Miradas, perspectivas y familias

Amelia Presman es comunicadora social y eligió a la fotografía como un ámbito de exploración y comunicación. Ese amor por el arte de la imagen y su composición la llevó a organizar -junto con Nicolás Jacobo-, un taller de Fotografía de Familias, una propuesta que logró desandar los sentires de los asistentes. 

En una entrevista en el programa radial Ellas Dicen –emitido por radiolar.com.ar y checorrientes.com-, Ame contó cómo surgió la propuesta y cuál fue su propio sentir en el desarrollo de esta propuesta que, debido a la gran convocatoria lograda, va por la tercera edición. En Quintaesencia, queremos compartir pasajes de esa charla.

“En el en el año 2020 -en plena pandemia-, creo que me intoxiqué un poco de tantos cursos que hice. Uno de ellos sobre fotografías de familias con una docente que es Romina Resuche, quien curadora de fotografías y periodista, y destaco ese oficio de la curaduría en el arte porque tiene sentido distinto porque está vinculado a las almas; por eso creo que cada participante trabajaba de una manera absolutamente libre temas relacionados con la propia familia”, contextualizó Ame al ser consultada cuál fue el germen de estos talleres.

En este punto, la fotógrafa comentó que ese curso relacionado con la curaduría tenía que ver “con estas necesidades a veces implícitas de cerrar con alguna veta artística, algo que tenía una carga inconsciente porque uno no se da cuenta de eso, pero hay situaciones familiares que uno las repite y entonces, el arte y en este caso a través de una fotografía, nos da la oportunidad de transformar, transmutar algo que tiene una carga negativa y convertirla en positiva. Podríamos decir que uno no cambia lo que pasó, pero sí cambia la mirada o cómo poder tal vez plantarse que ante una situación o una persona”. 

El taller también contó con la asistencia de adolescentes.

Lo vivido, atravesado y sentido en curso con Resuche impulsó a Amelia a idear una propuesta con características similares para desarrollar un taller en la Sociedad Cultural Israelita de Corrientes capital. “Para esta propuesta tuve la oportunidad de trabajar con Nicolás Jacobo y ya se concretaron dos ediciones; la primera fue en mayo y la segunda, terminó hace tres semanas. La idea fue poder trabajarlo en el formato taller cápsula porque son poquitas clases y la idea es que las personas pueden contar con determinados elementos que les permita reflexionar al momento de hacer fotografía. Así, también pueden empezar a tener otra mirada sobre las fotografías que tienen en sus casas porque, todos conservamos fotografías”.

En ese sentido, remarcó que “el punto es también saber cómo administrar ese archivo familiar y cómo pensar la fotografía de familia de ahí en adelante. Por esto también el taller está dividido en cuatro módulos, uno técnico a cargo de Nicolás, y en los tres restantes trabajábamos en base a ejercicios muy libres”.

En relación a cuál era el objetivo del mismo, Amelia comentó que buscaban sensibilizar a quienes les gustara la fotografía, aunque no tengan conocimientos técnicos, poder contar con determinadas técnicas de conservación de las mismas para las próximas generaciones.

La tallerista dijo que además buscaban indagar a la pieza fotográfica en sí misma porque, detrás de la escena retratada, “hay mucha información y para ello, hay que tener el ojo educado para realizar ‘una lectura’ leerla. Por otra parte, hicimos otros ejercicios, como pensar el motivo de la elección de la foto con la que se decidió trabajar. Porque, esa selección en sí misma, no es aleatoria”. 

Por todo esto y más, para Amelia las experiencias fueron muy ricas y significativas “porque no esperaba que las clases se desarrollaran en un clima tan ameno, a pesar de tener que analizar y compartir lo que lograban detectar detrás de la imagen con personas que –en muchos casos-, no se conocían de antemano. En especial porque en algunos casos, esas imágenes venían de la mano con situaciones muy duras, muy difíciles para quién se constituía en observador”. En ese punto, agregó que también abordaron la temática de la conservación de las fotografías, ya sean aquellas que fueron reveladas e impresas, como las digitales. 

Disposición, posturas y hasta miradas,
todo hace a la construcción de una fotografía.

La docente contó además que durante las clases también fueron atendiendo a aquellas preguntas que surgían a partir de la observación de las fotos, como por ejemplo sobre los patrones culturales de los distintos momentos que retrataban, “porque cuando vemos fotografías antiguas, en ellas las mujeres por lo general estaban sentadas y los hombres las rodeaban con postura la postura erguida”.

Consideró también que con la “democratización” en el acceso a determinados equipos, como también con la digitalización y la presencia de las cámaras en los teléfonos celulares, “generó que en la actualidad transitemos una cultura muy visual que nos lleva al otro extremo, es decir, nos vemos inmersos en una profusión de imágenes que hasta nos lleva a perdemos de vista en qué evento nos encontrábamos cuando vemos un sinfín de fotografías en el celular”.

Al momento de la entrevista, realizada el 10 de octubre, Amelia contó que estaban analizando la posibilidad de realizar un tercer taller como una especie de cierre, “y como una oportunidad de presentar los trabajos de los ya realizados, en los que también trabajamos cómo tomar fotografías con dispositivos móviles”. 

Esta posibilidad se concretó en las últimas horas y Amelia nos acercó la información de que durante los cuatro viernes de noviembre (4, 11, 18 y 25) de 16 a 18, se concretará la III Edición del Taller de Fotografía de Familias en la Sociedad Cultural Israelita Scholem Aleijem (San Martín 1473). El mismo estará abierto a todo público (con o sin conocimiento previo de fotografía). Las personas interesadas pueden comunicarse con Amelia Presman al 3794-772227. 

Para conocer más del trabajo de la tallerista y esta experiencia en particular, podés ingresar a su perfil de Instagram: ameliapresman.

Mensajes en imagen,
mensajes de sentires.

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