante, no puedo decir nique soy fotógrafa ni carpintera", aseguró. 

Después, le fue sumando otros productos hechos en madera y algún otro elemento resistente que fue encontrando en el campo, "me gusta poder trabajar con todo lo que ya esté desuso, que ya cumplió su ciclo y poder reciclarlo. Mi papá siempre dice que si se descuida, soy capaz de sacar un portón para reciclar", comentó con una sonrisa. 

Otra de sus creaciones son casitas para pájaro y ante la consulta de cómo surgió la idea de construirlas, Inés contó que fue "algo raro, quizás tenga algo que ver con el avistaje de aver, pero además, quizás esté relacionado con el hecho de que en el jardín siempre teníamos comederos o bebederos, entonces se me ocurrió que una casita quedaría divino. Y entonces también durante la pandemia, decidí probar. Cuando la terminé, se la mostré a una amiga y me dijo: '¡Qué lindo, eso es arte!'. Y yo le decía, qué decís, nada ver. Bueno, así fueron surgiendo".

También en relación al aislamiento, Inés remarcó que también le permitió ver las cosas de una forma distinta, "porque siempre creí que era muy ermitaña, pero al final, me di cuenta lo importante que son mates con los amigos, que por ahí crees que es lo mismo tomar un mate hoy o mañana, y estas cosas te marcan que a veces esto no es así".

Para Inés, la pandemia también trajo la oportunidad de valorar lo importante.

En el camino, fue dándose la oportunidad de diseñar algunas piezas, una afición que también fue desarrollando: "También diseños candelabros y algunas otras cosas, que las voy trabajando con Marcelo Pérez de Mburucuyá. Todo esto lo pude desarrollar durante la pandemia, entonces fui descubriendo esta faceta que yo pensé que no la tenía". Según contó, así se decidió a “jugar y mezclar” distintos materiales para construir fanales, “que me hasta me sorprendieron cómo quedaron, pero salieron como yo los tenía pensando, como lo había diseñado en mi cabeza”.

-El tiempo de pandemia y a medida que fuiste desarrollando trabajos, ¿armaste un espacio destinado para estas actividades?

-Sí, sí, porque empecé como en un cuartito, después encontré un banco de trabajo que era de mi abuelo, pero estaba todo mezclado con un montón de herramientas, entonces decidí mudar mis cosas al quincho y empecé a recolectar más madera. Después, como también incorporé pintura, adapté otro cuartito con las pinturas, porque tengo el sector limpio por pintar claro. Después fui comprando algunas herramientas, pero lo que es el banco de mi abuelo, en especial, no lo largo porque siento que es mi herencia.

Después de haber charlado con Inés y más allá de que en innumerables ocasiones aclaró que no se considera ni fotógrafa ni artesana, quizás –simplemente- puede decirse que es una buscadora, una exploradora de experiencias que la conectan con su esencia y la misión de aportar imágenes espontáneas y genuinas de la vida, como también de reciclar y resignificar distintas piezas. Tal vez -sin querer-, también nos invita a mirarnos con ojos nuevos y resignificarnos. 

Para conocer más sobre sus trabajos, podés ingresar a su cuenta de Instagram: larinconadaproductos.

281403041_436351558492623_82444804663641867_nFotos espontáneas, las que Inés disfruta sacar.


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